sábado, 22 de septiembre de 2007

La iglesia oculta (II): segundo intento.

El segundo intento de llegar a la iglesia oculta tuvo lugar unos meses después, un viernes por la tarde, en que, aburrido en casa, decidí salir a dar una vuelta en bicicleta sin rumbo fijo y aparecí por el lugar de la foto. Descubrí la entrada de la iglesia casi sin pensarlo, y rodé hacia ella, pero, cuando iba a entrar, me encontré con una pareja, hombre y mujer, que salieron a mi encuentro y se pusieron a cerrar el portón por medio del cual se accedía a lo que yo esperaba fuera la iglesia.

- ¿A dónde va usted, joven?
- Quería ir a ver la iglesia.
- Es tarde. Estoy cerrándola.

Debía ser el sacristán o algo así.

- ¿No se puede ver?
- Ahora no -dijo la mujer-. Vuelva mañana, y a las ocho hay una misa.

Puse cara de circunstancias y me di la vuelta. La iglesia se me seguía resistiendo.

En 1930, el idílico paisaje de la entrada anterior se vio transformado bruscamente, tal y como se muestra en las fotos adjuntas, tomadas de la edición de entonces del "Krasny Proletariets" ("El proletario rojo"). A pie de página se ve un texto muy ilustrativo, que paso a traducir:

EN LUGAR DE UN MONASTERIO, HABRÁ UN PALACIO DE LA CULTURA

Al amanecer del día de Lenin (era el aniversario de su muerte) ha sido volada con dinamita una vieja fortaleza del oscurantismo, el monasterio Simonovsky en el arrabal Leninsky (antes, arrabal Simonovsky). El 26 de enero tuvo lugar un sábado de trabajo voluntario (un "subbotnik", en jerga soviética), que reunió a más de seis mil proletarios de las fábricas circundantes con el fin de demoler las ruinas del monasterio. Creando una cadena humana, los participantes del "subbotnik" fueron amigablemente al trabajo. Y he aquí los trofeos bélicos de los trabajadores: 35.000 ladrillos apilados y más de 200.000 ladrillos transportados a los almacenes.

El secretario del Comité del Barrio "Proletarsky" intervino con el siguiente saludo:

- Sobre las ruinas de este viejo monasterio -dijo el camarada Davidson-, debemos erigir algo nuevo. El arrabal Leninsky, con su participación en el "subbotnik", ha realizado un trabajo heroico para destruir este trozo del oscurantismo, creado por los sicarios zaristas y el clero. En este día debemos destacar el trabajo de nuestros zapadores rojos. Durante casi una semana entera, la cuadrilla de minadores, dirigida por los camaradas Kondakov y Leba, destruyó incansablemente todas las fortificaciones construidas por el clero a lo largo de los siglos.


- Antes -dijo el Presidente del Comité Ejecutivo del Consejo de Moscú, camarada Ujánov-, cada empresa construía un club de ocio partiendo de sus intereses propios. Pero ahora los leninistas construirán un club del barrio, que servirá a todas las fábricas del arrabal Leninsky. Al construir en el lugar donde se basaban la barbarie y la ignorancia un palacio de cultura, estamos consolidando el nombre de Lenin, nombre que lleva el mismo arrabal... Ustedes, como pioneros de esta tarea, tendrán a partir de ahora mucho trabajo para construir el palacio de Lenin. El Consejo de Moscú les promete todo tipo de colaboración.

Hasta aquí el artículo. A despecho del mismo y de los zapadores rojos, la destrucción no fue totalmente completa. Quedó la torre que se ve en la foto de arriba, y una pequeña iglesia tras el muro. Quieren unos que se conservaron como testimonio histórico de... bueno, de los tiempos del oscurantismo, como dice el texto; otros opinan que los camaradas Kondakov y Leba se quedaron sin dinamita y que tuvieron que dejar un poco de tiniebla y zarismo entre el futuro paraíso socialista. El caso es que las siete octavas partes de un edificio del siglo XIV fueron demolidas.

Pero claro, la cosa no quedó exactamente así, pero lo dejo para la próxima.

1 comentario:

Esther Hhhh dijo...

Pues que bestias, francamente... Si es que ya lo digo yo siempre, que las guerras y los fanatismos no son buenos, no señor.

Besitosss