Pues sí. A todos los que lean estas líneas, por raras que vayan a ser sus navidades este año, lo serán menos si tienen en cuenta que lo más importante de la Navidad no es irse de compras, ni ponerse ciego de turrones, ni siquiera encontrarse con la familia: lo importante es que celebramos el nacimiento de nuestro Salvador, y eso lo podemos hacer con independencia de la situación en la que estemos. E incluso podemos cantar villancicos juntos por videoconferencia. Para alguien que sabe lo que hace, y lo que se cuece en fechas, la Navidad es forzosamente una fecha dichosa.
Y, para los que llevan años omitiendo la palabra "Navidad" en sus felicitaciones y, como mucho, al llegar el 1 de enero lanzan un "Feliz año nuevo", que sepan que el año pasado se equivocaron de medio a medio.
Así que vamos a lo que no falla: ¡FELIZ NAVIDAD!
3 comentarios:
¡Feliz Navidad!
¡Feliz Navidad para todos! (Pero lo de llamar Nochebuena a la fase expulsiva de un parto en precario...). :)
Bueno, no conozco a ninguna madre, ni padre, que no considere la noche en que nacieron sus hijos como una noche feliz. El resultado merece la pena (además, se supone que el parto de la Virgen fue indoloro).
Publicar un comentario