El primero es el Municipal de Bruselas, porque Bruselas es un municipio como cualquier otro y como los otros que hay en su propia región. Igual que en Madrid no gobierna Ayuso, como bastante gente cree, con su parlamento autonómico, sino un tal Almeida, que sale en la prensa bastante menos y que está al frente de una corporación municipal que tiene concejales y gente así. Pues igual sucede con Bruselas, con un término municipal bastante disgregado y que no sólo comprende el centro de la ciudad-región, sino que se extiende hacia el Bois de la Cambre e incluye además los terrenos de Laeken y Heysel, donde, por ejemplo, reside el rey de los belgas.
El siguiente es el parlamento de la Región de Bruselas, porque Bruselas, fuera de ser un municipio, como hemos visto, también da su nombre a una región, que, por supuesto, dispone de un parlamento regional, el cual se reúne en Bruselas, claro, y en la que se agrupan los diecinueve municipios que componen la región, uno de los cuales es el mío. Por piedad y porque todo tiene un límite, no vamos a incluir las asambleas municipales de cada uno de los otros dieciocho municipios en esta lista, aunque técnicamente estén en Bruselas, región.
Luego está el Parlamento federal belga, porque Bruselas es la capital de Bélgica, y claro, ¿dónde va a estar, sino aquí, el parlamento que representa al pueblo belga? ¿Dónde van a discutir los tropecientos partidos minoritarios, porque mayoritario no es ninguno, sobre el futuro y el presente del país, sino en el rompeolas de todas las bélgicas, que es Bruselas? En ningún sitio, así que aquí los tenemos también. El Parlamento belga tiene dos cámaras, llamadas respectivamente "cámara de representantes" y "senado" y, si fuéramos puntillosos, podríamos considerarlas como dos asambleas diferentes, porque lo son, pero no añadamos leña al fuego y considerémoslos como una sola entidad a los efectos de contar cuántos hay.
No acaba la cosa aquí, porque los flamencos consideran Bruselas como cosa propia, a pesar de que el flamenco sea una lengua muy minoritaria en esta ciudad o región, así que la Asamblea Flamenca también se reúne en Bruselas. Al menos, han tenido el buen sentido de agrupar en una sola asamblea la representación de la región de Flandes y de la comunidad lingüística flamenca, que técnicamente son cosas distintas. Así que, mientras nada cambie, porque todo podría ser, hay una sola asamblea parlamentaria para las dos entidades.
No hay hecho lo propio los valones. La capital de Valonia no es Bruselas, sino Namur, así que, lógicamente, el parlamento valón se encuentra allí. Pero la comunidad francófona, que, igual que en el caso flamenco, técnicamente no es lo mismo que la región de Valonia, sí que tiene su capital en Bruselas, y ni que decir tiene que la comunidad francófona tiene su correspondiente asamblea parlamentaria, que también se reúne en Bruselas. Vamos por cinco parlamentos.
Como las cosas siempre pueden empeorar, Bruselas, antes de que en Bélgica se montara el caos administrativo que padece, terminó siendo la sede de varias instituciones europeas, alguna de las cuales es un parlamento y otra se le parece mucho. La que es un parlamento es, obviamente, el Parlamento Europeo, que en realidad tiene tres sedes y la principal no es Bruselas, sino Estrasburgo, pero no nos engañemos: Estrasburgo se usa cuatro días al mes, y el resto del tiempo los señores diputados están en Bruselas, ya sea reunidos con sus comisiones, con sus grupos parlamentarios, o asistiendo a alguna sesión plenaria que también se organiza por aquí. Vamos por seis parlamentos.
Por si fuera poco, Bruselas es la sede de la OTAN. Y la OTAN, al lado de su función militar, resulta que tiene una Asamblea parlamentaria, vaya usted a saber por qué, que también tiene su sede en Bruselas, por supuesto, aunque se reúne en cualquier lugar que decidan sus miembros. Sería el séptimo parlamento.
Yo creo que los que me informaron de que en Bruselas había siete parlamentos sólo tenían en cuenta éstos siete, pero he dejado dicho hace un par de párrafos que, entre las instituciones europeas con sede en esta bendita ciudad, una era un parlamento y otra se le parecía mucho. La que se le parece mucho es el Comité de las Regiones, que no se llama parlamento, pero realmente funciona de manera muy parecida, porque se compone de representantes de las regiones de los países miembros, que se agrupan según sus preferencias políticas y que discuten de vez en cuándo de no sé muy bien qué. Llamémoslo parlamento, y ya tendríamos ocho.
Yo creo que no me he dejado nada, pero vaya usted a saber, así que, si algún lector tiene alguna idea sobre dónde reunirse con su comunidad de vecinos y el zaguán de su finca se les queda pequeño, Bruselas debe ser una opción excelente. Tantos parlamentos no pueden equivocarse.
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