martes, 1 de abril de 2008

La cesta de la compra (II)

Bueno, pues todavía quedaban algunas cosas por comprar, pero esta vez no han caído:

1.- Chocolate en polvo. Ya tengo un par de kilos por casa, y por eso no lo he comprado en esta ocasión. Como esta bitácora no admite ningún tipo de patrimonio, no voy a decir de qué marca es, pero seguro que el lector habitual de esta bitácora sabe a qué atenerse sobre esto.

Y es que el chocolate que se vende en Rusia sólo con pena y trabajo permite hacer un chocolate a la española, espeso y con la cuchara tiesa sobre la taza.

2.- Naranjas. Esto con lágrimas en los ojos. Dos semanas comiendo naranjas recién cogidas del árbol por mí mismo, bebiendo zumo de naranja hasta rebosar por las orejas... y se acabó. Alguna vez que he comprado naranjas en Moscú, incluso en sitios caros, me he llegado a enfadar directamente. Algunas parecían orejones. Se podría haber sacado más zumo de un kilo de papel de lija.

Pero los veinte kilos son una limitación importante, y ya se sabe que las naranjas, otra cosa no, pero pesar, ya lo creo que pesan.

3.- Longaniza de Pascua. Correcta apreciación de Esther en la anterior entrada: ¿cómo no llevo longaniza de Pascua en estas fiestas destacadas? Bueno, pues lo que pasa es que alguna vez sí que he comprado y resulta que por la familia lo que les gusta es el fuet. La longaniza está bien, pero se va quedando aparcada hasta que uno se da cuenta en noviembre de que estaba allí y, para entonces, cuando uno quiere comérsela, más que la dentadura, lo mejor es utilizar la sierra eléctrica.

4.- Pimentón. Otra cosa difícil de conseguir en Moscú. En mi caso, tuve la suerte de hacerme con una caja de nosecuántos botes, que me regalaron porque no había forma de venderla. El caso es que la dichosa caja permitirá hacer patatas bravas, al paso que voy, hasta a mis bisnietos.

5.- Dulce de membrillo. A mí me gusta, pero al resto de la tropa no tanto, por lo que acabo comiéndomelo todo yo. Y eso, claro, trae consecuencias en el aparato digestivo y en la consistencia de los, ejem, desechos. En cualquier caso, no parece nada consecuente con lo de traer Hemoal.

Eso sí, que nadie olvide que lo del Hemoal es un encargo. Eso que quede claro. :)

1 comentario:

Esther Hhhh dijo...

Si, sí Alfito, lo del hemoal, claro ha quedado... Ains que lástima lo de las longanizas, a mi me encantan. El fuet me gusta mucho tambien pero es que como las longanizas sólo están en esta época... Y lo de las naranjas, aaainsssssss que laástima por dios...

Besitos