miércoles, 19 de marzo de 2008

Doce rusos en Bilbao (III): modelos de negocio

- ¿Y usted de qué trabaja? - le dijo Nizhny Tagil a Ivánovo.
- ¿Yo? Yo soy tecnólogo de mi fábrica - dijo Ivánovo.
- ¿Y eso qué es? ¿Jefe de obra? - Nizhny Tagil estaba especialmente retador, y más con lo que había trasegado, mientras que Ivánovo, que no habia probado gota y parecía que ésa era su costumbre, tenía que cargar con la cruz de conversar con él durante la cena.
- No. Tengo autoridad sobre la planta. De hecho, el jefe de obra está sometido a mí jerárquicamente.
- ¡Pf! - y Nizhny Tagil sacudió la cabeza con desaprobación - Vaya cosa, tecnólogo.
- Tecnólogo, sí.
- ¿Y de dónde sácáis los ejes? - Nizhny Tagil seguía rascando.
- Los compramos en Inglaterra.
- ¿En Inglaterra?
- Sí. Y luego los montamos.
- ¡Vaya cosa! ¡Vosotros no sois una fábrica! ¡Vosotros sois una línea de montaje, y ya es mucho!
- No estoy de acuerdo. Compramos los ejes y otras piezas fuera, sí; en Inglaterra, o en Japón. Pero también les vendemos el producto terminado. Se llama coo-pe-ra-ción - Ivánovo, con todo lo buena persona que era, estaba llegando al límite.
- ¿Cooperación? ¡Se llama traición! ¡Estáis creando puestos de trabajo en el extranjero! ¡Lo que tenéis que hacer es hacerlo todo vosotros mismos! ¿Voy a comprar piezas de hierro a los extranjeros? ¿Yo? ¿Yo, que estoy sentado sobre minas de hierro? No, no y no: yo voy a crear puestos de trabajo en Rusia.
- Pues véndales el hierro, y cómpreles la pieza terminada. Ellos la hacen bien, pero el producto terminado lo hacemos nosotros más barato, y ellos nos lo compran. Insisto, cooperación.
- ¡A hacer puñetas con tu cooperación! ¡Todo se puede hacer en Rusia! ¡Todo! ¡Tenemos hierro, tenemos gente y tenemos tecnología! ¡Somos los mejores! Y no necesitamos tu famosa cooperación, tecnólogo, porque nosotros lo podemos hacer todo, sin necesidad de quitar trabajo a los rusos y dárselo a los extranjeros. Los extranjeros no saben hacer nada mejor que nosotros. Nosotros somos mejores.

"Jo, pensé, qué tío ¡Cómo se adapta! No lleva ni un día en Bilbao, y ya parece que haya nacido aquí, en el mismo centro."

1 comentario:

Ricardo Marquina dijo...

tiemblo al pensar en un cruze vasco-eslavo