Falta nada para las elecciones, así que éste es el momento ideal para que los partidos se empleen a fondo en adoptar medidas que gusten a sus votantes ¡A ver si los lectores que le queden a esta bitácora van a pensar que este fenómeno sólo sucede en sus países! En últimas entradas ya se había mencionado la intención del MR, de los Comprometidos, -as y de los sociatas, probables socios de coalición en el gobierno de la Región de Bruselas, de prolongar dos años la vida útil de los coches de motor Diésel Euro 5 y gasolina Euro 2, que, de lo contrario, hubieran debido desaparecer de las calles de Bruselas a final de este año. Gracias a la confluencia de una nueva mayoría parlamentaria en la región, esta vez sin ecologistas, y de unas elecciones municipales inminentes, esta medida ya ha sido adoptada (de ahí sale la foto, sí), con lo que voy a tener dos años de prórroga del Topomóvil, que va a estar contaminando horriblemente las calles de Bruselas los cuatro días mal contados que se usa.
Los ecologistas, además de en bicicleta, han montado en cólera. Hasta ahí, bien, porque la cólera tampoco contamina el medio ambiente. Aducen que esto no puede ser y que no cuenten con ellos para nada y mucho menos para ayudarles a formar gobierno. Y que vamos a morir todos.
Los ecologistas, por su parte, se han quedado prácticamente solos en su oposición al aplazamiento de la prohibición de mi coche. El PTB, nada menos, que es algo así como Podemos, pero más estalinista, también ha votado a favor, así como Vlaams Belang. Ver votar en el mismo sentido al PTB y a Vlaams Belang es una cosa totalmente insólita que no presenciaremos en muchas ocasiones, así que más vale que tomemos buena nota del hecho. Los otros partidos neerlandófonos del Parlamento de la Región de Bruselas han optado por una prudente abstención, supongo que para no malquistarse demasiado con los ecologistas, que siguen siendo lo suficientemente importantes en el Parlamento como para no convertirlos en algo así como un movimiento antisistema.
Así las cosas, a los verdes sólo les ha quedado el derecho al pataleo. Como suele suceder, han encontrado el apoyo de asociaciones medioambientalistas, que se dicen apolíticas, pero a las que se les puede perfectamente aplicar el típico refrán español de "Dime de qué presumes, y te diré de qué careces". Estas asociaciones, pues, han convocado una manifestación masiva delante del Parlamento para protestar contra lo que se estaba cociendo dentro de él. En España, como sabéis, está prohibido manifestarse delante del Parlamento, en principio para todo el mundo, pero en la práctica, si eres de izquierdas, sí que puedes manifestarte, porque estás luchando contra el fascismo y tararí, tarará. Aquí no sé si está prohibido o no, pero de hecho ocurre delante de todos los parlamentos, y ya sabéis que en Bruselas, sol y sangría no habrá, pero parlamentos, todos los que queráis.
Los convocantes de la manifestación lograron convocar, según la prensa, un centenar de personas, entre los cuales se encontraban delegados de la asociación "Abuelos por el Clima", obviamente apolítica, como todas, que incluso entraron en el Parlamento para seguir el debate, con lo que lógicamente diezmaron la manifestación, porque, si ya un centenar es una cifra generosa (y dudosa), si encima los manifestantes no están a lo que debían estar y se distraen con debates parlamentarios, esto no hay quien lo aguante. Si es a Rólex, a Rólex; y si es a setas, a setas; y es que soplar y sorber, no puede ser.
En resumidas cuentas, que mis planes han cambiado. El Topomóvil se iba a España a ser utilizado allí hasta el final de su vida útil, pero eso puede esperar de momento a abril de 2027, momento en el que decidiré si me compro otro coche o no vale la pena y ya me espero a jubilarme. De momento, me toca pasar la ITV belga, no se me vaya a hacer tarde. Pero ésa es otra historia, que habrá que contar a su debido tiempo.