viernes, 2 de julio de 2010

El cumple de Ame (III): juegos.

Viene de aquí.

Cuando llegaron todos los invitados, pasamos al salón. Mis papás habían puesto un mantel y muchas chuches y otras cosas para comer encima de la mesa, pero, como no teníamos hambre, no nos sentamos y nos pusimos a jugar. Yasha dijo que quería jugar con su PSP y se sentó en un sillón a apretar botones. Yo me puse a jugar con dos transformers, mientras decía a Mirón y a Hans que no tocasen los otros dos que había allí, porque eran míos y no tenían derecho a tocarlos. Sonia no sabía muy bien qué hacer y jugaba con una muñeca que había traído. Anya tampoco sabía muy bien qué hacer y estaba de pie en medio del salón. Y Jun-Zhe estaba buscando a alguien con quien poderse pelear. Nos lo estábamos pasando muy bien.

La mamá de Timofei estaba en un rincón del sofá y miraba lo que hacíamos, mientras mi papá y mi mamá seguían corriendo de un lado a otro llevando cosas. Seguro que también se lo estaban pasando muy bien.

Entonces llegaron Abi y Ro, y gritaron: "¡Niños! ¡Hemos preparado unos juegos! ¡Hay que buscar un tesoro! ¡Venid todos, que os lo vamos a explicar!" Son majas, Abi y Ro. Anya y Sonia se fueron enseguida con ellas, pero eso es porque son chicas, seguro. Yo me quedé con los dos transformers, porque, si me iba, igual me los cogían Mirón y Hans. Mirón y Hans, como no me iba, se quedaron por allí jugando también. Yasha seguía apretando los botones de su PSP y Jun-Zhe le pegaba a Timofei, pero muy flojito. Yo creo que había visto que mi papá estaba cerca y no se atrevía a portarse como siempre, y eso que ya le había dicho yo que mi papá estaba de broma y que no hablaba en serio cuando le cogió del cuello al entrar. Es que mi papá es muy bromista. Ah, y entonces la mamá de Timofei le dijo que se fuera a jugar con las niñas. Timofei se fue, pero yo creo que no fue porque se lo había dicho su mamá, sino porque Jun-Zhe le estaba pegando.

Abi y Ro no parecían contentas de que los niños (bueno, menos Timofei) nos quedáramos en el salón. Al final, mi papá llegó y también dijo que nos fuéramos a hacer el juego que habían hecho las niñas. Yo me fui, porque siempre hago caso a mi papá. Entonces también se vinieron Mirón y Hans, porque yo me había ido, y también Jun-Zhe, porque, si se quedaba en el salón, sólo se hubiera podido pelear con Yasha, y Yasha estaba muy ocupado jugando con su PSP. Debe ser muy complicado eso de la PSP, porque a Yasha le estaba costando toda la tarde jugar con ella. Pero bueno, al final, todos, menos Yasha, estaban con las niñas.

Abi y Ro nos explicaron el juego. Alguien había escondido un tesoro y había dejado pistas para encontrarlo. Nosotros teníamos que buscar las pistas y, cuando las tuviéramos, teníamos que llegar hasta el tesoro y entonces nos lo quedaríamos y seríamos muy ricos. Todos las escuchamos muy atentamente. Abi y Ro nos llevaron al sótano, porque allí debía estar la primera pista.

Anya y Sonia hacían todo los que decían Abi y Ro, pero, después de encontrar la segunda pista, Mirón se fue otra vez al salón, a ver cómo jugaba Yasha con la PSP. Yo tenía ganas de irme a jugar con los transformers, así que aproveché que Abi y Ro estaban gritándole a Jun-Zhe, que seguía pegándole a Timofei, y me volví hacia allá. Luego, Jun-Zhe se dio cuenta de que nos estábamos yendo de allí. Como Ro no le dejaba pegarle tranquilo a Timofei, acabó por subirse. Luego llegó Hans, que es muy pequeñito y yo creo que por eso no se dieron cuenta de que se había ido.

- Vamos a hacer dos equipos - se oyó decir a Abi.

Claro, lo que pasa es que sólo estaban con ellas Timofei, Sonia y Anya. Sonia dijo que se iba a jugar con una muñeca y también se fue. Timofei se quedó, porque en el salón estaba su mamá y le daba vergüenza, o a lo mejor porque en el salón estaba Jun-Zhe. Pero Jun-Zhe estaba haciendo karate con Mirón, así que estaba ocupado.

- ¡Que vuelvan todos! - se oyó gritar a Ro.

Pero todos seguíamos en el salón. Hacer dos equipos cuando sólo hay dos niños para hacer equipos es complicado, así que Abi y Ro no sabían muy bien qué hacer. Pero el rato que tardamos en bajar al sótano y luego en volver al salón nos lo pasamos muy bien.

Al final, Abi y Ro dijeron que se terminaba el juego. Las dos subieron. Abi se sentó a leer un libro, y Ro se metió en la cocina. Ro parecía cansada. Yo me acerqué también a la cocina, porque en el salón había mucha gente y los transformers necesitan mucho espacio. Ro estaba sentada en las rodillas de mi mamá y parecía muy triste.

- ¿Qué te pasa? - preguntó mi mamá.
- Es que los niños no nos hacen caso. Hemos preparado un montón de cosas y no nos obedecen - dijo Ro con una voz como si estuviera a punto de llorar.

Pero mi mamá comenzó a reír. Qué raro. Yo pensaba que iba a consolar a Ro, como hace siempre.

- Eso me pasa a mí todos los días con vosotras. Bienvenida al club - dijo mi mamá.

No sé qué club será ése. Ro le dio un abrazo a mi mamá. Iba a preguntar eso del club, porque no lo había entendido, cuando llegó un grito de mi papá desde el salón. Luego sonó un grito de Jun-Zhe todavía más fuerte. Todos fuimos al salón a ver qué pasaba.

Pero mi papá dice que se hace tarde y que mejor lo cuenta otra vez.

3 comentarios:

Babunita dijo...

"Yo me fui, porque siempre hago caso a mi papá."

Esa frase si es cierta es música celestial.

Esther Hhhh dijo...

Aish, pobres Abi y Ro, con la ilusión que tenían con su jimkana... Alfito, ¿qué has hecho con el pobre jum zhei? Mira que te conozco, ayayayayayayyyyy... Ese pobre no vuelve a levantar una mano en su vida, como si lo viera... Pedazo trauma.

Me encanta como cuenta las cosas Ame. Díselo de mi parte

Besitosssssss

PD: ¿cuando viene la IV entrega? Ardo en deseos de leerla.

Alfor dijo...

Babunita, la frase correcta es "casi siempre hago caso a mi papá".

No voy a comentar nada sobre la magnitud de ese "casi".

Esterita, pues cuando la escriba... el martes... o el jueves... o el sábado ¡yo que sé! :D