lunes, 4 de abril de 2011

Chistes de judíos

La relación entre los judíos y los rusos étnicos siempre ha sido razonablemente complicada. Llegaron a Rusia masivamente en el siglo XVIII, o quizá se puede decir que fue Rusia la que llegó a ellos, porque los repartos de Polonia fueron una de las causas fundamentales de que hubiera tantos.

Al finalizar el siglo XIX, muchos judíos se pasaron a los partidos revolucionarios. No es de extrañar que, si revisamos los apellidos ilustres de la nomenklatura blochevique, en particular de los viejos bolcheviques, encontramos bastantes apellidos típicamente judíos. Supongo que una de las causas es que los rusos del "establishment", y luego, ya en la guerra civil, los blancos, no les trataban demasiado bien, por decirlo de una manera suave.

Cuando la guerra civil terminó y los rojos se hubieron consolidado en el poder, parecía que todo iba a ir normal para los judíos, pero no. Stalin tampoco les tenía mucha simpatía. Primero formó una entidad territorial propia, la Región Autónoma Judía, en la quinta porra, en un territorio al que nadie con algo de caletre querría ir. La región subsiste hoy día, pierde población de manera constante y el porcentaje de judíos en la misma es bastante ridículo. Algo así como el plan Madagascar, pero vendido como si la cuenca del Amur fuera la Tierra Prometida, que ya es vender motos como cohetes.

Después de la segunda guerra mundial, a Stalin le dio por revivir sus viejas costumbres de purgar gente, y el turno le tocó a los judíos, que no eran tanto judíos como "cosmopolitas apátridas", en la jerga de la época, lo cual suena bastante peor. El fallecimiento de Stalin en marzo de 1953 nos privó (afortunadamente) de la posibilidad de revivir los campos de concentración étnicos, pero esta vez en suelo soviético.

De lo que sí que hay en Rusia son chistes de judíos, la mayoría de los cuales tienen lugar en Odessa, que, por lo visto, es una ciudad con una abundancia desproporcionada de los mismos. Como de costumbre, los chistes explotan los estereotipos, que en el caso de los judíos rusos son bastante variados. Uno, que no es sorprendente, es el de buenos comerciantes; pero con mucha frecuencia son chistes de tontos, como los de chukchi o, en España, los de leperos. Lo cual es hasta cierto punto contradictorio con lo primero.

Por Valencia debo tener todavía, no sé muy bien dónde, un libro llamado "Mil chistes de judíos", producto de esos interesantes años noventa en que se podía hacer de todo en Rusia. Hoy, con la excusa del fomento del odio étnico, es más dudoso que se pudiera, y en España seguro que es completamente imposible, habida cuenta de los estándares políticamente correctos que nos gastamos por allí. Pero, el otro día, en anekdoty.ru, vi un chiste sobre judíos, que últimamente son "rara avis" por allí, y no puedo menos que traducirlo. El estereotipo empleado es el del judío como comerciante avispado. Ahí va:

Acaba de terminar la guerra civil, hay escasez de alimentos y severísimas regulaciones de precios máximos.

Rabinovich (es el nombre estándar de judío en los chistes) vende gansos a quinientos rublos la pieza y le va de maravilla. Su vecino quiere seguir su ejemplo y pone un anuncio en el periódico, y enseguida llega la cheka y le confisca sus gansos.

- Yasha - pregunta el vecino -, ¿por qué la cheka no va a por ti? Tú también estás vendiendo tus gansos a quinientos rublos.
- ¿Y tú qué escribiste en el anuncio?
- Escribí: vendo gansos a quinientos rublos la pieza.
- Pues has sido muy tonto. Yo siempre escribo así: "El domingo se perdieron quinientos rublos en la plaza de la Catedral. Quien los haya encontrado recibirá en recompensa un ganso." Y al día siguiente media Odessa me trae los quinientos rublos perdidos.


Lo cual, en ruso, que siempre tendrá más gracia, es como sigue.

Только что закончилась Гражданская война, дефицит продовольствия, строгие предписания относительно предельных цен на продукты.

Рабинович продаёт гусей по пятьсот рублей за штук и процветает. Сосед хочет последовать его примеру и помещает в газете объявление, тут же являются чекисты и конфискуют его гусей.

- Яша, - спрашивает сосед, - почему ЧК не приходит к тебе? Ты ведь продаёшь своих гусей за те же пятьсот рублей.
- А что ты написал в объявлении?
- Я написал: продаю гусей по пятьсот рублей за штуку.
- Ну, ты поступил очень глупо. Я всегда пишу так: "В воскресенье на Соборной площади потеряны пятьсот рублей. Нашедший получает в награду гуся". И на следующий день пол-Одессы приносят мне потерянные пятьсот рублей.

11 comentarios:

Fernando dijo...

Odessa estaba llena de judíos, griegos y armenios cuando Alemania invadió la URSS en 1941, supongo que de ahí vendrá el tópico del judío de Odessa de los chistes. La presencia judía en Odessa debe de ser ahora mucho menor, muchos de ellos debieron de morir en el holocausto aunque, si Alexander Werth no está equivocado, cuando la Armada Soviética evacuó a su guarnición consiguió sacar de allí a varias decenas de miles de judíos.
Saludos
PS: ¿sabes que Odessa fue fundada por un español?

Anónimo dijo...

Una de las calles principales de Odesa, se llama Derivasobskaya, en referencia a Jose de Rivas, uno de los fundadores de la ciudad.
Un saludo

Fernando dijo...

Exactamente "Anónimo", José de Rivas, español de Nápoles e hijo de catalanes.

Alfor dijo...

Fernando y Anónimo, muy bien, pero ahora permitidme una pregunta pérfida: ¿Realmente José de Ribas (con B, Anónimo, y la calle es "Deribasovskaya") era español?

Arkadi dijo...

Puesto que nació en Nápoles cuando era dominio español, y de padres españoles... ¿por qué no iba a serlo?

Anónimo dijo...

"La figura del Almirante Josep de Ribas (1749-1800), destacado militar y político, junto con
Vicente Martín y Soler y Agustín Betancourt y Molina, es uno de los puntos clave de la
historia de las relaciones culturales entre España y Rusia.
Procedía de unos padres que llegaron a Nápoles desde Barcelona. Con el paso del tiempo su
padre llegó a ocupar altos cargos en el Gobierno del Reino de Nápoles. A los veinte años de
edad, Josep de Ribas se alistó en la marina rusa que estuvo en el Mediterráneo y participó
en las importantes batallas contra los turcos. Con las cartas de recomendación se vino a San
Petersburgo donde en pocos años hizo una brillante carrera. Josep de Ribas se incorporó al
servicio de Rusia en 1772. La zarina Catalina II, la Grande, fue madrina de sus hijos, y
según ciertos rumores, también su amante. Incorporándose a las Fuerzas Armadas rusas,
Josep de Rivas resultó ser un gran estratega militar en la victoria definitiva de Rusia sobre
Turquía en la costa del Mar Negro durante la guerra (1787 y 1791).
Para la historia de Rusia y la de la Ucrania actual, se le considerará siempre como fundador
y primer gobernador del estratégico puerto de Odesa, que construyó en el mismo lugar
donde se había situado antes la fortaleza turca Hadgibey (que tomó con su flotilla), una de
las ciudades mas importantes del mar Negro, en el litoral mediterráneo que tanto añoraba,
deseando pasar allí el resto de su vida".

Ditifet.
(Que cada uno piense lo que quiera sobre de dónde era)

Anónimo dijo...

En realidad Nápoles no era de dominio español. Carlos de Borbón (Carlos VII en Nápoles-Sicilia) fue rey de Nápoles y Sicilia entre 1734 y 1759. En este último año pasó a ser rey de España con el nombre de Carlos III y dejó el trono de Nápoles y Sicilia a su hijo Fernado.
Por tanto las coronas de ambos reinos no estuvieron unidas en ningún momento. Bueno, lo estuvieron muchos años antes, pero no en el periodo del que hablamos.
De Ribas nació en 1749, durante el reinado de Carlos en Nápoles, mientras era rey de España Fernando VI.
¿Era de Ribas español? Supongo que en aquella época cada cual era lo que él mismo quería ser. Si se consideraba español, pues español. O un poco de cada cosa, o todo a la vez. Sabios tiempos.

IUR.

Anónimo dijo...

Creo que lo más español que tiene es el nombre y los apellidos. Por eso, nosotros lo vemos como un congenere nuestro.

Pero, cuando uno lleva años fuera, viviendo en otro pais / territorio, cada vez siente menos sus origenes y más su presente, la realidad donde vive.

Un saludo

Alfor dijo...

Bueno, veo que hay argumentos para todos los gustos. Esto merece una entrada aparte, a ver si la voy escribiendo.

Fernando dijo...

José de Rivas (con uve) era español, porque así se identificó cuando entró en la Armada Rusa: "miembro de la nobleza española". Su padre era barcelonés. Posteriormente adoptó una forma rusificada de su apellido "Deribas", uniendo las dos palabras de su apellido y cambiando la v por la b. Al menos esta es la información que yo tengo de él.
Saludos.

Alfor dijo...

Fernando, ciertamente no me he leído el libro de Diego Merry del Val, que debe ser el máximo especialista sobre José de Ribas, pero me extraña que cambiara la uve por la be sin tener necesidad. Creo que en los reinos castellanos es más frecuente la grafía con uve (como el duque de Rivas, famoso poeta romántico), y en los de la Corona de Aragón la grafía con be, como José de Ribera, pintor valenciano que, como nuestro héroe, también está muy relacionado con el Nápoles hispánico.

Pero mañana sigo con José de Ribas. Hoy ya es tarde.