La siguiente alumna en entrar era monilla, de pelo castaño y aspecto simpático y risueño. Ni siquiera parecía nerviosa. Sería muy buena, con toda seguridad, para presentadora de televisión, en algún programa infantil, pero, como se trataba de Economía, íbamos a ver qué tal le iba.
- ¿Cuál es su nick? - preguntó Ludmila Marlenovna.
- ¿Su nick? - pregunté, sorprendido.
- Sí, su nick.
- Ah...
- Chachi - respondió la chica.
- ¿Chachi?
- Sí.
- Vale, vale... nosotros a lo nuestro... ¿Y qué estudia usted?
- Economía y gestión de recursos humanos.
- ¿Y su primera lengua es el español?
- Sí, es el español - dijo con una sonrisa enternecedora que hubiera partido el corazón del más pintado. Y, ciertamente, lo hablaba razonablemente bien.
- Venga, ¿y le gusta lo que estudia? ¿Le gustan los recursos humanos?
- Sí, los recursos humanos me gustan mucho - y creo que me guiñó el ojo y todo. Me giré, por si el guiño era para las dos profesoras, pero no, parecía para mí.
- ¡Qué bien! Bueno, pues hábleme de las teorías X e Y.
Chachi dejó de sonreír y de guiñar ojitos.
- Creo que no lo han visto en clase - repuso, en voz baja, Natalia Vladlenovna, desde mi izquierda.
- ¿Que no han visto en clase las teorías X e Y?
(¿Cómo? ¿Que algunos de ustedes tampoco saben lo que son las teorías X e Y? Pues miren, por ejemplo, aquí, y luego me dicen cuál es la teoría que siguen los jefes de ustedes. O ustedes, si tienen la fortuna de ser jefes de algo)
- No. Eso lo deben dar en matemáticas.
- En matemáticas, ¿eh? Creo que me gustará ir a esa clase de matemáticas... en fin, venga, vamos a cambiar de tema, ¿qué es la cartilla laboral, que en ruso se llama "trudovaya knizhka"?
- Ah, sí, la trudovaya...
- ¡Cartilla! ¡Hable en español! - terció Ludmila Marlenovna, como si fuera una falangista en la Cataluña de 1939.
- Bueno, pues la cartilla... es una libretita que tiene el trabajador.
- ¿Y qué pone en ella?
- En ella pone lo que le pasa al trabajador.
- Lo que le pasa al trabajador... ¿eh?
- Bueno, lo que le pasa en el trabajo. Si entra, si sale...
- ¿Y quién tiene la cartilla?
- ¿El trabajador?
- Noooooo.
- ¿La unión profesional?
- Nooooo.
- ¿El empleador?
- Preeeemio. Sí, mientras está trabajando, la cartilla se la queda la empresa. Cuando el trabajador es despedido o deja de trabajar de alguna manera en la empresa, entonces la empresa la sella y se la devuelve al trabajador.
- Ah, sí.
La cartilla laboral es un documento que todo trabajador ruso conoce (o debería conocer). Pero, claro, la chica es estudiante y es razonable que no lo sepa ¡Pero es que estudia para especialista en recursos humanos!
- Bueno, vale. Ahora, dígame, en España, las leyes principales sobre el trabajo, el contrato de trabajo y el régimen laboral están en un texto legal que se llama Estatuto de los Trabajadores. Y, en Rusia, ¿dónde están las leyes sobre el trabajo?
Silencio.
- ¿No lo sabe?
Más silencio.
- ¿Le suena el Código Laboral? En ruso es el "Trudovoy Kodeks".
- ¡Pero eso no es una ley! ¡Es un código! - repuso inmediatamente Chachi, un poco ofendida.
- Claro que es un código.
- Y usted preguntó dónde están las leyes sobre el trabajo. Y eso es un código.
- Sí, es un código...
- ¿Lo ve?
- ... aprobado por una ley federal.
- Ah...
Después de esto, miré el relojito de arena, vi que su tiempo se había acabado y me ahorré contarle que el Estatuto de los Trabajadores español es un texto refundido aprobado por un real decreto legislativo. Y es que primero hay que comenzar por la cartilla y el catón, y luego ya iremos complicando las cosas.
- Bueno, Chachi, ya se le terminó el tiempo. Ha sido un placer.
- ¿Puede hacer pasar al siguiente? - añadió Ludmila Marlenovna.
Chachi se retiró, y en su lugar apareció un pollo alto, moreno, con un estropajo rizado a guisa de cabellera, tirando a desaliñado y con pintilla de sobrado. Con unas gafas oscuras parecería recién salido de Woodstock.
- ¿Cuál es su nick?
- Staedtler.
Éste se lo puso mordisqueando un lápiz, seguro.
- Bueno, Staedtler, ¿qué es lo que estudia usted?
- Economía internacional, y el español es mi primera lengua.
Y tanto. Si no supiera que era ruso, lo hubiera confundido con un hispanoamericano.
- Este chiquito - se apresuró a aclarar Ludmila Marlenovna - habla tan bien porque ha ido a una escuelita con español desde pequeño. Lo digo para que usted sepa lo que pasa.
- Ah, vale. Ciertamente lo ha aprendido muy bien.
- Gracias - dijo Staedtler, mientras se reclinaba hacia atrás en su respaldo y cruzaba las piernas. Chulito y sobradete, menuda joya. O joyita, como diría Ludmila Marlenovna.
- ¿Y a usted qué le gusta estudiar?
- Bueno, me interesa la economía internacional, porque muchas veces nos habían contado que Europa era lo mejor del mundo, y ahora estamos viendo lo que pasa con Grecia, en que se han visto en muchos problemas...
- Sí, pero ...
- ... porque el hecho de pertenecer al euro, no les ha defendido de la crisis. Siempre nos habían hecho creer que ahí iba todo bien y han terminado por caer finalmente, igual que los otros países, los PIGS.
- No sé si debo ofenderme - dije, torciendo el gesto.
- ¡No! ¡Claro que no! - exclamó Ludmila Marlenovna.
- Sí, los PIGS que tienen una economía con muchos problemas y que finalmente se han venido a pique. Pues siempre nos habían hecho creer que eran un modelo para los demás, y se ha visto que no.
- ¡Vale! ¡Pare ya!
- Porque en Grecia se creían que con pertenecer al euro ya estaba todo hecho, y sin embargo ahora tienen que acudir a su rescate...
- ¡Que pare!
Con grandes dificultades, conseguimos encontrar un hueco para preguntar algo a Staedtler.
- Vale. Ya veo que le gustan las crisis. Entonces...
- Sí, porque los griegos parecía que habían...
- ¡Que sí! A ver, en la crisis de 1997 y 1998, ¿cómo se produjo el contagio desde las economías asiáticas a la economía rusa?
- En las crisis, el contagio siempre es muy rápido últimamente. Así es como los problemas de la deuda griega han acabado por afectar a otros países de la zona euro. Y eso que nos habían dicho que la zona euro era el paradigma de la estabilidad y que todo iba bien allí. Y luego nos hemos enterado de esto, de los problemas que tienen...
- Pero yo le he preg...
- Porque nos habían tenido engañados, pensando que aquello era el paraíso, y ya nos hemos dado cuenta de que no, de que también tienen problemas, y podría ser que en Rusia estuviéramos mejor que ellos.
- ¿Y la crisis de ent...?
- Porque parece que los griegos habían dicho mentiras al declarar sus cuentas públicas, y ahora tienen que bajarle el sueldo a sus trabajadores, porque las agencias de calificación les habían bajado el rating de sus bonos. Mientras tantos, aquí pensábamos hasta ahora que todo iba bien por allí.
Staedtler se paró un momentín.
- ¿Ya? - le pregunté.
- Bueno, ahora se habla mucho de que la crisis se pasará también a otros países...
- Vaaaaale, ya está bien.
- ... que seguramente podrían ser...
- ¡Que se calle!
Staedtler, por fin, paró el carro.
- A ver, una pregunta lingüística, y por curiosidad, ¿conoce usted el significado de la expresión "salirse por la tangente"?
- "Salirse por la tangente", bueno, guarda relación con las salidas.
- Ande, veo que ya ha acabado su tiempo, vaya a mirarlo al diccionario y verá qué sorpresa se lleva.
- Ah, y dígale al siguiente que pase, por favor - añadió Ludmila Marlenovna.
Staedtler salió.
- A éste qué le pasaba, ¿que tenía una novia griega y le dejó? - le pregunté a Natalia Vladlenovna.
- Creo que lo de la crisis no lo habían dado en clase.
- Ya.
Conflicto Rusia-Ucrania. Actualización mes de octubre
-
"Cuánta gente apoya la guerra, y cuántos están en contra? Si bien existen
investigaciones de opinión pública no son confiables porque mucha gente
teme re...
Hace 1 mes
5 comentarios:
Staedler, menudo personaje. Que fijación. Me he reído mucho. Son situaciones que no parecen reales.
salu2
Que tenía una novia griega jajaja madremía. ¡Como está el patio! Städler la ha liado parda, pero esa estrategia funciona bastante bien.
Cuando yo quiero quedar bien y tengo que hablar con clientes, les suelto el rollo de lo que me apetece, de la crisis agrícola en Japón (Ya... ya lo sé...) y así parece que llevas la voz cantante y sabes más.
Qué héroe el Staedler :D
Hoooola Alfito (ya parezco la profesora pija, jajajaa):
Por fin reaparezco por aquí... Estaba leyendo tus entradas de la UPM. Me han encantado todas... Aunque muy inquietante los alumnos de la UPM. Al menos el tal Nash te ha podido responder, jajaja... Y hablando de la universidad ¿vas a venir para exámenes?
Por cierto, el tal Alvarez ¿es del equipo docente de ADE? porque acabas de pintarme un cuadro nada nada bonito.... Aish dios que miedooooooooooooo....
Menos mal que al menos te tengo a ti para que me ayudes, jejeje... Oye, cualquiera diría que eres de letras puras y duras... Manejas las matemáticas mejor que yo, uff..
En fin, que muchos besitos y que me avises si vas a venirte por aquí para exámenes, supongo que a la segunda semana...
Besitossssssssssss
PD: ¿Y qué es lo que han dado en clase, ya que estamos?
Orayo, son reales, son reales.
Behemoth, así que la crisis agrícola en Japón... como para fiarse de ti. :)
Pdp, al menos saca lo máximo de situaciones comprometidas.
Esterita, Dios mediante, iré para allá dentro de un par de semanas. Y el profesor Álvarez, si nadie lo remedia, efectivamente es uno de los docentes de ADE.
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