martes, 19 de junio de 2007

Murmuradores

En el pasado, algún rusófilo español acusaba a esta página de estar sesgada y de poner a caldo a Rusia y a los rusos. Y la verdad es que, a pesar de que lo intento, y lo intento mucho, es raro el mensaje en el que, aunque sea entre líneas, no se me deslice alguna puya contra este país en el que resido. Y en algún caso, cuando doy rienda suelta a lo que me pide el cuerpo, la puya ya es de picador consumado.

El rusófilo español, por regla general, reside en España. Alguno pasa a residir a Rusia, y entonces su rusofilia se atenúa hasta acabar por desaparecer, y hasta darse cuenta un buen día de que está echando pestes de Rusia, de los rusos (y, muchas veces, también de las rusas) y en general de todo lo que se mueve por aquí. Alguna excepción habrá, pero hay casos a patadas.

Y es que, a pesar de que a esta bitácora se le acuse de murmuradora y de poner a Rusia como no digan dueñas, lo cierto es que esto no es nada, pero nada, comparado con cómo las gastan mis compatriotas españoles, y los occidentales en general, algunos de ellos casados con rusas (a la inversa apenas se da el caso), cuando se juntan y despotrican a base de bien del país. Y, cuando despotrican tras meterse un par de copas, in vino veritas, la cosa ya adquiere tintes dramáticos. Muchas veces lo hacen en presencia de sus mujeres, rusas, o de rusos que hay por allí, que lo más que hacen, cuando no callan, es reírse y darles la razón. Al menos, el reconocer el desbarajuste kafkiano que hay montado por aquí les honra.

Y, en esos casos, cuando sacan el cuchillo, cuando empieza a oírse "esto es un infierno", "menudo caos que tienen montado por aquí", "ya estamos otra vez", "vaya tropa", "son la gena", "son lo peor" y muchas otras que prefiero no transcribir, entonces es cuando un servidor de ustedes, a quien tachan tan injustamente de malediciente, se ríe y procura no echar más leña al fuego, e incluso aduce que en España no todo el monte es orégano y también tenemos nuestras cositas que mejorar.

Y es que, aunque los rusófilos piensen que su enfermedad no tiene remedio, ya lo creo que la tiene: que se vayan a vivir a Rusia, y verán cómo se les pasa.

5 comentarios:

Operación Matrioska dijo...

Uno que, muy a su pesar, ha tenido que coger unos cuántos aviones, ha podido experimentar dicha actitud, que yo definiría como "Síndrome del Expatriado", bastante a menudo.
Es lo más normal del mundo, y en general no es dañida (salvo en alguno de los casos que comentas, cuando la gente se olvida de que tienen habitantes del país en la mesa...). De hecho, los españoles somos de los que más "disculpa" tenemos, porque nos ENCANTA criticar. Cuando estoy en España no paro de oir a mi gente poniendo a parir a alcaldes, policías, vecinos, televisiones, etc, etc, etc.
De mis experiencias, creo que los Argentinos andan por el estilo en este placer autocrítico.
En cualquier caso, y metiendo más leña al fuego, a ver quién es el guapo que me niega que en este país no ocurren situaciones kaskianas día sí, y al otro también. Lo cual, insisto, no quiere decir que no critique mi país, que lamentablemente me da más vergüenza ajena cada día...
Digamos que el sistema es una "válvula de escape" de los expatriados. Aunque reconozco que también estaría bien oir más a menudo cosas buenas de este país, su cultura y sus gentes....
Yo soy el primero que uso términos como "agujero", "uris", "gena"...., pero me gusta este país y si no recuerdo mal, en algunas de mis entradas hice algún que otro comentario positivo.
Y finalizando, reconozcamos todos que nos gusta mucho más una historia dantesca, que un relato exaltador sin "incidente incitador"..

Esther Hhhh dijo...

Ya sabes lo que dicen Alf... Muchas veces se ve el pelo en el ojo ajeno y no la paja en el propio...

Besitos

Alfor dijo...

Botas, incluso yo he hecho algún comentario positivo. La verdad es que la entrada no va por nadie en concreto ni en abstracto. Simplemente me parece curioso que, de todos los que están enamorados de Rusia, no conozca ninguno que viva en Rusia. Los que vivimos en Rusia no paramos de echar mano de nuestra, como bien dices, "válvula de escape" y de hacer acopio de paciencia.

Esther, a ver esas citas bíblicas, que el especialista en citas bíblicas soy yo. Es "la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio". De todas maneras, lo de aquí es mucho más que una paja.

BAR dijo...

Recuerdo al añónimo Rusófilo...jajaja y qué molesto era...no dudes que comente ene ste post..

Saludos

Esther Hhhh dijo...

Ains ya decía yo Alf, que algo me fallaba en la cita... Pero tú me entendiste que es lo que cuenta..
jejejejjee

Besossss