miércoles, 14 de mayo de 2008

El día de la victoria

Como decía el otro día, la calle Tverskaya, que en otros años ha sido teatro de manifestaciones de rojos y blancos, por este orden, este año ha sido reservada a un desfile militar, con lo que las manifas han tenido que irse con las banderas a otra parte y la calle amaneció el 9 de mayo vacía y acordonada. El desfile estaba previsto para las diez, pero, como ya nos olíamos lo que podía pasar, y porque madrugar en día festivo es difícil, no nos acercamos por la Tverskaya hasta casi las once. Menos mal que fue entonces cuando empezó el espectáculo. Y es que las puntualidades española y rusa, a veces, tienen aspectos comunes.

Primero, los helicópteros.


Luego, los aviones. Consegui pillar a éste, pero tuve que usar la cámara como si fuera un antiaéreo, apuntando. Como volaba bajísimo, "le di".


Y luego los tanques.


Pero entonces, unos cien metros más allá de donde estábamos, en la intersección de la Tverskaya con Sadovoye Koltsó, aparecieron unas tanquetas que se incorporaban desde Sadovoye y los policías de tráfico militar (si, hijos, sí, los militares tienen hasta su propia policía de tráfico) dieron el alto a la columna de tanques, que se quedó media hora larga de plantón.





Ame estaba encantado con los tanques y todos los cacharritos, pero Abi y Ro estaban bastante aburridas y ya querían volver a casa. Nos entretuvimos contando las medallas de este señor.


En estas fechas, salen los "medallistas" por todos los sitios. La gente los tiene en muy alta estima y se paran a conversar con ellos, que ese día están muy contentos porque todo el mundo les escucha con respeto. En realidad, gente que combatiera en la guerra debe quedar muy poca (los más jóvenes andarán por los 85 tacos, en un país donde la esperanza de vida masculina roza los sesenta), pero las autoridades han ampliado el número de veteranos nombrando como tales a todo quisqui que viviera por aquel entonces. Es decir, que la gente que tenía amiguetes y se escaqueó del frente, un frente, por cierto, mortífero como pocos, resulta que es veterana. Y hasta los niños de teta, por lo visto, son veteranos. Tuvimos un chófer que presumía de veterano, aunque en 1945 tenía nueve años. Él decía que les pasaba municiones a los partisanos, pero sonaba a que se estaba pegando el moco.

En todo caso, esta gente el resto del año no lleva las medallas. Si lo hicieran, menuda desviación de columna iban a pillar.

Luego fuimos al parque Gorki. En Moscú hay bastantes festejos esos días en diferentes puntos de la ciudad (Moscú tiene más puntos que un partido de baloncesto), y en el parque Gorki, que ya de por sí es un lugar bastante animado, había, además de las atracciones, un enorme escenario en el que actuaban artistas universitarios. Abi, decía, había quedado allí con unas compañeras de clase que iban con sus padres; pero, una vez allí, encontrarlas era como encontrar una aguja en un pajar. Además, empezaba a hacer fresquito (sí, SIEMPRE puede hacer frío), así que estuvimos un rato, montamos en un par de atracciones, comimos muchas palomitas y nos volvimos. En metro, claro, pero al llegar a casa la tropa ya estaba cansada.


Pasamos por un cartel que anunciaba una exposición. Ro levantó la cabeza como un resorte y dijo:

- ¡Papá! ¡Es el inspector Clouseau!


Bien. Ya veo que aumenta el número de aficionados a la Pantera Rosa.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Alfor,te felicito por la narracción tan descriptiva y amena( por los comentarios y comparaciones )de la fiesta.! Siempre te apoyas en tus hijos !!!Es curioso,desde aquí, comprobar el apego que tienen a su historia y...a sus medallitas..Un abrazo.

Alfor dijo...

Miguel, me alegro de que te gustara. Claro que me apoyo siempre en mis hijos ¡Que hagan algo! :)

Y sí, esta fiesta es lo más de lo más en Rusia. La cascó mucha gente en la guerra. Por la tarde apenas había ningún hombre que, al andar, respetara la línea recta. Normalmente no es un espectáculo agradable, pero ese día se consiente todo.

Esther Hhhh dijo...

Jejjee, que día más entretenido, Alfito... Y no es por nada, pero lo mejor, la exclamación de Ro ante el poster de la exposición, jejejejeje... Bien bien, ganamos adeptos a la Pantera Rosa, eso está genial, jejejejje...

Besitosssssss