martes, 20 de febrero de 2007

Cuaresma

Dentro de unas horas comienza la cuaresma católica. La ortodoxa lo hizo ayer. No suelen coincidir, debido a las diferencias de calendario entre el gregoriano que seguimos los católicos y el juliano, que siguen los ortodoxos; sin embargo, éste año sí lo hacen, y puede que este hecho ponga más de manifiesto las diferencias que existen entre ambas maneras de preparar la Pascua de Resurrección.

Los días previos, los católicos estamos de carnaval, y los ortodoxos de "maslenitsa", que viene a ser a ser un atracón de "blinis" (especie de crèpes), antes de que comience el ayuno. Nosotros, además de los blinis, nos pusimos morados de churros, que es más nuestro, pero el sentido es, igual que en el carnaval, darse un último exceso antes de que comience el tiempo de penitencia.

Porque la cuaresma rusa, llamada en ruso "el gran ayuno", es mucho más dura que la católica. Así como nosotros sólo ayunamos dos días (mañana, Miércoles de Ceniza, y Viernes Santo) y nos abstenemos de comer carne los viernes de este tiempo litúrgico, los ortodoxos tienen la obligación de abstenerse durante toda la cuaresma de consumir cualquier alimento de origen animal, lo que incluye no sólo carne, sino también pescado (salvo en dos días), huevos, leche y muchas cosas que a los católicos nos están permitidas todo el año, y también ahora. Mi hermano, por ejemplo, estaba muy contento cuando llegaba la Cuaresma, porque le gusta mucho el pescado y sabía que el viernes lo tendría asegurado. Aquí se tendría que limitar a comer alforfón, que es el alimento estrella de esta época.

Además de que la abstinencia es mucho más exigente, el ayuno también lo es. Toda la semana previa a la Pascua es de ayuno estricto; además, los ortodoxos tienen más épocas del año con obligación de ayunar. Frente a esto, los dos días que ayunamos los católicos son bien poca cosa. Además, yo diría que cada vez más hay más gente en Rusia que se propone seguir las normas de la Iglesia en esta materia.

Sin embargo, también en materia religiosa, vuelve a dar la impresión de que la severidad de las normas rusas está mitigada por su incumplimiento. Así, hace unos cuantos años, precisamente por estas fechas, tuve bastante relación con el jefe de restauración de un importante hotel de Moscú.

- Lev Isaakievich, y ahora que empieza el gran ayuno, ¿cambián ustedes los menús?
- No, la verdad es que no.
- ¿Y la gente no dice nada?
- Verá, Alfor, hace poco hicieron un estudio sobre el consumo de carne en cuaresma, aquí, en Moscú. Durante la primera semana, el consumo realmente descendía. Después se iba recuperando y, a la tercera o cuarta, prácticamente el consumo era el mismo que en cualquier otra época del año. Sólo al final volvía a descender ligeramente, antes de la Pascua.

El espíritu es decidido, pero la carne es débil (Mt, 26, 41). Y está buenísima, leches. Va a ser un período de tentación, comenzando por mañana.

6 comentarios:

Esther Hhhh dijo...

Madre del amor hermoso, Alf (más que nada porque siempre lo digo, no por otra cosa).
Yo recuerdo de pequeña que en el comedor del colegiio ponían pescado los viernes y también los miércoles de ceniza. Y claro, pues cumplía, o eso, o hacía un ayuno más estricto (si es que me dejaban, porque en el colegio ni excusas religiosas servían para librarse de acabarse el plato).
Entonces no entendía muy bien el sentido de ayunar ni como mi ayuno ayudaba al mundo. Entre otras cosas porque para mi ayunar es no comer, y no dejar de comer carne y ponerse ciegos de pescado. Supongo que por eso, cuando el menú de cada día era ya una decisión mía, dejé de seguir estas costumbres, a mi modo de ver algo absurdas... Como otras tradiciones de la Semana Santa, concretamente de algunos lugares. Pero no voy a entrar en polémicas, no es necesario. Cada uno que piense y haga lo que crea, y si a ti, mi querido Alf, o a cualquier creyente os hace feliz u os ayuda en vuestro crecimiento personal estos "ayunos", a mi me parece estupendo, y por supuesto, muy respetable, faltaría más...
Yo hoy de luto, ya sabes, nos han enterrado a la pobre Sardina, ainssss que pena más gordaaaaaaaa...

Besitosssssss

BAR dijo...

Yo tampoco nunca he entendido eso de no comer carne...me parece más sensato cuando las personas hacen ayuno de cosas que de verdad les duele, como dejar de fumar, o dejar de comer pan dulce (eso lo hace mi suegra).

Son cosas más hallá de la razón, costumbres impuestas que se vienen arrastrando milenariamente, y que por supuesto hacen más rica nuestra religión.

Un beso

Alfor dijo...

Bueno, si pensáis que la abstinencia (Esther, no es lo mismo que el ayuno) sólo es una costumbre, entonces no estamos hablando el mismo lenguaje.

La abstinencia es la prohibición de comer carne. De acuerdo que el sentido es un poco más el que le da BAR, y que no tiene sentido darse un atracón de pescado. El sentido es el de privación, y de, digamos, solidaridad con lo que tienen que privarse por obligación.

Y el ayuno es una privación más cualificada, que implica, directamente, no comer apenas.

Sin embargo, se insiste mucho en que ayuno y abstinencia deben ir acompañados de caridad y limosna. Si no, simplemente sería avaricia, o sería un ahorro. Uno de los sentidos es el de compartir el sufrimiento de los demás, y para ello debemos dirigir hacia ellos parte ed lo que nos sobra.

Achab dijo...

Pobreticos.

Esther Hhhh dijo...

Hola Alf:
Justo esa era la explicación en las catequesis acerca del tema. Pero francamente, sigue pareciendome una costumbre insulsa. Más que nada porque se ha quedado sólo en eso, en costumbre, y realmente la mayor parte de los que fielmente siguen estas tradiciones, hacen caso omiso a la segunda parte, y aunque no le hagan caso omiso, se olvidan el resto del año.
Mira, no me gusta la hipocresía ni tampoco los hipócritas (y esto no va por ti). Y por esa razón no me gustan estos gestos, ni la Navidad ni las demostraciones (casi rozando el masoquismo) penitenciarias de la Semana Santa (ya sabes, flagelaciones, rodillazos y demás costumbres de algunos y algunas). Y no me gusta porque yo, que en el fondo soy una gran fan de Jesús, me quedo con algunos de sus principios, seguro que los recuerdas: Aquello de poner la otra mejilla, de amar al prójimo como se ama uno a sí mismo, o una cosa que era algo así como que no amaba más una viuda a su marido muerto por lucir el luto externo que por no lucirlo y llevarlo por dentro. Lo he puesto con mis palabras, pero vamos, era algo así y venía a hablar precisamente de eso, de las demostraciones cara a la palestra, por aquello de lucir bien. Como dice ese conocido refrán "obras son amores..."
Pero sobretodo, te vuelvo al principio de mi primera entrada: Si seguir las pautas de la cuaresma, te hace bien a tí y a los tuyos, si te hace sentir bien, si realmente crees (que no lo dudo) y además cumples con las dos partes (que seguro lo haces), a mi me parece estupendo y además muy respetable, entre otras cosas porque respeto mucho a las gentes con principios.

Un besazo guapetón

PD: Vuelvo a ser yo, pedazo testamento que he escrito.

BAR dijo...

Recuerdo que mi abuelo solía decir...

No te compliques...la biblia se resume en AMOR...

y que razón tenía

Un beso