jueves, 22 de febrero de 2007

Frío

Dieciocho bajo cero, cinco y media de la tarde. Salgo del trabajo y decido, como de costumbre, ir andando a casa, ya que soy uno de los privilegiados que puede hacerlo.

Mala decisión. Tuerzo la esquina, y un viento impetuoso y congelado me golpea en la cara. Agacho la cabeza y el viento casi atraviesa la boina. Me duelen los ojos y tengo que entornarlos. El abrigo parece de cartón y cruje cuando doblo el brazo por cualquier causa. Aprieto los puños, cierro la boca.

Un grupo de cuatro personas caminan a cabeza descubierta llevando maletines. "A cabeza descubierta", pensé. "Seguro que son extranjeros." Efectivamente. Al llegar a su altura, oigo que están conversando en inglés. Yo también iba a cabeza descubierta en mis primeros años.

Trato de abrir la mano, y el guante está medio congelado, como hecho un muñón. Camino con rapidez, pero vigilando bien dónde piso. El suelo está lleno de placas de hielo traidoras. Algunas están a la vista, otras están ocultas detrás de una fina capa de nieve; éstas son las peores, porque resbalan igual, pero no se ven. Como mi prioridad consiste en no romperme una pierna, voy mirando al suelo, lo cual no será muy bueno para la columna vertebral, pero peor sería dar con ella en tierra.

Media hora después, llego a casa. Calor. Los dedos apenas me responden, y me quito los guantes, el abrigo, la boina, la mochila, las polainas y las botas. A dieciocho ventosos grados bajo cero se está muy mal, aunque quien no se consuela es porque no quiere: el invierno pasado fue infinitamente peor.

1 comentario:

Esther Hhhh dijo...

Madre del Amor Hermoso, Alf. Te me vas a congelar. No obstante, estoy deacuerdo contigo:-18ºC a estas alturas del invierno y en Rusia es "calor". O por lo menos, no es el frío que debiera hacer. Además ha tardado en llegar, tú mismo hablabas en otra entrada del trineo que comprasteis y que no pudisteis usar en su momento (supongo que ahora si podreis usarlo).
¿Y llevas hasta polainas? Me suenan las polainas a algo como de otro tiempo, sin embargo imagino que el frío obliga a ponerse de todo. Pero no llevabas bufanda, o al menos no la nombras... Yo es lo primero que me pondría, jejeje... Mi faringitis crónica acecha siempre tras cualquier asomo de frío.
¿Sabes? Me gustaría ir por allí en estas fechas, me dirás loca, pero yo quiero saber que se siente a dieciocho grados bajo cero... Si ya sé frío. Pero yo quiero saber qué tipo de frío.... Mi curiosidad felina, y tú me diras "la curiosidad mató al gato"... Ainsssss
Feliz fin de semana, mi querido Alf, ah y besitos a Alfina, Ame, Avi y Ro.