lunes, 16 de agosto de 2010

El viajecito

La primera parada del viaje la hicimos en Klin, a unos sesenta kilómetros de Moscú. La guía destacó el hecho de que hubiera un McDonald's junto al lugar donde habíamos parado, "por si alguien quería desayunar". Ufff...

El caso es que sí, que el grupo en masa entró en el McDonald's para apretarse una hamburguesa. Cierto es que en el Mac se estaba celebrando la semana de la dieta mediterránea, pero creo que la diferencia con el menú habitual consistía en que le ponían una hoja de lechuga suplementaria al BigMac.

En todo caso, aproveché para echar una ojeada al grupo de turistas del que formaba parte. Treinta y tres personas. Cuatro niños, seis hombres y veintiséis mujeres. Veintiséis. Y las había de dos tipos. Alguna que otra jovencita, no más de tres, y una legión de señoronas, muchas con serios problemas de sobrepeso y de antipatía.

La ausencia de hombres era curiosa. Delante de mi estaban sentadas dos mujeres que iban juntas y cuyos maridos las habían acompañado hasta el autobús... para después irse con viento fresco, supongo que de parranda. Los seis hombres éramos el el marido de la señora que consideraba indecente sentarse a mi lado, otro que iba por su cuenta, como yo mismo, otro más entrado en años que estaba pegado a sus cámaras de foto y vídeo, otro muy simpático que iba con su mujer, y uno último que parecía que estuviera de viaje de novios, porque siempre estaba pegado a una chica que digo yo que sería su novia, y no voy a entrar en las razones por las que pienso eso. Eso es todo. Lo demás, señoras.

Tver no está demasiado lejos de Moscú. La cantinela de la guía Margarita continuó impertérrita, y se hizo algo más enfática al pasar a la región de Tver, donde hicimos la segunda parada, en Gorodnyá, un pueblecito con una iglesia muy bonita y donde pudimos bajar a tener nuestro primer contacto con el Volga.

El Volga no es un río cualquiera, no. Nada de eso. El Volga es el río por antonomasia, el más largo de Europa y cuya cuenca abarca buena parte de la Rusia europea, además de pasar por ciudades, además de Tver, como Yaroslavl, Nizhny Nóvgorod, Kazán, Simbirsk, Tsaritsyn o Astraján. Sí, he dicho Simbirsk y Tsaritsyn, aunque hoy su nombre oficial es Uliánovsk y Volgogrado, y ésta última es mucho más conocida bajo su nombre de guerra: Stalingrado.

Bonita iglesia, y a seguir camino a nuestro destino: a Tver.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El mundo está completamente plagado de McDonalds. Y bueno ¿hiciste amigos? ¿algún contacto no "indecente" con algún compañero de viaje?

Y tú no estás entrado en años, que eso suena a abuelo, tú estás en lo mejor de la vida hombre.

Alfor dijo...

No, hombre, el entrado en años era otro. Yo no estoy ni entrado en carnes.