viernes, 16 de noviembre de 2007

Pinchando

Iba yo a ponerme con el prometido relato de los cuatro españoles luchando con los platos típicos rusos, cuando me llegó el comentario de Kloonich en mi sesuda entrada sobre Georgia. Viene a decir Kloonich que cosas como ésas no interesan a nadie y que echa de menos los tiempos en que era escribir yo algo y aparecer en la bitácora una caterva de rusófilos ofendidos poniendo a caldo al autor de la entrada y a sus partidarios, si es que alguno se atrevía a echarles en cara su actitud.

Vamos, que opina que me estoy poniendo blando.

Y puede que tenga razón. Y se nota cuando uno repasa los momentos estelares de noviembre del año pasado, en que desembarcó un comando de rusófilos enojados, procedentes de un portal sobradamente conocido sobre Rusia que voy a prescindir de nombrar con la esperanza, después de todo, de no atraer las iras de aquellos cruzados de la rusofilia, que más adelante volvieron a lanzar sus invectivas por estas pantallas y que ya han apagado sus voces (salvo algún ladrido castrense).

No se crea por ello que no están alerta, no. La rusofilia, como todas las pasiones, no admite bromas sobre ciertos extremos especialmente queridos (a mí me pasa, por ejemplo, con el arroz), y así persigue todas las injurias que perciben sobre el objeto de su pasión. Algo semejante ha pasado con el enlace que el otro día me envío un protagonista esporádico de esta bitácora. Lo podemos ver aquí.

El vídeo, casi con toda seguridad, es un buen montaje, aunque no excluyamos que esté basado en hechos cercanos a la realidad, porque la afición en Rusia, primero al alcohol, y luego a las galletas, es como para tener en cuenta, pero desde luego tiene poco de "tradicional". Pero no es eso lo que cuenta, sino la actitud indignada de la comentarista que pone verde a quien puso la entrada, quejándose con cajas destempladas de lo que pasa.

Y, para terminar, un caso claro que despertó la iras entre los rusófilos que en el mundo han sido. No se entiende ni jota en España, pero lo que viene a decir el minero de la entrevista es que están en huelga porque llevan varios meses de retraso en el pago de salarios (cosa lamentable que estaba a la orden del día hace unos años y que, pese a las optimistas proclamas de los Nashi, todavía ocurre, aunque menos). El vídeo es auténtico.



Y claro, el borracho de fondo era algo demasiado goloso para dejarlo correr así como así, de manera que los gomaespumosos de siempre decidieron utilizarlo para reírse un rato y crearon este otro, que se diferencia del anterior en los subtítulos, con una traducción... poco literal de la entrevista.



Según quien lo lea, puede tener mucha o poca gracia, pero hubo un grupo, compuesto por los cruzados de arriba, que empezó a llenarse la boca de las palabras "desinformación", que es una de sus favoritas y, de hecho, es la menos malsonante de las que conocen. Porque son gente muy culta, seguro, pero hay que ver lo malhablados que pueden llegar a ser.

(¿Qué, Kloonich, contento?)

(Bueno, la próxima entrada ya me meto con la elaboración del shashlyk por los cuatro españoles de marras, que esto ya parece el "Aquí hay tomate" antes de la publicidad)

3 comentarios:

Esther Hhhh dijo...

Coñe Alf, no te imaginaba yo fan del Aquí hay tomate, ¿eh? ahora si que sospecho que te vuelves blando con la edad, jejejeje...

La verdad es que hay que darle la razón al amigo Kloonich, porque si es cierto que se ha vuelto sosa tu bita desde que no pasan los rusófilos. No te lo tomes a mal, Alf, pero es que ponían sus puntillos, a ver si hay suerte y vienen a tocar las bowls un rato jejejejejeje..

Besitosssssssss

PD: Madre del amor hermoso (es que no lo había dicho)

Alfor dijo...

Esther, blando no, pero sensible un rato, y me duele ver a personas tan ofendidas con mis opiniones, tanto más cuanto que he conocido a muchos como ellos y, mientras no se les toque la fibra sensible, son buena gente.

Anónimo dijo...

Ummm, me da que vamos a tener que pasarnos un poco más, a ver si despiertan.

Kloonich