El período de tranquilidad de la primera quincena de agosto ha tocado a su fin. Muchos entrenes, un par de viajecitos a ciudades cercanas, temperaturas en descenso, lluvias... los habitantes de Europa Central no notamos en demasía que haya llegado el verano. O bien es que no se ha quedado mucho tiempo. Jubilosos, nos quitamos casi toda la ropa, alegres de que en estas semanas de actividad reducida la etiqueta en el trabajo sea mucho menos estricta y podamos dejar los trajes en el perchero. Al poco tiempo, el júbilo fue decayendo, mientras uno recuperaba por las noches esa mantita que se había quitado poco menos de una semana antes, y por las mañanas veía unos nubarrones que no presagiaban nada bueno. O, al menos, nada seco.
Por fin, ha llegado el día de las vacaciones. Ya era hora. Del curro me voy directo al aeropuerto, sin pasar por casa ni cambiarme de ropa. Autobús, aeropuerto, avión, aeropuerto, metro, hasta que emerjo al exterior en Madrid, con sus treinta y pico grados, y yo con un jersey de cuello alto, que hasta entonces, con el aire acondicionado en todos los sitios, no me había molestado lo más mínimo.
Una niñita que va con su madre me mira asombrada, tira de la manga de su madre, y me señala ostensiblemente con el dedo. La madre se agacha y escucha lo que le dice la niña, que no deja de mirarme; luego le dice algo en voz baja. La niña se calla, pero sigue mirándome sin parar, hasta que nuestros caminos se desvían. Sólo entonces, entre jadeos, me quito el jersey y lo guardo en la mochila hasta fin de mes.
Creo que he hecho una buena obra. A partir de ahora, cuando la mamá de la niña entienda que hace frío y que su hija se tiene que poner un jersey, siempre podrá referirse a mí: "Ponte el jersey, hija. Acuérdate de aquel señor que viste a la salida del metro, lo bien abrigado que iba en verano."
Conflicto Rusia-Ucrania. Actualización mes de octubre
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"Cuánta gente apoya la guerra, y cuántos están en contra? Si bien existen
investigaciones de opinión pública no son confiables porque mucha gente
teme re...
Hace 1 mes
3 comentarios:
Suerte que tenéis.... Aquí en Euskadi tropical hubo sólo un par de días sin la chaqueta.....
Felices vacaciones Alfor,
yo también he acabado en Madrid y sin abrigo, ya ni me acordaba de lo que era dormir en "gayumbos" con la ventana abierta...
que las disfrutes!
Inmi, no desesperéis. Pensad en lo bien que le va al Athletic.
Miguel, gracias e igualmente. Yo ya dejé Madrid, pero en Valencia... hace mucho más calor.
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