lunes, 17 de mayo de 2010

Nos habebit humus (V)

En capítulos anteriores de esta serie: Me han ordenado que haga preguntas de Economía, en español, a un grupo de estudiantes de Economía Internacional de la UPM (Universidad Pijísima de Moscú), que hasta el momento están mostrando una notable homogeneidad en sus conocimientos. O más bien en sus desconocimientos.

Capítulos anteriores:

Gaudeamus igitur
Iuvenes dum sumus.
Post iucundam iuventutem,
Post molestam senectutem

- Bueno, pues que pase el siguiente - dije con un suspiro.

Pasó una chica rubia y menudita, muy guapa, con el pelo recogido y unos ojos azules muy claros.

- ¿Cuál es su motito? - preguntó Ludmila Marlenovna.
- Su nick - intervine.
- Huy, es que es muy complicado. No lo podrán pronunciar.
- ¿Y no nos va a dejar comprobarlo?
- ¿Qué?
- Que nos lo diga, porras.
- Snusmumblik.
- Snusmumblik, Snusmumblik, Snusmumblik. Ya está, creo que podré pronunciarlo.
- Ah, pues sí.

Me fije un poco más en la chica. Sí, era rubia natural. Y lo demostraba. Decidí no preguntarle qué era la Economía, y hacer alguna pregunta más adaptada a un nivel.

- ¿Y qué estudia usted?
- Logística.
- ¡Hombre! Logística ¿Y el español es su primera lengua?
- Sí, es la primera.
- Bueno, pues dígame, ¿de qué depende el coste de transporte?
- ¿El coste de transportación?
- El coste de transporte.
- Bueno, pues el coste de transportación depende de muchas cosas. Cuando tenemos que llevar una mercancía de un sitio a otro, hemos de pensar en cómo hacer que esas cosas no sean muy caras. Si son muy caras, nos costarán mucho dinero, y eso no está bien. Sobre todo cuando tenemos pocas reservaciones de dinero.
- ¿Reservaciones?
- Sí, reservaciones de dinero. Es cuando tenemos dinero y no nos falta mucho.
- Vaaaale. Ya lo pillo.
- Entonces llevamos las cosas a los sitios donde tienen lugar las usaciones. Hemos de ver si los costos son buenos, porque, si son malos, entonces no los podemos hacer las empleaciones de los mismos. Por eso es muy importante que fueran buenos y todos intentamos que sean buenos.
- Bueno, vale. Cuando hace una transportac... ajjjj... un transporte, tiene que pasar por la aduana, ¿qué tiene que pagar allí?
- Bueno, pues en la aduana hay que pagar muchas cosas, una de las cuales son las tarifas.
- Transportación, reservación, tarifa... ¿seguro que el español es su primera lengua?
- Sí.
- En fin, ¿y cómo se calculan los aranceles, que es lo que usted llama tarifas?
- Las tarifas se calculan como dicen las leyes que se calculan. En la ley lo pone, entocnes se usa lo que dice la ley y se saca la tarifa que hay que pagar.
- Ya ha terminado el tiempo - dijo Ludmila Marlenovna -. Muchas gracias.

"Motito" aparte, hay que decir que Snusmumblik salió bastante bien parada del asunto. También es verdad que, aunque no dijo nada, no paró de hablar y así se libró de preguntas más complicadas. Vamos, al menos supimos la voz que tenía.

- Bueno, pues que pase el siguiente.

Pasó, y era un hombre. Por fin. Un chaval alto, delgado, trajeado, con corbata y una camisa un poco grande de cuello; con gafitas de empollón y pelo y ojos claros. Parecía listo.

- ¿Cuál es su motito? - preguntó Ludmila Marlenovna.
- Su nick - intervine.
- Tendreunmillondedolares.

Parecía ambicioso.

- Vaya, vaya, así que "Tendreunmillondedolares".
- Sí.
- Vale.

Parecía decidido.

- ¿Qué es lo que estudia usted?
- Economía y logística.

Parecía versátil.

- ¿Y el español es su primera lengua?
- Sí.

Parecía sincero.

- Venga, pues vamos allá ¿Qué es la Economía?

...

Parecía sorprendido.

- ¿La Economía?

Parecía intrigado.

- Sí, la economía. Acaba de decir que usted estudia Economía, ¿no?
- Bueno, pues... la Economía... es lo que se trata de las relaciones económicas...
- A ver, no. La Economía es la ciencia que trata de la escasez, de los recursos escasos. El oro es un recurso escaso, porque hay poco, menos del que querríamos tener, y por eso hay que atribuirlo a unos o a otros de alguna forma; el aire, en cambio, no es un bien económico, porque tenemos todo el que queremos y basta con que tomemos el que nos haga falta.
- Ah, sí, puede ser...
- Bueno, veamos. Logística, estudia usted, ¿no es así... estoo... Tendreunmillondedolares?
- Sí, sí, estudio logística.
- Venga, supongamos que tiene usted que transportar una tonelada de chatarra de Ufá a Bilbao ¿Cómo lo hacemos?
- ¿Una tonelada de chatarra?
- Eso.
- Bueno, pues como Ufá está lejos del mar, habría que llevar la mercancía hasta un puerto, y luego por mar la llevaríamos.
- ¿Y cómo la llevaríamos al puerto?
- Bueno, por ferrocarril.
- ¿Es la única manera?
- Sí.

Parecía honrado. Es cierto que se podría pensar en hacer el transporte por carretera, pero el estado de las carreteras en la cuenca del Volga puede sugerir lo contrario.

Lo que no parecía era listo. Una tonelada de chatarra es una birria sin casi valor, su entrega nunca es urgente y ni siquiera ocupa mucho sitio. Lo más sensato sería hacer un grupaje hasta donde sea, pero eso no se le pasó por la cabeza a Tendreunmillondedolares.

- ¿Y por barco no se puede intentar? Porque Ufá está lejos del mar, pero río sí que tendrá.
- Ah, sí, río sí que tendrá.
- ¿Y qué río pasa por Ufá?

Tendreunmillondedolares tragó saliva y se puso blanco. Parecía estreñido.

- Creo que eso no lo han visto en clase - me susurró Natalia Vladlenovna.
- Pues no sé...

Ufá es una de las diez primeras ciudades de Rusia. Tiene un millón de habitantes raspados. No saber qué río pasa por Ufá es para un ruso el equivalente para un español a no saber, por ejemplo, que el Pisuerga pasa por Valladolid. Además, no es muy complicado, porque el río que pasa por Ufá se llama, precisamente, río Ufá. Es un subafluente del Volga. Lo que ya es para nota alta es saber si es navegable desde la ciudad de Ufá (sólo lo es en verano), pero al menos Tendreunmillondedolares podría haber dicho algo, aunque fueran elucubraciones.

- Bueno... en fin, el caso es que tenemos la tonelada de chatarra y tenemos que llevarla a Bilbao ¿Qué hacemos?
- Bueno, la cargamos en un tren y la llevamos a un puerto, y luego la cargamos en un barco.
- Entonces, utilizamos varios medios de transporte.
- Sí.
- ¿Y cómo se llama ese tipo de transporte? Es igual que en ruso.

Tendreunmillondedolares calló. Parecía superado.

- Multimodal, se llama transporte multimodal...
- No le perdono que no se sepa eso, que lo vimos en la clasita - intervino, amenazadora, Ludmila Marlenovna.
- Bueno - seguí yo -, continuemos. Y dice usted que para llevar la tonelada de chatarra de Ufá a Bilbao, ¿qué hay que hacer?
- Llevar la chatarra por ferrocarril a un puerto.
- Joroba, ¿a qué puerto?
- Pues supongo que a Vladivostok.

Me dio como una descarga eléctrica, levanté la cabeza como movido por un resorte y abrí los ojos mucho. Mucho. Esta vez el que parecía estreñido era yo.

- ¿A dónde?
- A Vladivostok.
- Pero, ¿usted sabe dónde está Ufá?

Parece que no, que no lo sabía. Si esto hubiera pasado en la vida real, la pobre tonelada de chatarra poco menos que iba a dar la vuelta a la Tierra antes de llegar a Bilbao. Iba a ver más mundo que enrolada en la Marina. Eso sin contar con que el coste del transporte iba a ser varias veces superior al coste de la tonelada de las narices. Estaba por ir a mandarle a estudiar la Guía Firestone o por soltarle que el mundo no terminaba en la autopista exterior de Moscú, sino que más allá había vida y que un estudiante de Logística debía ser consciente de eso, pero ¿para qué?

- Es que creo que en los Institutos ya no les dan los ríos como antes - indicó Natalia Vladlenovna.
- Sí. Con Stalin, esto no pasaba.

8 comentarios:

Achab dijo...

Estos rusos suyos me dan más miedo que cuando llevaban tanques.

Behemoth dijo...

¡Joder! El vídeo de la esteban me ha matado. No suelo ver la tele y me he llevado un gran susto. No ya por la incultura, sino, por cómo una persona vende la dignidad para arañar cuatro duros.

Alfor, esos alumnos son unos patanes de cuidado, pobre Rusia.

Alfor dijo...

Achab, pues no le digo nada si viera cómo conducen.

Behemoth, entre los alumnos y la Esteban, los alumnos ganan por goleada. Con callarse, ya tienen bastante.

Fernando dijo...

¡Qué pena! La Unesco llegó a considerar el sistema educativo soviético el tercero mejor del mundo y ahora el sistema educativa ruso está detrás del español. Esos alumnos son la prueba palpable de por qué.
Saludos

Anónimo dijo...

Eso de "Con Stalin, no pasaban esas cosas"...¿Cuántos años tenía esa profesora? ¿Sesenta y pico?

Alfor dijo...

Fernando, hay que distinguir, creo yo, entre primaria, que no es peor que en España, secundaria y enseñanza superior, que es la que ha caído a plomo tras el fin de la URSS.

Anónimo, lo dije yo.

Anónimo dijo...

SnusMUMRIK :) Ejem... No leíste los cuentos de Tuve Jansson, ¿a que no?

Inmi

Alfor dijo...

Inmi, touché! :)