miércoles, 21 de marzo de 2012

Apuntes del deshielo (II)

Marzo. Ese mes complicado, en que el tiempo atmosférico es especialmente deleznable y en que uno no sabe si los peligros le llegan por el cielo o por la tierra. Marzo. Ese mes en el que, mientras pude, tomé vacaciones para poner tierra de por medio con Moscú y largarme a lugares donde realmente fuera primavera. Marzo. Ese mes que te pone la cara de vinagre esperando un buen tiempo que ya tenía que estar aquí, que ya tienen en casi toda Europa, y que lo que nos deja son chaparrones de aguanieve y riadas de nieve derretida. Marzo. Ese mes en que llueve sin llover, y los charcos se crean a tus pies como por ensalmo. Ese mes en que un paso mal dado te puede llevar a dar con tus huesos en el suelo, y no hay forma de saber la profundidad que puede tener el charco que debes atravesar sí o sí.

Sin embargo, precisamente en este mes, en que todo es gris, húmedo e incómodo, se ven algunas imágenes chulas. Para olvidarnos de los problemas cotidianos, que no son pocos, toca poner alguna nota más agradable.


Por ejemplo, esta herramienta es típica de estas fechas. El que vive en España seguramente no la ha visto en su vida, pero el que vive en Moscú convive con ella con cierta frecuencia. Es un rompehielos manual. Se utiliza clavándolo contra el hielo que hay por el suelo, para quebrarlo y barrer los trozos desprendidos fuera de la zona de paso y evitar así resbalones.


No, no es una tarea muy agradable. Menos mal que para eso están los hijos, que encima se lo pasan bien desempeñándola.


¿Y las papeleras? ¿A qué es elegante esa papelera con sombrerito? Y es que sin sombrerito, a la que caiga una de esas nevadas que todavía siguen atormentándonos, se nos llena la papelera de nieve, y a saber para qué queremos una papelera llena de nieve, como si no hubiera basura más que abundante en toda la ciudad.

De todas maneras, hay que reconocer que el tiempo es malo y la gente, ya de por sí poco amable en una ciudad tan grande como ésta, se pone especialmente susceptible. Como el señor conductor de la foto, que tiene a mano un eficaz auxiliar contra quien se desmande.


Jo. Como para tener un berrinche de tráfico con este pollo. Menos mal que arrancó con fuerza cuando el semáforo se puso verde y ya no lo volvimos a ver.

3 comentarios:

Fausto dijo...

Ni el anonimato más concienzudo sería capaz de enmascarar tu prosa inconfundible.

Desde hoy me declaro seguidor acérrimo de tu bitácora. Un placer dar contigo por estas lides.

Antonio Jiménez dijo...

El cuchillo es para hacer de cuña y evitar que la ventanilla se caiga abriéndose, lo que con el clima moscovita debe de ser bastante desagradable. El coche parece un Lada Priora/2111 o como sea, que es un modelo bastante proclive a ese tipo de fallos.

Alfor dijo...

Fausto, bienvenido a la bitácora, voto a Bríos (y a Totoro, si hace falta).

Kozakmeister, sí, sí, vale, pero yo no me metería con el conductor, por si las moscas.