miércoles, 10 de mayo de 2006

Voltereta

Desde que P está en una asociación de apoyo a familias adoptantes, tenemos invitados en casa con cierta frecuencia. Esta mañana he ido a recoger a una familia de franceses que venían de Ekaterimburgo, donde han adoptado a Seryozha, que dentro de unos meses, cuando reciba el pasaporte francés, pasará a llamarse Serge.

Serge - vamos a llamarlo así - tiene tres años y la vista hecha un poco un asco: estrabismo agudo, astigmatismo e hipermetropía. Es más, su nuevo padre también tiene los dos últimos defectos, que, por cierto, son hereditarios, aunque, evidentemente, no es el caso. Y, además, está retrasado con el habla: efectivamente, no dice casi ni mu. Pero es un encanto.

Ame se despertó de la siesta y oyó ruidos en el piso de arriba.

- ¿Quesshéso? - preguntó en su media lengua.
- Es Seryozha, es un niño que ha venido de visita con sus papás.
- Síiiiiiiiii - dijo sonriendo.

Se levantó y se hizo el amo. Como siempre. Vamos, hasta el punto de que la nueva madre de Serge se puso a jugar con Ame, que, ya se sabe, se hace querer.

- ¡Midda! - le decía a ella. Y luego a mí: "¡Papá! ¡Tedeta!"
- ¿Quieres una voltereta?
- Síiiiiiii.

Y ¡hala! voltereta que te crio. Y luego a hacer como si fuera un avión, levantándolo a pulso; y luego a hacer caballito con el sobre los tobillos mientras estoy tendido en el suelo. Es una lástima que el levantamiento de niño no sea deporte olímpico.

"¿Para qué me estaré empeñando en poner una máquina de correr en el sótano? ¿Para estar en forma?"

6 comentarios:

Esther Hhhh dijo...

Acabo de escribir un precioso comentario (al menos ami me lo pareció) y el servidor me lo ha borrado. Voy a intentar reproducirlo...
besos

Esther Hhhh dijo...

Así que Serge es uno de esos niños desafortunados que viven en horfanatos donde escasea prácticamente todo, hasta el Alforfón. Uno de esos horfanatos que se encuentran en ciudades de países con problemas económicos.. o no tanto, porque ahí está China, que no es un país tan pobre, pero ya se sabe, si naces niña acabarás en uno de sus horfanatos, donde además de abundar la miseria, es pecado ser niña.
Serge tiene suerte, no es un niño perfecto, tiene problemas de salud, de visión sobretodo, pero ha sido adoptado. Y no sabes cuanto me alegro. Me alegro entre otras cosas, porque por fin alguien le da importancia al niño y no a su aspecto físico. Y es que nos venden la perfección hasta en las adopciones. Los adoptantes van a los horfanatos cual si de un supermercado de infantes se tratara, y allí escogen entre la oferta aquello que más les gusta "mira que mono es este, rubito con los ojitos grises y pelo rizado" y a veces se olvidan que son personitas pugnando por una vida digna, con la mala suerte de carecer de padres, ya sea por que éstos les han abandonado, o porque el destino de sus progenitores es aún más escalofriante que el suyo propio. O simplemente al nacer, como en el caso de las niñas chinas, cometieron el pecado de equivocar el sexo.. o el color de ojos.. o vete tu a saber.
Seryozha (que quieres que te diga me gusta más que Serge, o ya puestos, Sergio, aunque me cueste más de pronunciar) se hace de querer, y consiguió conquistar a los que ahora son sus padres. Y no es de extrañar. Tenía que luchar contra sus compañeros para ganarse el premio gordo: el cariño de unos padres. Y lo ha conseguido.
El caso de los nuevos padres de Seryohza forma parte de la nueva moda en lo que a adopciones se refiere. Políticas muy rebuscadas en el tema de la adopción, cuando se trata de utilizar la vía estatal y recurrir a los horfanatos del propio país, llevan a los adoptantes de clase media-alta a hacer uso de otros caminos, y así se buscan la vida en asociaciones solidarias con otros paises en peores circunstancias y donde, todo hay que decirlo, es muy de agradecer su ayuda, y así adoptan a estos niños que de otro modo tendrían una vida mucho peor.
Pero todo lo bueno tiene algo de malo, y esto de que se complique tanto las adopciones en los propios paises hace que miles de niños españoles, franceses, alemanes, etc, se vean confinados hasta los 16 o 18 años en horfanatos (eso sí, bien equipados y donde son bien alimentados) sin saber lo que es una familia.
El padre de Ame hace pesas con él y se pregunta para qué un aparato de andar... Ya quisieran muchos de niños como Serge tener la suerte de servir de tabla de ejercicios a sus padres.
Besos

Alfor dijo...

Pues sí, que es un comentario precioso. A todo esto, Serge no es ni mucho el que peor está, de los que he visto. En realidad, no estaba en un orfanato, sino en una familia de acogida, donde lo cuidaban bien y, de hecho, está sensiblemente más gordo que Ame, que sólo es dos meses menor que él. Se lo han pasado bien, jugando juntos.

Lo de la adopción es un asunto mucho más complicado de lo que parece. Me estoy dando cuenta ahora, que estoy más cerca del asunto, y lo cierto es que da mucho que hablar. Yo no creo que sea una regla general eso de que los padres vayan mirando al niño por el aspecto físico. Hay casos, sí, y lo sé, pero vamos a pensar que la gente que sacrifica la comodidad de vivir sin hijos es buena. Quizá muchos de ellos sean mejores que nosotros, y si supieras la pesadilla y el dinero que puede suponer un proceso de adopción en Rusia (yo sólo lo sé por referencias)... ufff...

Y yo no sé mucho de adopciones en España, pero me parece que los candidatos a ser adoptados son eliminados antes de tener siquiera la posibilidad de llegar a los orfanatos. Y así, claro, hay que buscar adoptandos fuera.

Besos.

Esther Hhhh dijo...

Si que es cierto, es un problema complicado lo de la adopción. Y es curioso lo que ocurre: En los últimos casos de bebés abandonados, corría la escalofriante noticia de que habiendo gente dispuesta a adoptarlos ya, su adopción no iba a ser posible hasta dos años más tarde, es decir, el bebé, que apenas sabía ni que había sido abandonado, iba a pasarse dos años en una familia de acogida o en un orfanato, en vez de dárselo rápidamente a alguien que quisiera adoptarlo... En fin, que es un asunto que podría tener una rápida y fácil solución, pero no se la dan porque la burocracia es más importante que los niños (o eso parece)
Y aunque parezca lo contrario, a mi me parece genial que se adopte en el extranjero porque, con todo, las situaciones suelen ser peor todavía. El problema es como tú dices es caro, y los adoptantes reciben pocas ayudas. Teniendo en cuenta el bienestar de los niños que son el futuro, todo este aasunto debería ser mucho más fácil, sin duda...
Besos

Alfor dijo...

Obviamente, la burocracia no es más importante que los niños. Pero también es verdad que no le puedes dar un niño en adopción a cualquiera. Hubo hace poco un escándalo en Estados Unidos de malos tratos a niños rusos adoptados; y es que hay que tener cuidado. Las "rápidas y fáciles soluciones" pueden acabar mal.

Esther Hhhh dijo...

Vuelvo a coincidir contigo, no se puede dar en adopción un niño a cualquiera... Ni un niño ni ningún ser vivo, si supieras lo que me está costando adoptar un perro de protectora...
En cualquier caso sólo creo que tal vez estaría bien encontrar un equilibrio entre la burocracia y la seguridad infantil, con la rapidez del proceso y el abaratamiento de los costos para los futuros padres.
besos