lunes, 9 de julio de 2007

El parque de las esculturas

Después del golpe de Estado comunista de 1991, que aceleró la disolución de la URSS, las autoridades municipales de Moscú se cambiaron rápidamente de chaqueta y tomaron la decisión de quitar de enmedio una serie de estatuas de personajes poco presentables en la nueva situación política que se avecinaba. Como tampoco era cuestión de destrozar estatuas que, de por sí, tenían su mérito, lo que se hizo fue acumularlas en un lugar discreto al aire libre, que se llamó Muzeón, pero que se conoce más como Parque de las esculturas, situado frente al famoso Parque Gorki. Allí hay un par de stalines, algún que otro lenin y la estatua más controvertida, la monumental de Félix Dzherzhinsky.

La semana pasada, un soleado domingo por la tarde, pasé por allí. Allí sigue el fundador de la Cheka, con el pie lleno de pintadas poco amistosas, en el centro de un parque repleto de esculturas, y es que no sólo las hay de próceres bolcheviques bastante sanguinarios, sino que el parque lo completan otras exposiciones, haciéndolo un lugar sumamente agradable.

Es curioso la de gente religiosa rebotada que se puede encontrar entre los revolucionarios de 1917. Es bien conocido que Stalin pasó buena parte de su infancia en un seminario ortodoxo en Georgia, pero bastante menos que Dzherzhinsky era católico hasta la médula hasta bien avanzada su adolescencia. Algo le debió pasar en algún momento alrededor de sus quince años, para pasar del misticismo católico al fanatismo comunista más violento y a encabezar con el tiempo a una banda de sádicos que no sólo no dejó de actuar después de la guerra civil, sino que, bajo sus sucesores Yagóda y, sobre todo, Yezhóv, se convirtió en una máquina de matar y torturar de manera casi totalmente caprichosa.

Los demás representados en el parque son gente relativamente inofensiva, comparada con los anteriores. Yakov Sverdlov murió en 1919 de resultas de una epidemia de gripe, por lo que no le dio demasiado tiempo a dar muestras de sus cualidades. Y Mijaíl Kalinin, aunque fue el Jefe de Estado de la URSS hasta su muerte en 1946, no dejaba de ser una figura tan decorativa que en 1938 arrestaron a su mujer durante las grandes purgas... y no hizo nada por ella. Para ser justos con Kalinin, hay que reconocer que no fue el único alto dirigente soviético que se vio obligado a vivir de rodríguez durante algún tiempo. Nada menos que la esposa de Mólotov, el ministro de Asuntos Exteriores, pasó algún que otro lustro en paradero desconocido.

Últimamente, como los chequistas están mejor vistos que hace unos años, Dzherzhinsky está en un período de cierta rehabilitación, en reconocimiento a su labor organizativa, y hasta se dice que su estatua podría salir del exilio del parque de las esculturas para pasar a otro barrio más destacado. Hace algún tiempo oí, no diré de quién, la siguiente frase para enmarcar:

- Todo el mundo se acuerda de Dzherzhinsky por lo de la cheka, las represiones... ¿y por qué nadie se acuerda de lo que apoyaba a los huerfanitos?

Quizá fuera eso lo que le quedó de sus orígenes católicos. Mientras el chequista creaba huérfanos, el antiguo católico les daba cobijo. Un caso, el tío.

3 comentarios:

BAR dijo...

Bueno Alfor....los 15 años es la edad de la "punzada"....jajaja

Y en cuanto a los huerfanos, eso demuestra que el también tenía su corazoncito, eso o era bipolar....jajaja

Un beso

Alfor dijo...

BAR, mejor lo dejamos en su corazoncito. Lo de la punzada no estoy muy seguro de lo que es, pero, si le pasó a Dzherzhinsky y se convirtió en un tipo tan temible, vamos a rezar porque no le pase a nadie más.

Esther Hhhh dijo...

apuff Alf, madre del amor hermoso, que árboles más raros crecen por ahí...

Besitossss