lunes, 31 de octubre de 2011

En Cuenca

Los viajes con rusos, como ya habíamos visto en otra ocasión, son el terror de los guías turísticos. En esta nueva experiencia, el viaje tiene lugar con rusas, y con rusas cultas, lo cual cambia un poco el panorama. Pero sólo un poco.

Como mi paradero en Madrid podría haber sido descubierto, nos encontramos en Cuenca, en mitad de Castilla la Nueva y, más concretamente, en el centro histórico, en la plaza que hay delante de la catedral. Como el guía no habla ruso, se pone a hablar en español, y este servidor de ustedes traduce al ruso lo que va diciendo.

- La catedral de Cuenca es la quinta de España por su tamaño, como veremos cuando entremos en ella. Es de principios del siglo XIII, y comenzó a construirse poco después de la conquista cristiana por parte de Alfonso VIII, en 1177, por lo que tiene más de ocho siglos. En 1902 cayó una torre vecina sobre ella, derrumbando la fachada principal. La actual fachada se comenzó a construir poco después, pero en 1920 el cabildo catedralicio se quedó sin medios, y por eso parece que está sin terminar. Bueno, de hecho está sin terminar.

El grupo de rusas miraba la catedral con cierto desinterés. El ruso pasaba ampliamente del guía y había aprovechado para ir a fumar.

- Eso sí, gracias a que está si terminar, podemos contemplar a través de ella el maravilloso cielo de Cuenca - dijo el guía, señalando las ventanas.

Yo iba traduciendo obedientemente al ruso para los que andaban escasos de castellano.

- Y ahora vamos a ver las casas colgantes, resultado de aprovechar el sitio al máximo. Si la ciudad tenía mil habitantes cuando la conquistó Alfonso VIII, llegó a tener diez mil, y no había sitio en el casco viejo para tanta gente, así que se aprovecharon los lugares más insólitos. Vamos por allí.

Tomamos por la derecha de la catedral, seguidos parsimoniosamente por parte del grupo, que se iba desperdigando, cuando de repente...

- ¡Eh, mirad!
- ¡Qué mono!
- Una foto, una foto...
- ¡No os asustéis, chicas!

Todas las señoras de agruparon. La mayoría sacaron sus cámaras y se pusieron a sacar fotos con desesperación. El guía flipaba y me dijo aparte:

- Tienen detrás la catedral de Cuenca, un edificio impresionante de ochocientos años de antigüedad, y la foto se la sacan a un gatito encima de una moto. Turistas...

1 comentario:

უფლისციხე dijo...

Bueno, cuando encomillé la palabra chicas (en el anterior comentario), pues vale, reconozco...me equivoqué. Va sin comillas!