viernes, 25 de julio de 2008

Atención médica

En España, un extranjero cae enfermo y no tiene más que presentarse en los servicios de urgencias de un hospital, donde le preguntarán si está de alta en la Seguridad Social, pero, si no lo está, aunque los responsables tuerzan un poco el gesto, le atenderán debidamente y harán todo lo posible por curarle. De los sistemas de sanidad pública que conozco (y conozco, por ejemplo, el alemán), el español, de atención médica universal, es el que más me gusta, y que quede claro que no es chauvinismo. Por cierto, al extranjero del ejemplo no le cobrarán un duro.

Aquí, no.

En Rusia, para un extranjero, caer enfermo es un problema de los gordos, incluso si trabaja y está de alta en la Seguridad Social. La sanidad pública es como para echarse a temblar. Los médicos, pésimamente pagados (incluso peor que los españoles, que ya es decir), son de una calidad razonable, pero las instalaciones dan muchísimo que pensar. En el par de ocasiones que he ido a visitar a enfermos al hospital donde estaban internados, he tenido oportunidad de ver auténticos vertederos dentro del recinto del hospital y hasta a alguna rata corretear por entre las basuras. Y, al bajar por la escalera, he llegado a ver que en algunas repisas, que sólo se ven desde arriba, los servicios de limpieza habían amontonado basuras, como quien las mete debajo de las alfombras.

Si no estás en la Seguridad Social rusa (la normativa rusa permite que los trabajadores extranjeros opten por la Seguridad Social de su país de origen, lo cual es una opción, obviamente, bastante popular), la cosa se complica más. En teoría, en ese caso lo único gratuito es la llamada "skoraya", que podría traducirse por servicios de urgencia, pero que más bien son las acciones básicas, realizadas por una unidad ambulatoria, para que el enfermo no se quede en el sitio. Todo lo que no sea eso se tiene que pagar a tocateja y por adelantado, así estés delirando de fiebre o con espasmos de angustia. Y no mola, claro, pensar cuando te evacúan medio muerto en ambulancia que te tienes que llevar un fortunón en rublos para hacer frente a los gastos, porque, de lo contrario, se siente. En los servicios médicos públicos no saben qué es eso de las tarjetas de crédito y no aceptan otra cosa que los billetes del Banco Central de Rusia; así que, por si las moscas, más vale tener el calcetín lleno.

Puestos a pagar, el común de los guiris opta por el sector médico privado, cosa comprensible. Los médicos están mejor pagados, con lo que su calidad y motivación aumenta, y las clínicas están limpias. Buena parte de las empresas moscovitas comprende la situación e incluye un seguro privado entre los incentivos laborales.

En mi caso, el seguro es bastante incómodo. Tengo elección de médico (y eso es muy importante), pero tengo que adelantar el dinero (y eso es una lata) y luego, para recuperarlo, tengo que realizar un proceso burocrático bastante tedioso (y eso es una tortura) que intento aplazar lo que puedo, pero que, si quiero la pasta, tengo que llevar a cabo.

La mayoría de los guiris pasa de las clínicas privadas rusas, porque los médicos rusos hablan muy bien el ruso, sí, pero su don de lenguas acaba allí y el de un buen número de extranjeros tampoco abarca el ruso, al menos para explicar al galeno qué le duele a uno, así que las clínicas extranjeras, que son más caras que el sueldo de mi jefe, están ganando adeptos. La más cercana a mi casa es el Centro Médico Europeo; cuando llegué, la mayoría de los médicos eran franceses; las dos últimas veces que he ido más bien estoy por pensar que eran israelitas.

El caso es que yo pensaba que los médicos de ese Centro eran escogidos porque hablaban inglés y francés y mucho menos por sus cualidades profesionales. Incluso he sabido de algunas pifias en sus diagnósticos bastante peliagudas, y de alguna contratación realmente polémica. Pero la última vez que fui ya me di cuenta que había un montón de rusos y, para mi sorpresa, encontré allí, en la sala de espera, a Alexey Savrásenko, que la mayoría de vosotros no sabréis quién es, pero que resulta que es el pívot titular del CSKA de Moscú. Y, digo yo, si el mismísimo CSKA de Moscú, campeón de Europa de baloncesto y equipo con mayor presupuesto del continente, envía a sus jugadores al Centro Médico Europeo, pues será que últimamente a los médicos ya los eligen con criterios más profesionales, aunque sigan hablando idiomas.

Como comprenderéis, toda la parrafada de arriba viene porque me encuentro tirando a pocho desde hace un par de días y me molestaría mucho caer enfermo justo antes del punto álgido de la temporada de carreras populares en Valencia... y de mis vacaciones, así que estoy deshojando la margarita sobre si ir a la clínica rusa privada de toda la vida (la de la foto de arriba) y contar mis penas en ruso o al Centro Médico ése de marras y ver qué tal me salen los lamentos en inglés o francés. A ver por cuál me decido.

5 comentarios:

Esther Hhhh dijo...

Alfito, por Dios, cuídate, hombre, aisssshhhhh (y elije bien el hospital. Yo sé lo que haría en tu caso, lo mismo que hago aquí: Ni acercarme)

Besitos

César dijo...

A mi me repararon en un hospital público de Kishinev hace siete años. Lo hicieron estupendamente; con clavos de titanio y todo [previo pago anticipado, claro está]. Sin duda, las instalaciones físicas debieron conocer tiempos mejores. La calefacción no funcionaba -en enero!- y el timbre para avisar a la enfermera parecía un simple detalle decorativo. En cambio, el personal sanitario era de primer nivel ... Y podía fumar en mi habitación!

Comprendo la aprensión del guiri que se pone malito repentinamente mientras alucina en la Plaza Roja. En tu caso, como en el mío años atrás, la cosa no es preocupante [creo humildemente]. Si no puedes evitar el trance, como muy bien te sugiere Esther, el edificio de la fotografía tiene buena pinta ... Animo, pues.

Alfor dijo...

Esther, tanto como "ni acercarse". Podría ser, pero creo que no sería responsable.

César, sí que parece que el personal es bastante mejor que los medios de que disponen. El edificio de la fotografía es bueno, es al que he ido habitualmente cuando ha sido necesario, pero me tirá para atrás lo condenadamente burocráticos que son.

Anónimo dijo...

Todo es cuestión de tiempo ... ¿vieron a la presidenta de la CAM (comunidad autónoma de Madrid) metiéndole la cara a los funcionarios de sanidad del "12 de Octubre" -creo, o del Gregorio Marañon- cuando le increpaban (a gritos pero sin invadirle su espacio cercano) por la privatización (encubierta) de los servicios sanitarios ...?, como dije cuestión de tiempo, y no mucho por cierto.

¿Cómo era la cosa en tiempos soviéticos para los extranjeros que caían enfermos/lesionados/etc?.

A otra cosa

¿Te (/les, ejem) gustó la página de análisis -y noticiario- militar?

Otra cosa más

Unas preguntas que dejo en el aire por si alguien las quiere responder, son dudas que me surgen cuando leo las noticias actuales sobre Rusia ... ¿Rusia no tiene capacidad para construir sus propios petroleros, en tiempos soviéticos quién los hacía (claro, si los hacían)...? ¿es cierto eso de que el 40% de los alimentos consumidos en la Fed. Rusa son importados (leído si mal no recuerdo en Ria Novosti no hace mucho)?

Si esta es la política industrial del hijo del señor y la señora putina ... no ha de extrañar a nadie cosas como esta http://www.nameofrussia.ru/rating.html?all=1


saludos a todos: altos y bajos, guapos y feos, listos y tontos, socialistos y socialistas, gentes con gafas (!) o sin ellas, liberales y fascistas, blogueros serios y blogueros de opereta (!), vodkeros o whiskeros ...

p.s.- Por curiosidad me he bajado algún que otro mp3 del cantautor (bard) Visotsky ... imagino que las letras serán fabulosas por que lo que es el conjunto, de las que he escuchado, ... supongo que en las demás facetas donde se expresaba sería mejor.

Pinchen en mi nick, o oígan esto otro, más acorde con el lugar: http://www.youtube.com/watch?v=hXNh_4K287g

Alfor dijo...

Elmoro, uf, cuántas cosas. A ver, por orden:

1.- A la mujer más liberal de España no la sigo mucho. Pero, desde que la sanidad está transferida a las comunidades, me imagino que podría haber alguna diferencia. Lo que yo conozco de sanidad público-privada, que es el hospital de mi comarca, funciona de narices.

2.- En los tiempos soviéticos los extranjeros eran cuatro gatos vigilados constantemente y tenían una clínica sólo para ellos, a la que no podían pasar rusos.

3.- La página de análisis militar es chula, pero no sé mucho del asunto y no creo que aprenda en un futuro próximo.

4.- Rusia no sólo tiene capacidad para construir sus propios petroleros, sino que los construye. Lo que pasa es que los astilleros (y no sólo los rusos, sino los de todo el mundo) están colapsados y los armadores buscan capacidad donde sea.

5.- Rusia importa mucha comida. A mí me parece normal, porque hay alimentos, sobre todo muchos frescos, que no puede producir decentemente porque el clima es como es.

6.- Lo de nameofrussia es un simpático entretenimiento, pero yo votaría por Sharápova y no he visto su foto. La única mujer de la lista es Catalina II... que era alemana. Francamente injusto, cuando todo el mundo sabe que Rusia se sostiene sobre todo gracias a sus mujeres.

7.- Las letras de Vysotsky son muy buenas. No es mi estilo (yo me quedo con Mashina Vremeny y con Voskresenye), pero las letras son realmente buenas.