lunes, 24 de agosto de 2009

Rusismos

Uno de los problemas de tener un padre obsesionado con la corrección en el empleo de las lenguas, y en particular del castellano, es que existen tres niños que deben andar con pies de plomo cada vez que abren la boca. Lo malo es que esos mismos tres niños viven las tres cuartas partes del año en Rusia, en contacto permanente con niños rusos y sólo muy de uvas a peras con españoles. Y muchas veces sus contactos con niños españoles son con residentes en Moscú, que por regla general hablan un español bastante peor que el suyo. El resultado es que el castellano que hablan Abi, Ro y Ame, siendo bueno, presenta ciertos dejes que delatan dónde viven bastante a las claras. Voy a anotar alguno para que tome nota todo aquél que esté en mi misma situación y sepa a qué atenerse a la hora de inculcarles su lengua nativa.

Típica rabieta. Ame se pone a hacer la puñeta a sus hermanas, que estaban pacíficamente poniendo vestiditos a sus muñecas. Ro se levanta con toda la indignación de que es capaz, y es mucha, se dirige a mí y, sin una pizca de acento extranjero, suelta:

- ¡Papá, Ame me molesta jugar!

Lo cual es una traducción literal de la forma en que lo diríamos en ruso: "Папа, Аме мешает мне играть!", pero en castellano no hablamos así. Y esas cosas, claro, hay que cortarlas cuanto antes.

- Ro, ¿qué?
- Que Ame me molesta jugar.
- Estás hablando en ruso con palabras españolas ¿Cómo se dice bien?
- Mmm...
- Se debe decir: "Ame no me deja jugar". O, si quieres, "Ame me molesta cuando juego", pero nunca, nunca, nunca, como lo has dicho tú.
- Bueno, pues Ame no me deja jugar.
- Vamos a ver.

Primera ventaja de la reprimenda lingüística. Hemos conseguido cambiar de tema y a Ro se le han pasado las tres cuartas partes de la indignación que tenía encima; lo cual es una ventaja tremenda.

- ¡Ame!
- ¿Qué?
- Que dice tu hermana que no le dejas jugar tranquila, ¿es verdad?
- Eh... uuuh... - y Ame pone cara de enfadado de cara a la galería, buscando una excusa que no llega.
- ¡Abi! ¿Qué estaba pasando?

Abi continuaba tranquilamente poniendo vestiditos a las muñecas.

- Bueno, pasaba que yo con Ro estábamos jugando con las muñecas...
- ¿Cómooooo?

Efectivamente, estamos ante otra traducción palabra a palabra de la expresión rusa: "Я с Ро играли с куклами", pero en castellano no hablamos así. Las niñas lo saben, pero los primeros días de estancia en España se descuidan un poco.

- ¿Qué has dicho?
- Estoo... que Ro y yo estábamos jugando a las muñecas.
- Bueno, bueno, ahora sí.
- Y Ame se puso a molestarnos especialmente.
- ¿Cómoooooo?

Y otra. "Especialmente", en realidad, debería ser "a propósito", o "adrede", lo que ocurre es que en ruso eso se dice "специально" y resulta casi inmediato decir en castellano "especialmente" que, sin embargo, quiere decir otra cosa.

- Estooo... quiero decir que lo hacía adrede.
- ¿Y dónde está Ame ahora?
- No sé.
- Ya se nos ha fugado. ¡Ame!
- ¿Qué, papá?
- ¡Ven aquí enseguida!

Ame acudió.

- ¿Que estabas haciendo?
- El primo Sedlex me estaba aprendiendo jugar al ajedrez.

¡Nooooo! Por si no fuera poco con los rusismos, llega el primo francés y les inculca galicismos. Efectivamente, es una traducción palabra a palabra de: "Le cousin Sedlex m'apprend jouer aux echecs"... sólo que en castellano tenemos el verbo "enseñar".

Está visto que ni en España puede uno bajar la guardia.

- ¡Hala! ¡A hacer todos los deberes!
- ¡Pero, papá! ¡Que estamos de vacaciones!
- Bueno, era por si acaso... ¡pero como no me habléis bien os vais a enterar!

2 comentarios:

Satur dijo...

Con lo que me cuesta que mis sobrinos hablen un poco bien, me imagino que con tantas influencias debe ser tarea imposible. No te rindas, que al menos tendrán la ventaja de hablar varios idiomas.

Alfor dijo...

Satur, bienvenido ¡Y claro que no me rindo! Duro con tus sobrinos.