miércoles, 21 de septiembre de 2011

Taxis

Sinopsis: En la entrada anterior, la victoria del Levante en el último partido de liga hacía aconsejable desaparecer unos días de Moscú para evitar posibles ataques vikingos.

Como mi equipaje era un maletón tirando a grande, y mi tren salía a las 6.45, decidí pedir un taxi para las 5.45, hora en la que en Moscú ya han puesto las calles, sí, pero por poco.

En España, tú pides un taxi a una hora y diez minutos antes ya lo tienes delante de la puerta con la bandera bajada, así que más te vale salir pitando de casa si no te quieres arruinar.

En Moscú, no. En Moscú, aparte del intrusismo rampante que campa por sus respetos, no veréis apenas taxis por la calle. Alguno hay. Tampoco veréis, si os montáis en alguno, que tengan taxímetro, aunque igualmente comienza a haberlos. Posiblemente tampoco veáis que el taxista conozca la ciudad. Y eso si que no mejora.

Las tarifas eran a tanto por kilómetro, hasta que a alguna compañía y en particular a la compañía municipal de toda la vida, la que fue soviética en su día, se le han comenzado a hinchar las narices y ahora mide las tarifas en tiempo: cuatrocientos rublos (cosa de diez euros) por la bajada de bandera y los primeros veinte minutos, y a partir de ahí veinte rublos por minuto. Un atasco de los habituales puede ser la ruina de un pasajero. Pero, como a las 5.45 de la mañana era poco probable que hubiera atascos, y la estación de tren no está lejos, pensé que no habría problemas.

La víspera llamé al consabido 6270000 de toda la vida, pedí un taxi para las 5.45, puse mi despertador a las cinco de la mañana y me eché a dormir todo lo plácidamente que duermen los que saben que se van a levantar muertos de sueño.

A las cinco me desperté, me levanté, duché y vestí, y a las 5.25 sonó mi teléfono. Correcto. Era la compañía de taxis, que me daba el color, modelo y número de matrícula del taxi, y añadía que estaría a tiempo. Un Ford Focus azul oscuro con el número de matrícula 490.

Un alivio. Recuerdo con horror días, nada lejanos, en que las llamadas eran para decir que nos buscáramos la vida para ir al aeropuerto, y que nos olvidáramos del encargo de taxi que habíamos hecho, porque todos los que tenían estaban en atascos. Todo un servicio infalible.

Salgo a las 5.45 todo ufano... y allí no hay nadie.

Obviamente, me mosqueo y marco el 6270000. Por cierto, ¿cómo lo hacíamos cuando no existían los teléfonos móviles? Son las 5.47, y un contestador automático me dice que "su llamada será contestada en dos minutos" (raro, raro...), luego uno y medio, luego uno...

- Oficina Municipal de Taxis, buenos días.

- Oiga, que he pedido un taxi para las 5.45, me han llamado diciendo que venía a tiempo, estoy aquí fuera, y no hay nadie.

- ¿Y dónde está usted?

Le dije la dirección.

- Permanezca en la línea, por favor.

Me puso la musiquita que ponen todas las centralitas y que se supone que debería tranquilizar al que espera, pero yo veía el segundero cómo corría y estaba negro.

- ¿Oiga?

- ¿Sí?

- Gracias por esperar - dijo con la voz metálica de toda telefonista -. No consigo comunicar con el conductor. Le voy a enviar el teléfono del conductor por SMS para que le llame usted.

- ¿Usted no se da cuenta de la estupidez que está diciendo? Si usted no puede comunicar con el conductor, ¿cómo espera que lo haga yo?

La telefonista calló.

- Bueno, voy a seguir llamándole, pero le envío a usted el SMS de todas formas.

Traducida la última frase al román paladino, quería decir, como comprendí enseguida:

- Yo te envío el SMS y me lavo las manos. Ya te apañarás, pringao.

Las 5.50, y por allí no aparecía nadie.

Las 5.51, y suena el himno de Valencia. Un mensaje. Efectivamente, la telefonista me manda el móvil de Misha, que así se llama el conductor negligente que me ha tocado.

Las 5.52, y marco el número de Misha. Ocupado.

Las 5.53. Ocupado. Dos veces más. Empiezan los juramentos en arameo.

Las 5.54. Ocupado. A los juramentos en arameo se añaden patadas en el suelo.

Las 5.55. Ni se me ocurre rimar algo con la hora que es, ocupado en otros menesteres más tenebrosos.

Las 5.56. El teléfono de Misha ya no está ocupado. Simplemente comunica, sin parar. Vuelven los juramentos en arameo.

Las 5.57. Miradas nerviosas hacia el final de la calle, por donde pasan dos coches sin torcer. No son ellos, o es el típico taxista que no conoce la ciudad y que no lleva un plano en el coche ¿Para qué, si todos los clientes tienen la obligación de saber el camino? Y de GPS no hablemos.

Las 5.58. Comunica. Pienso en si será mejor acogotar a Misha o romperle las piernas.

Las 5.59. Un Ford Focus azul oscuro, matrícula 490, pasa al lado y para.

- ¿Dónde estaba usted?

- ¿Qué pasa? A las 5.45 pasé por aquí y no había nadie, y me puse a ver si por la otra parte de la manzana había otra entrada.

Como a las 5.45 estaba yo allí puntual como un reloj, la traducción al román paladino de la frase era algo así como:

- He llegado tarde, lo sé. Veo que no te mola, así que te diré la excusa que tengo pensada para estos casos.

Al menos, llegué al tren sin problemas, gracias al margen que llevaba, que la estación no está muy lejos y que a las seis de la mañana de un día laborable hay más o menos los coches que hay en Valencia a las seis de la tarde, pero atascos no hay.

* * *

En San Petersburgo, desde hace dos años, la situación ha empeorado considerablemente. Pero hoy se hace tarde, así que toca esperar un poco. De momento, me basta con dejar este enlace oficial del todo, para demostrar la seriedad de nuestro bienamado ayuntamiento.

4 comentarios:

Andriey dijo...

En España se puede encargar un taxi por adelantado? hace años lo intentaba en distintas ciudades de España sin ningún exito.
Quizá ahora con la "crisis" habrá que volver a intentarlo...
saludos!

Alfor dijo...

Andriey, en Madrid se puede pedir un taxi sin el menor problema; en Valencia también; en Barcelona es igualmente sencillo. En Bilbao también lo pedí con una sencilla llamada. De las demás ciudades no tengo referencias, pero no creo que sea imposible.

Andriey dijo...

En Alicante y Málaga intentaba encargar un taxi para una determinada hora y lugar (es decir temprano al aeropuerto) y no lo conseguí , me decian que llamara al radio-taxi cuando lo necesitara pero no por adelantado. En otras ciudades de Castilla-León, pregunté a los taxistas y me dijeron lo mismo.
En Madrid no lo se, tiene un excelente transporte público y en Barcelona por degracia nunca estuve.
Saludos

Alfor dijo...

Andriey, ahora lo pillo. Es verdad, en España no se puede contratar un taxi con antelación porque no hace falta. Basta con pedirlo media hora antes de salir para tenerlo en la puerta de casa en la hora debida. Y no falla.

En Moscú, pedir un taxi con media hora de antelación es potencialmente suicida. Puede ser que salga bien, pero es mucho más probable que no haya taxis, que haya atascos insolubles o que ocurra cualquier imprevisto.