Desde mi último viaje a España, a principios de este mes, me he convertido en el orgulloso dueño de una bombilla de bajo consumo, gentileza de nuestro Ministro de Industria, señor Sebastián, que con este generoso regalo pretende concienciar a la ciudadanía de las ventajas de este elemento de iluminación.
Por cierto que el Ministro, cuando la crisis se nos venía encima, hizo unas declaraciones bastante sonadas en la que nos animaba a comprar producto español, en una muestra de orgullo patrio que los responsables de compras de su departamento parecen desatender lamentablemente. Lo cierto es que la bombilla de marras está fabricada en China, o al menos eso pone en la cajita.
Creo que algún responsable del departamento adujo que en España no se fabricaban esas bombillas. Por lo visto, al que dijo eso se le olvidó mirar aquí. Bueno, bueno, no pasa nada, esperaremos a que, convencidos los españoles del incalculable ahorro que se estaban perdiendo, las ventas se disparen y, de esta manera, aparezcan tantos fabricantes españoles que resulte imposible que pasen inadvertidos.
Entretanto, lo que tengo es una bombilla de bajo consumo encima de la mesa, que puedo utilizar en mi piso valenciano, o puedo llevarme a Moscú para contribuir al ahorro ruso de energía. Ya sé que el señor Ministro no pensaba en esta segunda posibilidad, pero, leches, la exportación de bombillas de bajo consumo no está prohibida, y yo tengo que mirar por mi bolsillo, tanto más cuanto que, dentro de poco, Moscú se va a ver sumido en la tiniebla típica de estas fechas, vamos a ver el sol una vez al mes y tendremos las bombillas encendidas a toda hora.
Sin embargo, creo que la bombilla china se quedará en España, para reemplazar a la primera que se funda.
¿Que por qué? Pues por lo siguiente. Porque, los meses en que enciendo algo la luz en Valencia, aun sin ser mucho, ni ser todos los días, la factura de la luz rara vez baja de los treinta euros. Por ese precio, en Moscú tengo luz prácticamente todo el año. Desde hace unos años, quien paga es el casero, pero en mi anterior alquiler el que pagaba era yo, y las facturitas eran de risa, algo así como cien rublos al mes (unos tres euros, entonces), aunque últimamente han subido algo, pero al desmadre que es la luz en España no se llega. Claro, las instalaciones en Rusia están un pelín cochambrosas, porque a ver quién es el guapo que se pone a invertir a saco, palmando pasta y pasando por el calvario de pedir permisos hasta para rascarse, todo para cobrar tres cochinos euros por cliente y no amortizar la inversión ni el día del juicio final por la tarde. En honor a la verdad, hay que decir que se están montando unos planes de inversión bastante imponentes, pero su realización final está por verse.
Así que la bombilla se queda en España. Aquí, entre que la luz entra en el alquiler, que las bombillas incandescentes de toda la vida cuestan dos chavos y que, de todas maneras, los tres euros de la factura no son un dispendio como para pensar en economías, no vale la pena el viaje.
Conflicto Rusia-Ucrania. Actualización mes de octubre
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Hace 1 mes
4 comentarios:
Cegasa no fabrica bombillas en España (las hace en China si no me equivoco) con lo que malamente podrían ser españolas.
saludos
Anónimo, es muy posible que tenga usted razón. Cegasa no confiesa tener fabrica en China (únicamente una delegación comercial en Hong-Kong), pero también es cierto que hay muchas empresas españolas que fabrican en China y se lo callan, porque da mala imagen.
Por otras fuentes parece que sí son bombillas españolas, pero la verdad es que tengo tendencia a estar con usted y no terminar de creérmelo.
Doy fe de la mala imagen china.
No hay nada mejor que entrar a una caja o banco con un grupo de "chinos", sobretodo una vez que muestran los pasaportes (¡hay que ver el poder disuasorio de las estrellitas y eso que vienen en dorado y no en rojo!).
Son momentos de tensión para el empleado de ventanilla que mientras intenta hacerse entender palpa dubitativo la tecla de desvío a un subalterno o a seguridad, si es que no consigue despachar con un:
¡¡ingresos en metalico de 8 a 10!!
Menos mal que se trataba de una tarjeta de transporte.
Jo, que envidia, Alfito, con lo cara que anda la luz aquí... Yo tengo dos de esas bombillas, jejeje.. Aún no he decidido donde ponerlas...
Besitos
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