lunes, 3 de enero de 2011

La barra de la derecha

Ahora que empieza el año nuevo, va llegando el momento de hacer un cambio de un poco de mayor enjundia en la estructura de esta bitácora. Y es que, aparte de los comentarios que quedan apuntados en las distintas entradas, hay quienes envían sugerencias al buzón que aparece ahí, a la derecha, debajo del avatar, o a alguno otro que algún lector más íntimo sabe que leo.

Las sugerencias son de distinta naturaleza. Hay quien se queja del fondo y de lo difíciles que son de leer las entradas, con ese camuflaje; hay quien echa de menos que no hable más de la Chapman, cosa comprensible. Las sugerencias desagradables y soeces, que también las hubo, desaparecieron hace algún tiempo, supongo que por aburrimiento y porque incluso los más disconformes con esta bitácora entienden que su tiempo puede ser mejor aprovechado en otras circunstancias. En general, las sugerencias son bienvenidas e incluso atendidas, y de ello hay varios ejemplos en distintas entradas, si estoy conforme con ellas o tengo tiempo para hacer caso. Lo del fondo de pantalla es una idea, pero es que es poco menos que una bandera de la bitácora desde sus comienzos, y me da mucha pena cambiarlo. Y lo de hablar de la Chapman es una buena idea, pero me la reservo para cuando la Chapman haga algo que me parezca interesante, aparte de lucir palmito en concentraciones de jovencitos recién hormonados. Dicho sea de paso, si yo fuera jovencito hormonado (una de las dos cosas ya no la soy), hay chicas bastante más cañón que la Chapman, aunque no sean espías.

Lo que me preocupa ahora, y no es la primera vez, y menos después de leer esto, es la fosilización de buena parte de las bitácoras enlazadas ahí, a la derecha, en el (lo voy a decir) blogroll. Lamentablemente, casi la única de temática rusa que se actualiza con frecuencia por lo menos semanal es ésta. Muchas de las demás están abandonadas o renquean visiblemente. Parece que el comienzo del fin de la mayoría de ellas sucede cuando sus autores descubren las redes sociales y el (lo voy a decir también) microblogging. Es algo así como cuando eres adolescente, tus compañeros de quinta se van echando novia y descubres que de repente es como si los hubieran abducido los extraterrestres.

- ¿Has visto a Juan?
- Desde que se echó novia, no.
- ¿Y a Pepe?
- También se echó novia, y hace tiempo que no lo veo.
- ¿Y Luis?
- Tiene novia. He hablado con él por teléfono, pero no hemos podido quedar.
- Mira, ahí viene una chica.
- ¡Tengo miedo!

Con las bitácoras, lo mismo.

- ¿Has entrado en "Volgogrado para principiantes"?
- Sí, pero no actualiza. Ahora está en Twitter.
- ¿Y qué me dices de "Arjángelsk patria querida"?
- No actualiza desde hace meses. Creo que el autor ocupa todo el tiempo en Facebook.
- ¿Y "Diarios de un baturro en Semipalatinsk"?
- Hizo un par de entradas y lo dejó.
- Oye...
- ¿Qué?
- Que me he abierto una cuenta en Facebook.
- ¡Tengo miedo!

En fin. Próximamente me voy a dedicar a indagar si hay alguien por ahí escribiendo bitácoras en español que tengan relación con el contenido de ésta, y a limpiar de alguna manera el contenido de los enlaces. Pido la ayuda de los lectores, que seguro que están bastante más puestos que yo.

2 comentarios:

Albert el papú dijo...

Eres malo, retorcido y perfido. Me doy por aludido, pero debes saber que soy una persona atormentada y poco noble, confundida por la realidad del cruel mundo que me rodea... Por esa razon no actualizo mi sordido blog mas a menudo...

Alfor dijo...

Al'bert, ¡si precisamente tú eres de los que actualiza con frecuencia aceptable!