Si uno pregunta por un diario conservador de toda la vida en España, la respuesta es prácticamente obvia para cualquiera: el ABC. El ABC es un diario liberal-conservador-"monárquico", que apoya al PP, al cardenal Rouco y echa pestes de las izquierdas, los sindicatos y otras gentes que componen la antiespaña. En ABC escriben incluso gentes que van más allá del liberalismo y defienden la religión, y pienso nada menos que en Juan Manuel de Prada, que dice las cosas muy claritas y en quien la religión tiene un defensor mejor que demasiados consagrados.
Pero, además de Juan Manual de Prada, en ABC escribe Rafael Mañueco, y ahí la cosa cambia.
Rafael Mañueco escribe desde Moscú, y no puede decirse que participe del ideario filorreligioso de ABC. O quizá sí. Porque el ABC defiende la religión, pero de manera muy secundaria a otras cosas (entre la religión y el PP, el ABC defiende al PP, claro), y Mañueco tiene una cosa entre ceja y ceja, que es atribuir todos los males de Rusia a Putin y su tenebrosa dictadura, y a defender a capa y espada a todos los que de una u otra manera le plantan cara, aunque varios de los que le planten cara sean una banda de anormales.
La última muestra del encono de Mañueco contra Putin, y de su simpatía por las bandas de anormales, la tenemos en su última publicación, que podría haber aparecido en Público, en El Jueves o en alguna otra publicación comecuras, pero no, ha aparecido nada menos que en el ABC.
Leamos aquí
la aportación de Mañueco.
El titular, que es lo único que lee demasiada gente, es un ejemplo de manipulación tan bueno que es dudoso que lo haya escrito el propio redactor de la noticia:
El grupo de música punk "Pussy Riot" pide a la Virgen que eche a Putin.Y en la entradilla, que es a lo máximo que llega el lector medio del ABC, se añade:
"Sus integrantes han sido encarceladas y podrían caerles hasta siete años de condena. La sociedad rusa está dividida: para unos son unas blasfemas y para otros, unas defensoras de la libertad."Un lector católico del ABC, que quizá haya rezado él mismo a la Virgen para que eche a sus dirigentes, en este caso a Zapatero, lee esto y automáticamente desarrolla simpatía por estas jóvenes. Jo, unas jóvenes rezando, en los tiempos que corren, y Putin las encarcela por rezar. Miserable. Rojo.
Las cosas no son precisamente así. Las tres chicas encarceladas, en realidad, están en la trena por entrar en la Catedral de Cristo Salvador y ponerse a cantar a berrido limpio lo que llaman "plegaria punk", que efectivamente iba contra Putin (y no sólo contra Putin), pero podía haber ido contra la subida del precio del gas o sobre lo que nos podamos imaginar. No voy a reproducir ni a traducir la sedicente "plegaria", porque esta bitácora respeta lo sagrado. Obviamente, tampoco el ABC recoge el texto, porque se le desmontaría el argumento de la persecución política. La versión del propio grupo, que incluye la letra, está
aquí.
Los cristianos, para lo que hicieron esas chicas, tenemos la palabra "sacrilegio". Incluso si no eres cristiano y pasas del asunto, por lo menos es inconveniente y una gamberrada, porque las blasfemias, si las sueltas en la calle, allá tú, pero si las sueltas en mi casa vas a durar poco en ella. Y si montas un concierto punk en mi casa por las buenas y sin pedir permiso llamo a la policía, que fue exactamente lo que hicieron los responsables de seguridad de la Catedral de Cristo Salvador. Las chicas fueron detenidas, como lo hubieran sido en cualquier país civilizado, España incluida. En los países menos civilizados hubieran sido directamente lapidadas y, si se hubieran atrevido a montar el numerito en una mezquita, sus cadáveres estarían colgados cabeza abajo en cualquier plaza pública y en estado de descomposición.
Ahora las tres chicas están tras las rejas, y tooooda la progresía mundial está echando unas lagrimitas. Lo primero que hicieron fue convencer a todo quisqui de que esto es una persecución política. En realidad, las chicas han estado haciendo el ganso en varios espacios públicos de Moscú, pero sin tener tanto éxito como las ucranianas ésas medio locas que van enseñando las tetas pidiendo que no las consideren mujeres objeto.
Como hacer el ganso con pasamontañas (éstas no enseñan nada, algo bueno tenían que tener) no parecía darles suficiente notoriedad, han decidido hacer algo más gordo y no hay nada mejor que meterse con los cristianos, y además en plena Cuaresma. Los cristianos estamos mal vistos y, por si fuera poco, las agresiones contra nosotros son gratuitas, con eso de que perdonamos setenta veces siete y ponemos la otra mejilla.
Pero tenemos un límite, y ese límite se sobrepasa cuando no se nos ofende a nosotros, sino a nuestra Madre y a nuestro Dios. Ahí sí que no. Así que estas niñas, dos de las cuales encima son madres de niños pequeños, cosa que no parece haberlas hecho madurar ni un poquito, están esperando tras las rejas que las juzguen. Como la juez ha visto riesgo de que sigan haciendo de las suyas, y eso no se puede negar, ha decidido dejarlas un tiempo más a la sombra, yo diría que para que esta vez no se les olvide tan pronto cómo las gastan en prisión.
Alguna almas progres se dirigieron al patriarca Cirilo para que perdonara a las chicas y para que mediara ante las autoridades para que las soltaran. El patriarca Cirilo, que ha guardado silencio unos días, ha sido
bastante claro y considera lo sucedido un sacrilegio. Los miembros del grupo que siguen en libertad
han respondido al Patriarca en un escrito lleno de soberbia y sin una pizca de arrepentimiento diciendo que desde luego lo que hicieron era una plegaria. Yo, que algo sé de eso, no recuerdo que en las plegarias se insulte absolutamente a nadie, ni que se desee el mal a nadie.
Pero, de momento, vamos a dejarlo, que se hace tarde. Igual que el asunto del restaurante, éste va a quedar aparcado hasta una próxima entrada. Porque esto va a traer cola, seguro. Pocas veces está la oportunidad de meterse a la vez con Putin y con la iglesia, y esa oportunidad no la van a dejar pasar por alto ni Mañueco, ni los periodistas mucho mejores que él.