jueves, 23 de febrero de 2012

Con los rojos (I)

Atención: empieza una serie en la que me voy a cachondear a base de bien de los comunistas rusos actuales. Comunistas sin sentido del humor, abstenerse, porfa.

Hoy, 23 de febrero, es el Día del Defensor de la Patria, pero eso es desde hace relativamente poco. Hasta hace un par de años, el nombre oficial era el de "Día del Ejército Rojo y de la Marina de Guerra", lo cual quedaba, efectivamente, sumamente bolchevique. Sigue siendo día festivo, y sigue siendo un día importante, hasta el punto de que hoy he estado en un mitin electoral de los comunistas moscovitas, donde he sacado la foto que ilustra esta entrada. Con independencia de que a mi abuela le daría un patatús si resucitara y me viera en un mitin comunista, hay que decir que reconforta encontrarse en un lugar donde eres de largo el más joven de los asistentes. Incluso mi abuela, que ahora tendría 101 años, podría encontrar gente con la que compartir recuerdos de los años veinte.

Como,por ejemplo, la anciana entusiasta que nos repartió la edición especial de Pravda, con un artículo en portada de Ziugánov, el candidato a presidente, que no puedo resistir la tentación de traducir. Si alguien escribiera algo así en España, todos pensaríamos que era de Fuerza Nueva, no precisamente del PCE. Ahí va:

* * *

¡A ti, Rusia!

¡Compatriota!
¡Recuerda!

Tú eres parte de un pueblo asombrosamente dotado de talentos y de valor. De un pueblo que ha creado un estado inédito entre tres océanos, que ha cantado sonoramente los ideales del bien y de la justicia.

Este pueblo necesita un gobierno que responda a la grandeza de su destino. Sin él estamos decayendo y perdemos un millón de hermanos y hermanas cada año. Te están quitando las fábricas, los campos y los ríos. Te condenan a la pobreza y a la miseria.

Pero seguimos teniendo riquezas naturales únicas, restos de un poderío industrial, la herencia de grandes centros científicos de enseñanza. Aún queremos construir bellas universidades y naves espaciales, nuevas fábricas y templos del saber.

Afirmando la hermandad de nuestro pueblo, podremos alcanzar nuevas cimas. El ruso y el daguestaní, el yakuto y el tártaro, todos los pueblos del país vivirán como una sola familia en una Rusia libre. La alegre risa de los niños llenará nuestras casas. Y la vida de cada uno se llenará de sentido.

Esto puede ocurrir. Y ocurrirá. Que cada uno, simplemente, cumpla su deber el 4 de marzo.


* * *

Y lo firma Guennadi Ziugánov, no José Antonio. Cosas leeredes.

5 comentarios:

Fernando dijo...

No es tan extraño. Ya en época soviética decían algunos que aunque el marxismo-leninismo era la ideología oficial del PCUS, la ideología real era una especie de nacionalismo pansoviético con algún ribete paneslavista. Además, ¿acaso no fue Alexandr Dugin camarada de Ziuganov en el actual partido comunista?
Saludos

Anónimo dijo...

Creo que le faltan dos detalles para ser un auténtico discurso de extrema derecha:
1- Cambiar la bonita referencia a daguestaníes o tártaros por alguna referente a los malvados caucásicos (en general) que aun recibiendo la generosidad presupuestaria federal no paran de quejarse (a tiros, claro).
2- El enemigo exterior. La malvada influencia americana (los europeos somos muy niñas, me da la sensación) que dedica cientos de millones de dólares a desestabilizar el país.

En cualquier caso no es un discurso muy internacionalista...

beloemigrant dijo...

Para ser José Antonio le falta alguna referencia a la unidad de destino en lo universal. Espera, sí, algo sí que dice.
Pero, ¿no es bonito lo de los daguestaníes? Le quita a su discurso lo que de feo tenía el fascismo utópico.

Alfor dijo...

Fernando, todavía tengo que encontrar un partido ruso que no sea nacionalista. Pero está claro que KPRF no va a serlo.

Anónimo, bueno, que los tártaros no son caucásicos. Pero sí, cuando uno lee a la extrema derecha rusa "de verdad", esa referencia no falta. Y lo de los EEUU es el argumento que emplea Putin, pero Ziugánov lo insinúa en algún punto del programa.

Así y todo, en cualquier país europeo yo creo que sí que entra en el catálogo de discursos de extrema derecha. Pero estoy de acuerdo en que le falta un punto de racismo.

Beloemigrant, a medida que lo iba traduciendo, y no digamos cuando vi lo del destino, me iba sonando a más joseantoniano. Yo creo que a Ramiro Ledesma le hubiera encantado el discurso. Además, la ausencia total de racismo lo acerca mucho más a una extrema derecha española de las de siempre, no las del tipo PxC o España 2000, que juegan con fuego.

javier dijo...

"La alegre risa de los niños llenará nuestras casas" madre del dios bendito, definitivamente esto está escrito para septuagenarios.