domingo, 9 de febrero de 2025

¡Tenemos gobierno!

No sé si es la primera vez que un independentista preside el gobierno del país del que su región se quiere independizar, pero me cuesta creer que haya habido algún caso anterior. Bélgica, como en otras ocasiones, es pionera también en esto, y he aquí que tenemos como primer ministro a Bart de Wever, que es el señor de la foto y que sólo ha tardado siete meses en formar gobierno. Con esto, ha mejorado los logros de intentos anteriores, que consiguieron que Bélgica estuviera varios años con gobernantes en funciones, que, por esto mismo, no tomaban ninguna decisión mínimamente comprometida.

Porque es verdad que mucha gente, básicamente anarquistas y libertarios, se regocija cuando no hay gobierno y ve que no pasa nada, como una prueba de que sus postulados políticos son adecuados y de que el gobierno es algo irrelevante, cuya existencia es mejor reducir, a la nada si se puede. Yo, bien lo sabe Dios, no tengo ni pizca de simpatía por los estados metomentodo que regulan todos los aspectos de la vida de la gente, pero una cosa es regular hasta la granulación del papel higiénico o los milímetros que es admisible meterse el dedo en la nariz, y otra es desentenderse de los problemas reales.

Problemas reales es lo que está pasando en Bruselas, por donde a uno, a la que tenga mala suerte, le pueden pillar en medio de un tiroteo. Que sí, que dicen que eso no va con la población general y que son ajustes de cuentas de bandas de traficantes de drogas, pero, caray, que alguien debería tomar cartas en el asunto, que primero fueron los terroristas islámicos, ahora los traficantes de drogas, y yo pensaba, a juzgar por las sirenas que suenan a diario por doquier, que Bruselas está trufada de patrullas de policía que más parecen los hombres de Harrelson que otra cosa. Eso sí, bilingües. Eso es lo que pasa cuando te pasas meses, o años, con gobiernos en funciones: que nadie se moja, porque, total, pasado mañana llega alguien que será quien se coma los marrones.

El nuevo gobierno no va a decretar la independencia de Flandes porque todo tiene su tiempo, pero sí que ha esbozado algunas medidas. No olvidemos que, además de la Alianza Neoflamenca del primer ministro, en el gobierno están los liberales francófonos (MR), los Comprometidos y sus hermanos flamencos del CD&V, así como los socialistas flamencos (los francófonos no). Bart de Wever no es Trump, ni mucho menos, pero no deja de ser alguien de tendencias liberales, así que ha insinuado que va a haber reformas y que eso del déficit publico, como que no. De momento, quiere controlar la inmigración y poner orden en las cuentas públicas, es decir, recortar gastos.

Inmediatamente, el sindicalismo de todos los colores y los partidos de izquierda (menos el que tiene en el gobierno, supongo) le han saltado a la yugular. Todos los días trece de cada mes va a haber manifestaciones, comenzado por el jueves que viene, y hay huelgas previstas, sin que hasta ahora haya ninguna fecha específicamente indicada.

Seguiremos informando el jueves, que se prevé caliente. Entretanto, se hace tarde, y yo llevo un par de semanas de gira europea, así que voy a hacer la maleta, que mañana me voy. Pero el jueves estaré de vuelta, claro que sí. Yo eso no me lo pierdo.

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