viernes, 19 de junio de 2009

Rencillas religiosas (II)

Como me siguen preguntando incesantemente cuáles son las diferencias entre los católios y los ortodoxos, y yo en la penúltima entrada dejé la cuestión incompleta, creo que voy a interrumpir mis exabru... digooo, opiniones sobre cómo organiza España el voto de los españoles que vivimos fuera de nuestras fronteras, y voy a seguir deslindando ambas confesiones.

Decía, después de escribir sobre el "filioque" y la autoridad papal, que hay dos cuestiones aparentemente importantes, pero que no lo son, o no lo deberían ser, tanto:

1.- La primera, la liturgia. La liturgia ortodoxa es muuuuy distinta a la católica, y no digamos después del Concilio Vaticano II y de la implantación prácticamente exclusiva del "Novus Ordo Missae". En primer lugar, es en eslavo antiguo, tal y como la liturgia católica era en latín (y algunos creemos que debería seguir siéndolo); pero es que además es que es mucho más rica en simbología, prácticamente como todo el Oriente. En el Occidente empirista el concepto de signo, que en Oriente es muy natural, tiene que entrar con un calzador bastante fuerte, y así es como la liturgia católica, además de en lengua más vernácula y menos "católica", resulta ser más simple. Que no sé si es bueno o malo, pero es así.

Curiosamente, no es una cuestión litigiosa. Y no lo es porque dentro de la Iglesia Católica hay una multiplicidad de liturgias bastante importante, con lo que aceptar la ortodoxa no significa ningún problema. El Novus Ordo (vamos, la misa que veréis si os acercáis a la iglesia más cercana) es con mucho la más frecuente, pero ahora os podéis encontrar con la liturgia mozárabe, con la misa tradicional (gracias, Benedicto :) )... y también con la propia liturgia bizántina, que es la que han conservado las iglesias uniatas, que son tan católicas como el obispo de Roma y que, sin embargo, externamente parecen totalmente ortodoxas.

Es más: un católico estándar ruso es MUY diferente a un católico estándar español. Un católico estándar ruso es liturgista, se sabe todas las oraciones en latín, sabe un montón, es rabiosamente conservador y sabe por qué, le gusta que las mujeres estén en el templo con la cabeza cubierta (entre los ortodoxos es prácticamente obligatorio, aunque se ve cierta relajación últimamente), mira con desconfianza las guitarras en misa, con lo bonito que es el órgano, y ni se te ocurra sugerir que, si no hay monaguillos, a lo mejor podía haber monaguillas. No, señor, un católico ruso ha sido un tío al que le han puesto históricamente todo tipo de pegas y ha resistido a pie firme.

Un católico estándar español es litúrgicamente un dejado, del que se puede decir literalmente que no se sabe de la misa la media. Es un tío que siempre lo ha tenido fácil para ser católico y que, en cuanto vienen mal dadas, abandona las trincheras sin demasiados remordimientos.

Vamos, que los católicos no hacemos un campo de batalla de la cuestión litúrgica. Los ortodoxos sí: los ortodoxos hacen un campo de batalla de casi cualquier cosa.

2.- La segunda cuestión poco importante es que haya presbíteros casados. Un presbítero es lo que el vulgo conoce como sacerdote o cura.

En este punto, y también lo veremos en el siguiente, la Iglesia Católica, a la que habíamos visto bastante menos rígida que la ortodoxa hasta el momento, se convierte en bastante más severa.

Pero eso queda para la próxima, que hoy se hace tarde. Tardísimo, leches.

6 comentarios:

Nemesis dijo...

Hola! Vaya, he encontrado este blog por casualidad y llevo toda la tarde enganchado, leyendo un montón de entradas. Además de temas interesantes, ¡bien escritos!... Cuentee con un nuevo fan ;)

En cuanto a las diferencias entre católicos y ortodoxos, las dos entradas han sido muy clarificadoras, espero la tercera :)

Anónimo dijo...

Hombre, bastante más severa no sé, creo que los curas católicos de rito griego sí se casan.

Saludos.

Fernando Pio Galán dijo...

Estimado Alfor:

Enhorabuena por el blog, que sigo desde hace tiempo.

Una pequeña precisión; por lo que sé la iglesia ortodoxa no admite que los presbiteros se casen, sino que ordena diáconos (y posteriormente presbíteros) a hombres casados, y que viven vida de casados. Que no es lo mismo que "se casen los curas", como se escucha por ahí. De hecho, en la tradición de la Iglesia nunca se ha permitido el matrimonio, siquiera de diáconos.

La misma disciplina siguen las Iglesias uniatas con Roma. Y en la disciplina Católica Latina, se puede ordenar a hombres casados si ya no viven en matrimonio (por viudedad o acuerdo con la esposa, esta praxis la hubo siempre) o con la nueva institución de diáconos permamentes, se ordena a hombres casados que viven en matrimonio, exclusivamente diáconos, y con el compromiso de no volver a casarse si se quedaran viudos (o se anulara canónicamente el matrimonio)

No es por ser pedante, pero dado el nivel de tu blog, me parece que esta observación te será útil

keithania dijo...

Le doy la razón a Fernando, creo que es importante especificar que los presbiterios de manera general sólo se pueden casar antes de ser ordenados sacerdotes, no después.
No sabía que los católico-orientales aceptaban el matrimonio para sus presbíteres.
Y bueno, en España, tras una catolicismo impuesto durante más de 30 años, no es de sorprender, que seamos un país católico por tradición que por devoción. En el momento que conozcas partes de la liturgia ya eres un beato. Eso sí, la boda de blanco y por la iglesia, que ya lo decía Sabina: "triste como una boda por lo civil." :)

Alfor dijo...

Nemesis, gracias por el piropo. La tercera está también en camino. Pásese por aquí cuando quiera.

Anónimo, sí, es verdad, pero es que los curas católicos de rito griego son un porcentaje relativamente reducido.

Fernando Pio Galan, muchísimas gracias por tu comentario, tanto más cuanto que tienes toda la razón. De hecho, ya he corregido la expresión (los curas, efectivamente, no se casan, aunque los hay que están casados desde antes de ordenarse). En cualquier caso, es mañana cuando tenía previsto meter la entrada sobre el celibato. Y aún quedará la última diferencia.

Te animo a comentar, y a corregirme, cuando, como en este caso, me haya expresado mal, y mucho más cuando meta la pata.

Keithania, nada de treinta años :). España es confesional católica desde el 589. De hecho, entonces fue cuando inventamos el filioque... porque fueron nuestros antepasados quienes montaron el cirio.

Y sí, tienes toda la razón. Al menos, lo bueno de la situación actual es que ser católico tiene mérito, cosa que antes no estaba tan clara.

Unknown dijo...

Los cristianos, desde siglo ll, se distinguen de los demás, no por la lengua, ni la tierra, ni los hábitos, sino por saber superar las leyes con la propia vida, con virtudes naturales de la ética social y familiar, vividas de tal modo que la fidelidad deja percibir en ellos un halo de trascendencia que no deja indiferentes a quienes precisan llegar a la fe para encontrar el sentido de la propia vida y así agotar su esperanza en las vanas realidades naturales. Esto que dejó escrito en un discurso un tal DIOGNETO como breve tratado apologético, es aplicable al tema que has tocado.