Parece que San Seacabó haya escuchado nuestras plegarias. La calle Tverskaya aparece completamente despejada y sin un mísero coche aparcado, por orden del alcalde Sobianin, que no quiere líos en las proximidades de la sede de su gobierno municipal ¿Da ello un carril extra a los automovilistas, evitando atascos?
Pues no. Unos metros más atrás, hay un coche de policía vigilando que nadie aparque en el carril que él mismo está bloqueando. Olé sus huevos.
* * *
(Por cierto: unos metros más atrás, en la misma Tverskaya, al otro lado de la plaza Pushkin, se agolpan todos los coches, incluso en doble fila encima de la acera (esto es, dos filas en la acera. Allí la orden de Sobianin no llega)
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