Lamentablemente, la escasez de tiempo continúa, y por eso he resuelto compartir las tareas de publicación con una persona de confianza, que ya fue el autor de algunas entradas hace un par de años. Así que, sin más, le cedo los trastos a Ame.
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Hola.
Me llamo Ame, y soy un niño.
Hasta hace unos meses vivía en Moscú. Moscú es la capital de Rusia. Es una ciudad muy grande, donde hace mucho frío, y eso es muy divertido, porque nieva y te lo pasas muy bien jugando con la nieve. Es guay, Moscú.
Mi papá, que trabaja solucionando problemas, tuvo que irse a trabajar a Bruselas. Parece que en Moscú ya no quedaban problemas por solucionar, porque todos los había solucionado mi papá. En cambio, en Bruselas hay muchos problemas, así que mi papá va a tener trabajo mucho tiempo. Qué suerte.
Ha sido una pena irse de Moscú. En Moscú estaban todos mis amigos. Cuando tienes cinco años y eres pequeño es fácil hacer amigos, pero luego te haces mayor y es mucho más difícil. Yo ya tengo casi diez años, y claro, a esta edad todo el mundo ya tiene sus amigos y es difícil que te acepten.
Otra cosa que ha cambiado es el colegio. En Rusia, el colegio era pequeñito, pero estaba muy bien. Llegábamos, saludábamos a Ella Lvovna, que era nuestra profesora, y luego teníamos clase todo el día con ella y hacíamos cosas muy chulas.
Mi papá dice que, para comparar cómo son las cosas aquí, debo escribir "aquí, no". Bueno, pues aquí, no.
Aquí las cosas son muy diferentes.
Para empezar, aquí los profesores son españoles. Voy a un colegio un poco raro, donde hay gente de muchos países diferentes, pero mi papá dice que a mis profesores los envían desde España una cosa que se llama ministerio y que es como si fuese a un colegio normal español.
Pues los colegios normales españoles no me gustan mucho.
El primer día de clase estaba muy nervioso. Era la primera vez que iba a clase en autobús. Mi papá dice que en Bruselas eso se puede hacer, pero que sólo le faltaba a Moscú, con los atascos que hay, que además hubiera autobuses escolares. No sé por qué se llaman "escolares" en castellano, cuando deberían llamarse "colegiolares". "Escolar" supongo que viene del valenciano.
En el colegio, la clase estaba llena de niños españoles. Luego supe que eran españoles, pero no del todo, porque casi todos tenían un papá o una mamá de otro país. Eso debe ser un lío muy gordo, pero aquí parece bastante normal, así que no dije nada.
La profesora también era española. Un problema es que, como no es rusa, no tiene patronímico, así que no sé cómo llamarla. Entonces, lo que hice fue esperar a ver lo que hacían los demás.
Y eso me dejó muy sorprendido: los demás la llamaban "tú" y por su nombre. A Ella Lvovna nunca se nos hubiese ocurrido llamarla de tú, porque seguro que es de muy mala educación y se hubiera enfadado mucho y hubiera llamado a los papás. Y, cuando un profesor llama a los papás de uno, eso es señal de que va a haber problemas, seguro.
Además, me sorprendió mucho que los niños decían palabrotas. ¡Palabrotas! En Moscú, Ella Lvovna hubiera llamado inmediatemente a los padres y hubiera castigado enseguida al que hubiera dicho una palabrota. Aquí, la profesora no hizo nada. Bueno, igual es un poco sorda y no lo oyó bien.
En clase somos veintiséis: trece niños y trece niñas. Las niñas son MUY tontas. Son totalmente insoportables. El primer día de clase, una niña dijo que yo era tonto y me puso una zancadilla, ¡y ni siquiera me conocía! No sabía que las niñas españolas hicieran esas cosas. En Rusia, las niñas van con lazos en la cabeza y no insultan a los niños.
Cuando llegué a casa, le dije a mi papá lo que me había pasado. Mi papá dijo que no me preocupara, que lo que pasaba es que seguramente yo le había caído muy bien a la chica, por eso de ser rubio y tener los ojos azules. Creo que mi papá lleva demasiado tiempo en Bélgica y piensa cosas raras: cuando alguien le cae bien bien a uno, no le insulta ni le pone zancadillas.
Seguiré contando cosas. Creo que voy a tener muchos problemas en Bruselas. Y sí, ya sé que mi papá trabaja solucionando problemas, y que estaría muy bien que me ayudara a resolverlos, pero creo que mi papá no sabe muy bien lo que pasa en mi colegio.