viernes, 4 de diciembre de 2009

Adviento

El domingo pasado comenzó el adviento, que es, como todos sabéis, o deberíais saber, el período de preparación para la Navidad. Los católicos lo hacemos durar los cuatro domingos anteriores a la Navidad, y en ese tiempo nos dedicamos a prepararnos para celebrar la venida del Señor. El Corte Inglés, por su parte, se dedica a vender cosas a troche y moche y a poner villancicos un tantico hipócritas en sus tiendas hasta pasado Reyes, en que desaparecen los villancicos y los precios bajan.

Los ortodoxos son bastante más cañeros que nosotros. Tienen la gran suerte de que, en Rusia, no se ha instalado El Corte Inglés, ni tienen la locura consumista de dar regalos el 25 de diciembre y el 6 de enero, como padecemos en España, así que pueden concentrarse en lo suyo. Y lo suyo es ayunar.

El adviento ruso, más conocido como "ayuno de Navidad" o "ayuno de San Felipe" (en la foto), comenzó el 28 de noviembre y, de manera simbólica, dura cuarenta días, esto es, bastante más que el nuestro. Con algunas interrupciones, no muy distintas a las que tienen durante nuestra cuaresma, dura hasta el 6 de enero, que en la Iglesia Ortodoxa es la víspera de Navidad.

Vamos, que mientras los católicos estaremos poniéndonos morados de turrón el 24 de diciembre, los ortodoxos rusos consecuentes estarán en pleno ayuno. De carne, ni mirarla. Además, los lunes, miércoles y viernes tampoco se puede comer pescado, vino ni aceite (el 25 de diciembre "católico" caerá en viernes, así que nosotros estaremos en plena comida de Navidad y ellos comerán alforfón y gracias), y sólo por la tarde se puede comer algo. Los demás días (martes, jueves, sábados y domingos), los ortodoxos pueden comer y ¡oooooh, hasta aliñar! los manjares con aceite vegetal, ahí es nada.

El pescado se permite los sábados, los domingos, las fiestas religiosas y los días de grandes santos si caen en martes o jueves. Si no, ni pum. Si caen en miércoles o viernes, pues se quedan sin pescado, pero al menos pueden beber vino y aliñar la comida. Algo es algo.

Al final, o sea, entre el 2 y el 6 de enero, la cosa se pone más intensa. Ahí no hay pescado que valga, así sea sábado o domingo.

Obviamente, todo este ayuno y abstinencia tiene un sentido, que no consiste precisamente en conservar la línea ni en jorobarse porque sí, sino en ligarlo a la limosna y en ejercitarse para luchar contra el pecado, y aquí llega la pregunta de por qué los ortodoxos se lo montan de esta manera, mientras que los católicos nos conformamos con poner velitas en la corona de adviento y con cantar villancicos.

Pues el caso es que los católicos teníamos también un ayuno, además muy parecido al de los ortodoxos, hasta que la regla se fue perdiendo y hoy sólo subsiste en las iglesias católicas orientales.

No sé si sería cuestión de recuperarlo. El aviso, al menos, me llegó el domingo pasado, cuando me sentó mal una sopa infernal, me pasé la tarde devolviendo y ya llevo unos cuantos días mirando muy bien lo que como. Y, oye, se siente uno mucho mejor. Al final del período habrá que hacer balance, además de limosna.

2 comentarios:

Behemoth dijo...

Católico... hombre no sabía que estabas en una secta. Pero bueno, te deseo una feliz navidad y que te lo pases muy bien con los tuyos.
También que no te peguen hachazos con el tema regalos.
¡Feliz navidad Alfor!

PD: Ya sé que es pronto, pero me gusta decirlo.

Alfor dijo...

Behemoth, ya somos dos. Yo tampoco sabía que estuviera en una secta.

Feliz Navidad, Behemoth.