jueves, 3 de marzo de 2022

El eco se apaga

Seguir la prensa rusa estos días se está volviendo progresivamente complicado. Mi querido "Moskovsky Komsomolets", por ejemplo, ya no me deja leer sus pantallas, supongo que sospechando que alguien que pretende leer sus proclamas desde Bélgica puede ser potencialmente peligroso. Como es un periódico que tradicionalmente publica artículos sobre fenómenos paranormales y otras fricadas, es muy posible que ellos mismos se hayan vuelto algo paranormales y vean extraterrestres por cualquier lado, incluso en Bélgica. Bien mirado, eso de confundir a los belgas con extraterrestres quizá no sea ninguna tontería.

La noticia de hoy en los medios rusos es la desaparición de Echo-Moskvy, lo cual es una pena, después de treinta años de debates radiofónicos interesantes. Echo-Moskvy, es verdad, cada vez era menos independiente, porque el dinero manda, también en Rusia, pero seguía albergando debates de verdad. Ya es mucho lograr juntar a gente con opiniones distintas capaces de discutir civilizadamente, en Rusia y yo diría que casi en cualquier sitio. Consta que hacer las cosas con pulcritud periodística le ha venido salvando hasta ahora, porque incluso a los seguidores más acérrimos del gobierno ruso les gustaba la emisora. "Sí, son un mosquito pesadísimo, pero su zumbido es chulo".

Eso ha durado hasta hoy, en que, después de una cobertura de los primeros días de guerra donde se daba voz a los que no estaban de acuerdo con la operación (y a los que sí que estaban de acuerdo), los miembros del consejo de administración de la emisora han decidido cerrarla, indudablemente inspirados por instancias superiores. Aprovechemos la página web, porque todo indica que le queda poca vida. Mientras escribo esto, estoy oyendo la emisora en directo y ya parece que se han soltado el pelo totalmente y están criticando abiertamente al Kremlin, como quien no tiene nada que perder.

A los miembros del consejo de administración no habría que criticarles demasiado. Anteayer, 1 de marzo, coincidiendo con el inicio de la primavera (así se cree allí), la Fiscalía General Rusa desconectó la emisora de su frecuencia habitual (supongo que ahora sólo emiten por Internet), asegurando que estaban publicando actividades extremistas y noticias falsas sobre las operaciones bélicas en Ucrania. El redactor jefe de Echo-Moskvy, Alexey Benediktov, declaró que de eso nada, añadiendo que las aseveraciones de la fiscalía no estaban acompañadas de ejemplos, ni de pruebas, y que eran ofensivas para los periodistas y ciudadanos rusos. Quizá no sea el mejor momento para pelearse con la Fiscalía General rusa, debieron pensar los miembros del consejo de administración, que obraron en consecuencia. Tiene toda la pinta de que la "Novaya Gazeta" va detrás en la lista de medios de comunicación que van a desaparecer.

Al final, la diferencia entre los medios completamente partidarios del gobierno ruso, como la "Rossiyskaya Gazeta", y los que no acaban de estar de acuerdo en absolutamente todo, como, no sé, la "Nezavízimaya" o "Kommersant", va a ser que los primeros escriben operación militar especial tal cual, mientras que los segundos, al menos, lo escriben entre comillas.

2 comentarios:

Fer Sólo Fer dijo...

En tiempos así como los que estamos viviendo es cuando mejor se aprecia el verdadero valor de la "libertad" en democracia, aun con todos sus defectos

Alfor dijo...

Fer Sólo Fer, es posible, es posible. Tampoco es que yo considere la libertad de expresión en Europa Occidental de diez, pero al menos el gobierno sólo cierra bocas excepcionalmente.