miércoles, 5 de agosto de 2009

Plegaria de los rusos

El resto del reinado de Catalina II, el reinado entero de Pablo I y buena parte del de Alejandro I fueron bastante moviditos, entre conspiraciones, guerras, peleas, follones y Napoleón dándose vueltecitas por Rusia, hasta que Alejandro I fue a París a devolverle la visita. Tras este período de intensa vida social, llegó una época de relativo sosiego, y Alejandro I debió pensar que era hora de volver al asuntillo del himno. Y es así como en 1816 ordenó que en sus actos oficiales se interpretara el himno conocido como Молитва русских, que en castellano es el título de esta entrada.

Alejandro I era un tío un poco rarillo, un anglófilo de la leche con tendencias liberalillas (pero sólo tendencias) y no demasiado aprecio, al parecer, por el arte ruso de la composición, así que la música la tomó directamente del himno británico, sin pagar a la SGAE británica ni nada parecido. Hoy día, los chicos de Teddy Bautista le hubieran denunciado ante el Tribunal de La Haya, por genocida, por lo menos, pero entonces no pasó nada de todo eso y el himno comenzó a interpretarse sin pagar cánones ni nada parecido. La letra, eso sí, la cambiaron a partir del segundo verso.

Боже, Царя храни!
¡Dios salve al Zar!
Славному долги дни
¡Dele al glorioso larga vida
Дай на земли!
en este mundo!
Гордых смирителю:
Al dominador de los orgullosos,
Слабых хранителю,
al protector de los débiles
Всех утешителю —
al consolador de todos,
Всё ниспошли!
concédelo todo.
Перводержавную
Русь Православную
Боже, храни!
Protege, Dios,
a la principal potencia,
a la Rusia ortodoxa

Царство ей стройное,
Su reino es recto,
В силе спокойное, —
tranquilo en la fuerza.
Всё ж недостойное,
Todo lo indigno
Прочь отжени!
apártanoslo

О, провидение,
¡Oh, Providencia,
Благословение
tu bendición
Нам ниспошли!
concédenos!
К благу стремление,
Aspiración al bien,
В счастье смирение,
humildad en la suerte,
В скорби терпение
paciencia en la desgracia
Дай на земли!
¡dánoslas hoy!

Muy bonito, pero eso de copiarse la música del himno británico no podía durar demasiado.

4 comentarios:

Alfor dijo...

Chicos, la verdad es que todos los comentaristas de la entrada anterior sois listos. Agradezco en particular los buenos consejos de "Llendo", que, siendo ni amigo ni enemigo, al menos dice algunas cosas en las que acierta (en otras no, al menos ni me suenan).

En todo caso, sí que parece que estamos cerca del comienzo del fin, así que, si tienen un poco más de paciencia, incluso nos dará tiempo a terminar. Con final feliz, claro. :)

Matroskha dijo...

125 g de garbanos ( pueden ser secos o en conserva)
2 patatas medianas.
3 tomates, unos 300 gr.
1 cabeza de ajos.
400 gramos de arroz de gano mediano.
1 decilítro de aceite de oliva, una tacita.
Azafrán, pimentón y sal.
Medio litro de agua.
Morcilla.
Longaniza.
Blanquet.
Tocino Magro.
1 cazuela de barro y sinó de porcelana pero con la de barro queda ,mejor.

Fernando dijo...

Curioso tu comentario sobre Alejandro I, que era liberal lo sabía pero lo tenía por totalmente anglófobo y masonófobo.
Saludos

Alfor dijo...

Fernando, Alejandro I parece que era un tipo complejo y difícil de clasificar. En primer lugar, lo de participar en la conjura que llevó al asesinato de su padre parece que nunca acabó de digerirlo del todo, y luego parece que era un poco inclasificable. Desde luego, mucho más inclasificable que su padre y antecesor o su hermano y sucesor, que se sabe claramente lo que son. Yo diría que era un poco como Franco, que, según palabras propias, "no se metía en política" y dejaba hacer más o menos a las familias políticas de su régimen sin que se supiera muy bien de qué pie cojeaba.

Vamos, que si Alejandro I hubiera sido gallego, sería un gallego redondo.