martes, 20 de marzo de 2007

Quintacolumnistas

El origen del término "quinta columna" viene de la Guerra Civil española. Cuando los nacionales avanzaban hacia Madrid, le preguntaron al general Emilio Mola cuál de sus cuatro columnas sería la primera en alcanzar la capital; éste respondió que no sería ninguna de las cuatro, sino la quinta columna, la de sus partidarios en Madrid. La cosa acabó mal, porque los republicanos se lo tomaron en serio y se dedicaron con especial ahínco a enviar al otro mundo a cualquier sospechoso de congeniar con el enemigo, que, por otra parte, tardó bastante más tiempo del previsto en entrar en Madrid, hasta el punto de que el general Mola, que murió en un accidente en 1937, no llegó a verlo.

Vamos, que "quinta columna" viene a ser como el conjunto de los partidarios de una potencia extranjera en el país propio. En España tenemos, por ejemplo, a los rusófilos, alguno de los cuales se ha retratado a sí mismo de manera elocuente en los comentarios a ciertas entradas anteriores de esta misma bitácora. En Rusia, a veces, aparece algún quintacolumnista no sé bien si prohispánico o simplemente antirruso, y sería normal buscarlos entre los alumnos de español, en este caso los del Instituto Cervantes, sede de Moscú. Sí, a veces pasó por lugares donde se imparte la cultura e incluso asomo el hocico por alguna aula, aunque esto sólo acompañado de escolta.

Bueno, pues en la pared había pegados unos murales que los alumnos, rusos, que quede claro, habían escrito sobre Moscú. Había de todo (incluso alguno alabando la vida campestre en Moscú... ¿campestreeeee...? ¿Pero en qué barrio vivirá el autor?), pero el quintacolumnista más destacado era el del mural de la foto. Le cedo la palabra:

"¡¡¡NO VENGAS NUNCA A MOSCÚ!!!
  • ¡Ven a Moscú si quieres sentirte miserable, solo, olvidado en esta ciudad violenta, peligrosa y inhumana!
  • ¡Ven a Moscú si siempre has soñado con accidente de coche: cruza la calle por el paso de cebra y te morirás enseguida!
(Aquí hay un dibujito algo menos logrado que el texto, con un peatón atravesando la calle y la leyenda: Es una costumbre rusa muy típica para recibir y saludar a los extranjeros)
  • Es aconsejable que muestres mucho dinero en tu cartera estando en el bazar. ¡Y espera una sorpresa: Tendras muchos amigos verdaderos!
En fin. No conozco al autor (o quizá autora, a juzgar por el uso de colorines), pero, desde luego, no parece contento con su vida, o estaba pasando un mal momento, o padecía los efectos de una tormenta magnética mientras lo redactaba; pero, de las tormentas magnéticas, otra especialidad local, tocará hablar otro día.

Eso sí, el autor sabe castellano, aunque, mmmm, se le han escapado tres faltitas. Esos profesores de español indulgentes...

7 comentarios:

Esther Hhhh dijo...

Madre del Amor Hermoso, Alf, y luego dicen de ti... Est@ creo que tiene bastante mal concepto de Rusia.
Acuerdate de avisar a tus Anonimos amigos que ESTE ARTÍCULO NO ES TUYO. No vaya a ser que la paguen contigo.
Por cierto ¿y qué tal con la cremà improvisada?¿que quemasteis al final?¿Hubo traca?¿y bomberos? Seguro que de haberlos, no son tan salaos como los valencianos, jejejejjeejeje...

Besitosssssssss

BAR dijo...

PERO QUE MIEDO....pienso que esa niña será no más que una sociopata agresiva con psicosis...

Y es que imagina ...si esto piensa de niña...q pensarán los padres? y la maestra cómo pone eso en el mural?

Sin duda necesita más amor, o una visita al psicólogo...

Un beso

Alfor dijo...

Esther, la cremà tuvo lugar como está mandado. Hubo fuego y bengalas. Pero no hubo ruido, porque los vecinos se hubieran extrañado, y no para bien; y, como no sé el tiempo que seguirán siendo mis vecinos, más me vale que no me tomen más ojeriza de la estrictamente necesaria.

BAR, probablemente se trataba de una tormenta magnética. En Moscú, los cambios de humor son radicales, y uno pasa de verlo todo de color de rosa a verlo todo de color de negro. En todo caso, Moscú no está tanmal.

Anónimo dijo...

Creo que los rusos de a pie han idealizado Occidente (en buena parte gracias a telefilmes como Melrose Place), y cuando comparan sus propias ciudades con su ideal occidental pues claro las suyas salen perdiendo.
Mi experiencia de 5 años en Moscu es que no hay mas violencia callejera que en cualquier ciudad occidental (diria que bastante menos, y sobre todo no hay violencia gratuita, pegar a alguien por diversion, moneda corriente en Barcelona, por ejemplo). Que pasar una calle en Moscu tiene sus bemoles? Pues si, pero casi siempre hay tuneles de metro para hacerlo, al menos en el centro. Es conñazo subir y bajar escaleras, pero es seguro. Sobre la codicia de los vendedores de bazar, pues en fin, que este chico o chica no ha visto nada. Creo que es un caso clasico de depresion eslava.

Alfor dijo...

Anónimo, pues sí, parece un caso de depresión eslava. Ahora bien, eso de que en Moscú no hay violencia gratuita yo no lo diría tan alto. Es más, yo pienso que la vida humana vale aquí menos que en otros sitios (aunque no puedo comparar con Barcelona, donde sólo he estado un par de semanas de paso); pero bueno, es mi opinión.

Anónimo dijo...

Yo no presencie ni me entere de ningun caso de violencia gratuita durante mi estancia en Moscu. De lo que si hay es mucha violencia a sueldo, pero, como decia un compañero frances, "ésta solo afecta a quienes andan metidos en negocios de alto valor añadido". Recuerdo el asesinato de un hombre de negocios americano llamado Tatum, a cargo de una pandilla armada con los AK40 estandar, en la estacion de metro de Kievskaia, al pie de los hermosos mosaicos desde los que el camarada Lenin animaba a los rusos a currar duro (con poco exito, hay que decir). Pero tortas tontas, pues no vi ninguna. En cambio, nada mas llegar a Barcelona me encuentro con pandillas durante las noches del fin de semana se dedican a "pinchar" a quienes se encuentran por casualidad en sabado noche. Y sin afan de lucro (como una ONG de la puñalada, vamos). Tambien en Madrid parece estar la vida animada, con los tiroteos entre colombianos o las peleas masivas entre nativos e inmigrantes, como la reciente batalla campal en una localidad suburbial de la capital.
Mas en serio, por mi trabajo, me ha tocado vivir en lugares de gatillo facil, como Pakistan, Marruecos, Georgia, Kosovo, o la misma Rusia, pero cuando alguien me dice si no temo que me peguen un tiro o me metan una bomba, les recuerdo que a 50 metros de mi domicilio en la pacifica y turistica Barcelona, remanso de paz y archivo de cortesia (Cervantes), hay un hipermercado llamda Hipercor donde murieron veintitantas personas de un bombazo. Es solo cosa de probalidades el que a uno finalmente le den,

Alfor dijo...

Ismaylovksy Park, creo que tiene usted bastante razón en lo que dice; pero, como yo fui hace un tiempo víctima de la violencia gratuita en Moscú, y en casi todos los demás sitios he tenido la fortuna de escaparme, pues también tengo mis sesgos. Algún día de éstos ya contaré el día que tres tipos que parecían salidos de la Naranja Mecánica me patearon la cabeza y me dejaron medio desmayado en el suelo.