viernes, 20 de abril de 2007

Fanáticos del baloncesto

Los aficionados al baloncesto, pensaba yo, son gente mucho más objetiva y pacífica que los fanáticos futboleros. Eso lo pensaba yo hasta el otro día, en que tuve la desdicha de sentarme al lado de la mujer de la foto en el pabellón del CSKA. La susosdicha me estuvo dando la tabarra todo el partido con los dos globitos ruidosos como ellos solos ¡Qué tía! Uno se hace la imagen de las mujeres rusas como gente con clase, civilizada, a la que responden la mayoría, pero está visto que la occidentalización hace estragos entre las espectadoras.

El partido era importante, vale. CSKA y Maccabi, los dos últimos campeones de Europa, jugando a vida o muerte por un lugar en la final a cuatro. El pabellón de bote en bote, no cabía un alfiler. Pero el CSKA se puede decir que dejó resuelto el partido en el primer cuarto, en que ya se fue en el marcador por veinte puntos, que aún aumentaron en el segundo.

Pues la mujer, dale que te pego. Además, como me oyó hablando en extranjero con mi vecino de asiento, otro español, debió pensar que era aficionado del Maccabi y me miraba con cara de conmiseración. Hay que reconocer que, si hubiera sido realmente del Maccabi, la compasión hubiera sido realmente merecida, porque el baño estaba siendo de impresión.

En el último cuarto, ya prácticamente con los jugadores dejando correr el tiempo y con los del Maccabi con bastantes ganas de que aquello acabara de una vez para irse a la ducha, se me volvió varias veces y no me dijo nada, pero tenía una sonrisa de oreja a oreja. Aún así, yo pienso que debía ser una futbolera que pasaba por allí y consiguió una entrada y los dos puñeteros globos ruidosos. Yo insisto en que la gente del baloncesto tiene más clase.


- Pínchale los globos -me decía mi vecino de asiento.
- Bueno, por lo que queda...
- Pero es que la tía no para.
- Sí, pero, como se los pinche, habrá lío. Que tiene al maromo al lado y la gente se cree que somos del Maccabi.
- ¿Del Maccabi?
- Leche, claro. Si tú estás en España en una cancha de basket y te ves a un grupo de tíos que hablan en una lengua que no entiendes, ¿qué piensas? Pues que son del equipo contrario.
- Ah... - dijo el compañero, que había estado animando al CSKA como un moscovita más- Pues igual sí.

Finalmente acabó el partido, y todos nos levantamos a aplaudir a los jugadores del CSKA, que desde el centro de la pista saludaban a la afición. Nosotros nos levantamos también a aplaudir, mientras mi vecina hacía sonar los globos de m... con sus últimas fuerzas y soltaba un "Ar-mei-tsí Moskvy!" a grito pelado. Hasta yo grité lo mismo.

Salíamos del pabellón entre una multitud de gente, cuando la mujer le dijo a su marido.

- Fíjate si habremos jugado bien, que hasta los israelíes éstos nos aplaudían.

2 comentarios:

Esther Hhhh dijo...

Madre del Amor Hermoso, Alf, pero si los globitos no hacían nada ¿será posible? Dos posts más abajo defendiendo las campanas (que por cierto, que conciertazo ha hecho hoy el dichoso cura, casi cometo un curicidio) y ahora te quejas de unos inocentes e inofensivos globitos que hacen ruido para animar en los partidos... Pero si eso es lo que da ambiente, hombre.
Por cierto Alf, vale que el ruso es la madre de todas lenguas, si eso les hace felices, aceptamos globo, digo barco, pero ¿me podrías explicar en que se parece el castellano al hebreo?¿o es que estabas hablando en valenciano con acento de la ribera (jejeje)?

Besitosssssssss

Alfor dijo...

Esther, lo del pinchazo en los globos hubiera sido justicia. Lo de las campanas es tradición y, además, estaban antes que tú.