viernes, 30 de marzo de 2007

Pintores de brocha gorda

Estamos en época primaveral y, con algo de antelación sobre lo previsto, la ciudad de Moscú se despereza del invierno, que este año ha sido inusualmente corto, e intenta ponerse guapa de la mejor forma posible. Una legión de pintores municipales ha salido con sus brochas y sus botes de pintura y se ha dedicado a repintar todas las vallas de hierro de la ciudad.

En mi casa, y en otros tantos sitios, la pintura, o el horario de trabajo, terminaron antes de que se pudiera acabar con la labor de repintado. El pintor se retiró a su casa y la valla de hierro quedó con dos caras, una lozana y otra decrépita.

Más o menos así es todo Moscú, donde convive la riqueza más fastuosa con la peor miseria. Donde las habitaciones más caras del mundo, el lujo por el lujo, están a pocos metros de infraviviendas cuyo único destino lógico es la demolición, pero que siguen albergando a gente que hace tiempo que vive en un país que ya no es el suyo. Donde los garitos más inmorales están casi pared con pared con los monasterios más rigurosos. Donde la ideología oficial predicó la igualdad durante decenios, y han bastado un par de lustros para desarrollar diferencias insultantes. Donde coexisten las personas más cultas y con más clase del mundo con legiones de desechos humanos que mendigan para beber y prolongar una existencia que sólo Dios puede saber qué sentido tiene.

Todo el lujo, todo el aparente boato, todo el derroche... y quizá todo acabe como la valla de hierro de la foto, que los pintores municipales pintan por estas fechas sin limpiar la suciedad y el óxido que se han acumulado durante el año. Parece impoluto, pero la porquería cubierta por la pintura siempre termina por salir.

4 comentarios:

BAR dijo...

Así es... Tarde o Temprano saldrá...q triste q ue esto se aplique a la vida cotidiana...

Incluso creo, que hay cosas que deberían quedarse cubiertas.

Un beso

Esther Hhhh dijo...

Madre del Amor Hermoso, Alf, que forma de filosofar sobre esta ciudad que ya hace años que te acoje, mejor o peor, pero te acoje... Y que cierto es lo que cuentas, pero yo creo que eso pasa en todas partes, aunque en unos sitios el contraste es mayor que en otros... Y si no mira a tu ciudad, Valencia, mira como se lava la cara día a día para acojer la America's cup, como han tirado a los que vivían toda la vida en la Malva para hacer un paseo, que vale, ha quedado precioso, no lo vamos a negar. Y cómo mientras la mitad de las arcas municipales se gastan en un evento que nos la trae floja (y perdona la expresión) a casi todos los de aquí, se dejan por hacer cosas más importantes, como construir o restaurar esos institutos y colegios que hacen falta. Pero claro, los hijos de los de arriba no tienen que ir a clase en barracones...
Eso sí, los que vengan a ver la America's Cup con sus impresionantes yates, van a encontrar un puerto de lo más fashion.

Besitossssss

Anónimo dijo...

Vaya, pareces un poco deprimido... ¿Te han dado un toque los "NASHI"?
¿Te vendrían bien unas vacaciones? Lo de la pintura ¿No sería la misma dejadez con la que se hacen las chapucillas en la madre patria?

Recuerda que en todos lados cuecen habas...

Alfor dijo...

BAR, pero, para cubrirlas, hay que taparlas con garantías.

Esther, de Valencia también se pueden escribir cosas, claro que sí, pero eso le toca a otro negociado o a otro momento.

Alfina, anda, déjame cambiar de tono de vez en cuando, que no todo ha de ser sarcasmo.