sábado, 18 de noviembre de 2006

Costumbres nupciales


A esto había que llegar algún día. En España, las costumbres nupciales son bastante rutinarias (menos para los novios, claro), y se pueden configurar con las siguientes etapas: febril actividad por la mañana, desplazamiento a la iglesia, espera de rigor por parte del novio, celebración del matrimonio propiamente dicho, firmas de los testigos, fotos, desplazamiento al local donde se va a producir el banquete, banquete, palabras de rigor de los contrayentes, vals, bailes progresivamente atrevidos, barra libre, cogorzas incipientes, promesas de amistad eterna entre ciertos invitados, desplazamientos desde la zona de baile a la de la barra libre, cogorzas progresivas (sobre todo de ciertos parientes serios, a los que nunca se esperó ver en tal estado), decimoséptima copa en mal estado (sólo la decimoséptima, no como las dieciséis anteriores, que eran de buena calidad), mareos y náuseas, fin de la celebración, cierre del local, retirada de algunos carnés de conducir, noche de bodas (en la que pudorosamente omitimos los detalles) y, finalmente, viaje de novios.

En Rusia, hay algunas diferencias, claro, pero hay una que llama poderosamente la atención, que es la que se produce en la fase de desplazamiento de los recién casados entre el lugar donde se celebró el matrimonio y el de la celebración. Así como en España, cualquier pariente con un coche más decente que el resto se ofrece a conducir a los contrayentes hasta donde haga falta, en Rusia, hay que ir en limusina y, cuanto más larga y fardona, mejor. El que no lo hace es un pobre diablo y mejor es que no se case.

Y en Armenia, además, es de buen gusto y tradición montar un cortejo de coches, a ser posible con varias limusinas, dependiendo de los posibles de la familia, y dar tres vueltas alrededor de la plaza principal de la capital, cortando el tráfico todo el rato posible.

Se casó una chica armenia de pueblo, que iba a vivir a la ciudad, y la llevaron a la plaza de la República en la limusina de rigor. Dan una vuelta, una segunda, una tercera... y, en lugar de desviarse, siguen dando vueltas, una cuarta, una quinta... y así hasta diez.

- Pero, ¿de qué vais? ¿Para qué dais tantas vueltas?
- Es que a la novia la han contratado como limpiadora en el ayuntamiento, y queremos que conozca bien la plaza, porque, desde mañana, la va a barrer todos los días.

4 comentarios:

Galo dijo...

Justo iba a hablar de esas limusinas de trompa de 4x4 y no sabia bien como describir toda su fealdad, por suerte aparecio en el video.
A mi me resultaron bastante pasadas las 2 bodas rusas a las que tuve que ir. Sobretodo cuando esta el animador o animadora que supuestamente lleva adelante la fiesta. Una directamente no te dejaba hablar con tu vecino de mesa... Y demases...

Alfor dijo...

Galo, sí, lo del animador tiene también su intríngulis, pero debo confesar avergonzado que sólo lo sé de oída: todavía no he asistido, en todo este tiempo, a ninguna boda rusa.

Y las limusinas-hammer creo que las fabrican especialmente para Rusia (y aledaños).

Esther Hhhh dijo...

Bueno Alfor, aquí en España ya está muy de moda el tema limusina, aunque no suelen ser ese peazo de camiones que has sacado en el video, eso sí.
También están los que van en descapotables más o menos fardones, los que van con coche de caballos (esta es mi opción favorita) y luego los que pasan de historias y van con un coche, eso sí, más o menos de marca, pero de la familia.
En fin, que la cosa va cada vez a maás, pero lo de cortar el tráfico... Bueno pues mira, eso sí se hace mucho, pero para la traca, si es que manía tenemos con las tracas redeu (jijijijijijijijii)
Ah por cierto, te dejaste al siempre presente personaje de la corbata a modo de diadema que nunca falta en una boda que se precie (de estos lares, ya sabes)
Besitosssssss
PD: No es que vaya mucho a bodas, pero vivo al lado de una iglesia, jejeje...

Anónimo dijo...

Pero que lindas son las bodas.....Aquí en México también se usa eso de las limosinas....pero a mí en lo personal me parece un tanto exagerado....
me gusta más como se ve la novia en un carro antiguo...en fin...en gustos se ompen generos..

Un beso