Tras la intervención de los burócratas belgas, las cosas comenzaron a volverse convulsas, pero, por fortuna, también para nuestros negligentes proveedores. De momento, nuestro gestor español de segunda generación desapareció del panorama para no volver a reaparecer. El señor Valencia únicamente resurgió durante las conversaciones que esporádicamente tenían lugar con los representantes de la tienda, y no precisamente para elogiarlo.
El director de la tienda era el señor Vanderborre, o eso decía él. Supongo que le debió llegar el toque desde la central de la empresa diciendo que tenían una queja a través del servicio de consumo, que ellos ponían en su propaganda que estaban adheridos al sistema de mediación, y que resolviera el jaleo o se atuviera a las consecuencias. No sé yo si habrá muchos clientes que recurran al servicio de mediación, pero, por la velocidad en que trataron nuestro caso, yo diría que no, así que lo recomiendo encarecidamente a todo el que se encuentre en un marrón como ése.
Digo lo de arriba porque me llegó el siguiente correo:
Chers Monsieurs
Nous avons lu attentivement votre mail relatif à la commande et le placement d’une cuisine par le point de vente de Drogenbos. (Hemos leído atentamente su correo sobre el encargo y la instalación de una cocina a cargo del punto de venta de Drogenbos)
Après réception de celui-ci, notre animateur réseau a immédiatement pris contact avec le responsable du magasin de Drogenbos, de manière à étudier avec lui toutes les possibilités de résoudre ce problème auquel vous êtes confronté. (Tras recibirlo, nuestro responsable de red ha contactado inmediatamente con el responsable de la tienda de Drogenbos, con el fin de estudiar con él todas las posibilidades de resolver el problema al que usted se enfrenta)
Comme dans notre réponse du 3 mai 2016, le suivi du dossier se passe donc au niveau du magasin de Drogenbos. (Al igual que en nuestra respuesta del 3 de mayo de 2016, el seguimiento del expediente pasa, por lo tanto, a la tienda de Drogenbos).
Restant à votre disposition, nous vous prions d’agréer l’expression de nos salutations distinguées.
Kristieno RONALD - Ixina
Assistante Commerciale Réseau
Commercieel Assistente Netwerk
El señor Valencia, antes de ser despedido, reconoció que algo había salido mal, cosa evidente donde las hubiera, y se ofreció a tomar sobre su propio margen las modificaciones del proyecto. El señor Vandenborre intentó hacerse el sueco respecto de esto, pero de alguna manera olí que el señor Vandenborre había perdido bastante poder de negociación y que (¡por fin!) quienes teníamos la sartén por el mango éramos nosotros. Y me dispuse a dar sartenazos sin piedad.
Finalmente, la encimera vino. Vino desde Portugal, en uno de los fenómenos más raros que he visto, porque la trajeron los mismos instaladores, portugueses también, en una furgoneta que venía de Portugal, con matrícula portuguesa y todo. Al parecer, los belgas les enviaban varios encargos, ellos los preparaban en Portugal y luego los embarcaban en la furgoneta, se hacían el trayecto Portugal-Bélgica durmiendo en la misma, llegaban a Bélgica, ejecutaban la instalación y, completado el trabajo, se volvían a su casa a escuchar fados y comer bacalao. Simple y, hay que reconocerlo, eficaz. Durante un tiempo he de reconocer que llegué a creer que no había operarios belgas en absoluto, y que para cualquier trabajo había que traer gente de fuera, porque el personal local no realizaba trabajos manuales.
Para dejar esto claro, debo añadir que, más adelante, he coincidido con operarios belgas, al menos un fontanero y algún otro, que trabajan estupendamente, pero no deben abundar demasiado, me temo.
El caso es que la cosa estaba prácticamente terminada y sólo quedaba el último intento del señor Vandenborre por corregir la cuenta de resultados de aquel expediente.
Pero este intento forma parte ya de la siguiente entrada, que hoy ya se está haciendo tarde.
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