miércoles, 14 de marzo de 2007

Peligros marcianos (II): En la tierra

El segundo peligro que acecha en Moscú en los primeros días de marzo es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Es un peligro extremadamente sexista, porque sólo afecta a los hombres; algunos lo arrostran con gusto, y hasta parece que se les ve satisfechos con la perspectiva. Otros elevamos una plegaria de agradecimiento cuando la cosa ha pasado.

El Día Internacional de la Mujer Trabajadora de hecho se convierte en Rusia en el Día de la Mujer, aunque la mujer en cuestión sea esposa de un nuevo rico y se pase el día de compras por la Tverskaya, lo cual es difícil de considerar trabajo, pero, para el caso, importa poco. Es, como es sabido, el 8 de marzo, que es festivo en Rusia. Ya desde fechas antes, la tensión se agudiza. Se convocan reuniones de padres en los colegios para recaudar pasta y regalar flores y lo que sea a las profesoras; se preparan festivales en todos los colegios en honor del día; los grandes almacenes hacen acopio de todo tipo de cosméticos; las floristerías llenan las trastiendas, contratan dependientes para ese día y se preparan para la temporada más alta del año.

Como el 8 de marzo es fiesta, la tensión estalla el 7, que es laborable. Hay poco menos que la obligación de felicitar a toda mujer que se encuentre uno en el camino, so pena de recibir miradas torvas desde cualquier ángulo. En los casos más cualificados, hay que regalar ramos de flores. Y hay que decir que una rosa, en Moscú, el 7 de marzo, cuesta lo que no está escrito... hasta ahora: cuesta cuatro euros por unidad, si hay suertecilla. Así que, haciendo cuentas, un ramo cuesta un ojo de la cara. Además de los ramos de flores, se agradecen cajas de bombones o tartas.

Hacia el final del día 7, me vi en la obligación perentoria de adquirir flores. Por la calle, casi todo el mundo paseaba con un ramo más o menos frondoso; algunos, entre los que me encontraba, con cara de preocupación, ponían cara de periscopio buscando una floristería. El quiosquillo de flores del metro tenía ante sí una cola kilométrica (formada exclusivamente por hombres), mientras los cuatro dependientes se afanaban a toda prisa en formar ramos y más ramos.

Finalmente, cerca de mi casa, encontré una floristería, de la que antes no me había percatado. Era un quiosco poco llamativo, pero, lo que es importante, tenía flores. Y la única cola era un joven que miraba su cartera con gesto preocupado y que salió con un ramo de tres flores y gesto de resignación.

- ¿Qué quiere usted?
- Póngame dos ramos de tres flores de ésas, exactamente iguales.
- ¿De ésas?
- Síiiii, de ésas...

Lo único que sé de flores es que los ramos rusos deben ser siempre de un número de flores impar, excepto en los entierros, en que el número es par. Respondí maquinalmente al resto de preguntas que me hizo la dependienta sobre las circunstancias del ramo, descargué mi cartera y salí de allí.

Creo que, a estas alturas del texto, ha quedado claro que no soy un partidario muy ferviente de la festividad. En primer lugar, porque los regalos por obligación me parecen un engorro; en segundo, y más importante, porque les tengo alergía a las flores, y es seguro que me voy a encontrar cerca de alguna. Y, finalmente, porque, aunque el Cielo me ha librado de esa carga, hay mujeres que se ponen muy pesadas cuando se acerca la fecha.

Eso sí, puestos a elegir entre el Día de la Mujer y que me caiga un cascote de hielo desde lo alto, me quedo con el Día de la Mujer.

6 comentarios:

BAR dijo...

Alfor, en México también se festeja el 8 de Marzo a a mujer...
No tienes idea de cuanto me hace enfurecer dicha festividad...será que sólo en esa fecha nosotras pensamos que valemos, que no debemos de dejar que nos humillen...???
Me parece mucho más humillante tener sólo un día para q las mujeres con baja autoestima se sientan bien. Mujeres, q se dejan maltratar, q se sienten feas, ese día , sólo ese día son bien tratadas...

NO, en definitiva tengo mejores cosas q hacer (como festejar mi aniversario :)) que estar pensando en algo que me parece un aberración.

Si queremos igualdad de género, el hombre debería de tener su día también o no?

Anónimo dijo...

Alf: pero mira que eres ¿No? Deberías dar gracias a que por lo menos yo no te doy el c****zo. Pero que sepas que vas a empezar a pagar... con sudor y lágrimas o si no, atento a la conversación con una de tus hijas:
"Mamá, no me has regalado nada por el día de la mujer" y yo pregunto ¿Y tú a mí? No me has dibujado ni una tarjeta...
Y es que aquí las convencen desde bebés a que ese día tienen que tener regalitos de TODO el mundo.

Alfor dijo...

BAR, día del hombre en Méjico YA. O todos o ninguno.

En Rusia existe el 23 de febrero, Día del Ejército Rojo, pero tiene menor repercusión.

Alfina, a esa cría hay que mandarla un par de meses de intercambio a algún país islámico radical, a ver si vuelve enseñada ;).

Anónimo dijo...

¿Intercambio? Pero ¿A quién nos quieres meter en casa?

Alfor dijo...

Mmmm... bueno, quizá mejor a un internado.

Esther Hhhh dijo...

Estooooo... mira no te voy a comentar por las dudas, pero te mereces que retire el regalito que te dejé en mi blog... Suerte que soy buena que si nosssssssss

Besitosssss