miércoles, 28 de mayo de 2014

Almas muertas y alumnos virtuales

La obra cumbre de Gógol es indudablemente 'Almas muertas', una especie de novela picaresca ambientada en el siglo XIX ruso en la cual el protagonista, Chichikov, recorre el país comprando siervos (almas) que han fallecido desde el último censo y que, por tanto, sólo suponen perjuicios para sus propietarios, porque, obviamente, no realizan ningún trabajo y, sin embargo, hay que pagar impuestos por ellos hasta que se realice el próximo censo. Chichikov pretende registrar esos siervos a su nombre y así poder aparentar que es un gran propietario, para lucrarse con la apariencia de riqueza y obtener todo tipo de ventajas.

Uno pensará que este argumento es rebuscadísimo y que semejantes situaciones están totalmente fuera de la realidad actual rusa, igual que en España los locos no van recorriendo el país a guisa de caballeros andantes deshaciendo entuertos.

¿Fuera de la realidad? Ni un poquito.

Uno de los objetivos del viaje a Rusia que estamos haciendo es que Abi, Ro y Ame visiten a sus compañeros de clase, con quienes han estado en contacto más o menos esporádico por internet, y también a quienes fueron sus profesores y que echan mucho de menos. Alfina y yo nos hemos parado a saludar a los profesores, que, después de no haber creado el menor problema a lo largo de siete años de reuniones de padres, algo de afecto sí que nos han tomado.

Cuando saludamos a la profesora de Ame, y después de lo primeros abrazos de rigor, nos llevó aparte y nos dijo:

- Ustedes saben que Ame sigue figurando como alumno mío este curso, ¿no?

Alfina y yo nos miramos sin comprender bien.

- Pero, ¿no cerramos el expediente? Y nos llevamos un certificado de estudios a Bruselas...

- Bueno, pues lo hemos mantenido en el colegio, yo lo tengo en clase, y en el diario electrónico de clase le voy poniendo notas. A veces le pongo un notable, a veces le pongo un sobresaliente... Se lo digo por si les hace falta a ustedes un certificado de estudios que incluya este curso.

Poco a poco empezamos a comprender que la subvención que recibe el colegio depende del número de alumnos y que, si no se pasan del tope para hacer un nuevo grupo, les conviene acercarse lo más posible al número máximo de alumnos. Es más, poco después supimos que Abi también figura como alumna del colegio, y que ha sacado sobresaliente en Álgebra, y no hemos llegado a preguntar sobre Ro, pero tenemos pocas dudas sobre cuál es su situación.

Después de esto, espero que nadie se crea las estadísticas rusas, igual que nadie debería creerse las soviéticas. Chichikov no es que haya creado escuela, es que ha sido ampliamente superado.

5 comentarios:

Fernando dijo...

Aquí no ocurre eso en las escuelas que yo sepa, donde sí ocurre algo parecido es en los padrones municipales. El problema de fondo es el mismo, que se cobra por habitante (o en las escuelas de allí por alumno) y a los ayuntamientos no les gusta dar de baja a nadie.

beloemigrant dijo...

Eso no es NADA. En Andalucía, con el fraude de los cursos de formación, el alma muerta era Chichikov. Para una vez que les ganamos en algo a los rusos...

beloemigrant dijo...

Hm, he pasado a ver si había actualizaciones, y me encuentro con una cosa que había pasado por alto: ¿la obra cumbre de Gógol, Las almas muertas? Discrepo. Vecherá na jútore bliz Dikanki. Eso sí que es Gógol.

Fernando dijo...

beloemigrant un buen apunte por tu parte, por deformación profesional enseguida se me vino a la mente el fraude en los padrones municipales, no había caído en el tema de los cursos de formación y los ERE, asuntos que claramente dejan por los suelos la imaginación de Gogol.
Por otro lado, las "Veladas en un caserío de Dikanka" es una gran obra, pero yo prefiero "Las almas muertas".
Saludos

Alfor dijo...

Me encanta que la bitácora se convierta en lugar de debate literario. Tanto, que el asunto merece entrada aparte, para interrumpir la nueva serie sobre el viaje a Rusia. Entretanto, ya hace tiempo que hemos vuelto, pero aún quedan un par de entradas en el tintero.

Y sí, ciertamente, lo del padrón, lo de los EREs falsos, y se podría añadir el asuntillo de los cursos de formación falsos, en Madrid, dejan a Chíchikov como un monaguillo. Tanto más cuanto que pongo la mano en el fuego por que ninguno de los responsables de los fraudes de arriba ha leído "Almas muertas", y bastante será que siquiera a alguno de ellos se suene el nombre de la obra.