lunes, 14 de enero de 2008

Una semana sin internet

Y qué gusto, tú. A veces toca desconectarse, y así ha sido en la semana pasada, vivida en la que ya dijeron los consejeros de Jaime I, que de eso debían saber algo, que era "la millor terra e la pus bella del mon", con toda la tropa de los Von Buchweizen y en su guarida de mobiliario frugal y condiciones adustas.

Pero ya estoy de vuelta por aquí, y como en estos días, a falta de internet, sí que ha habido motivo de darle al teclado, pues durante las próximas semanas iré sacando los escritos que ha ido alumbrando mi sesera. Pero, para no pasarme de fanfarrón, comenzaré con un escrito ajeno de indudable mérito, cual es que aparece en la foto y cuya madre es doña Margarita, vieja conocida de estas pantallas y terror del vecindario. Doña Margarita aún no tiene su propia bitácora, pero, entretanto, queden aquí estas pinceladas de su ingenio.

Doña Margarita, que acostumbra a hablar indistintamente en castellano y en valenciano, en cambio no escribe en ninguno de los dos idiomas, utilizando en su lugar un farfullo escrito de difícil comprensión, incluso para los destinatarios del mensaje, que eran, a lo que pude entender, los obreros que estaban haciendo unas reformas en uno de los pisos de la comunidad y que, ciertamente, estaban dejando el ascensor bastante cochambroso.

Como los obreros mencionados no parecían muy duchos en el manejo del idioma en que estaba escrita la recriminación, cosa que apenas se les puede reprochar, porque yo mismo me confieso superado, doña Margarita decidió pasar a la acción y abordar directamente a los obreros sin pasquines, ni cartelitos, ni nada que tuviera fondo blanco y garabatos pintados encima, pero vociferando con más saña que un vocalista trash. Yo no sé si los obreros la entendieron, pero será que sí, porque el resto del tiempo el ascensor estuvo como los chorros del oro.

Por cierto, si algún lector consigue traducir el texto de doña Margarita a alguna lengua viva, se lo agradeceré eternamente. Y el resto de sus vecinos, también.

2 comentarios:

Esther Hhhh dijo...

Madre del amor hermoso.. Doña Margarita debería publicar un diccionario con su lengua... En fin Alfito, yo he conseguido traducir lo que dice. Te pongo lo que pone, tal cual y leugo la traducción:

"Porfabor ponguan cartones en el asensor por vien para todos y que consesvacíon"

Yo sospecho que el mensaje seguía pero no era cosa de malgastar dos hojas de libreta. Traducido (supongo que más o menos y con cierto perjuicio sobre tus ojos lo habrás pillado):

"Por favor, pongan cartones en el ascensor para el bien de todos y la mejor conservación del ascensor"

(o algo así)

Apuff, voy a ponerme colirio.. Besitossssssss

Alfor dijo...

Esther, bien podría ser. He recibido en el correo alguna otra versión que no reproduzco porque, seguramente, su autor quiere guardar el anonimato.

En todo, la exégesis de los textos de doña Margarita dan para mucho. Ya iré poniendo alguno más, porque lo de usar el ascensor como tablón de anuncios es una costumbre en ella.

Lo más chocante es que vive en el primero...