(Los Von Buchweizen, a pesar de ser más españoles que el jamón de bellota, reciben la visita de los responsables de incluirles en el censo ruso)
La siguiente en atender los requerimientos de la administración censal fue Alfina.
- ¿Nombre?
- Alfina.
- ¿Apellido?
- Buckwheat.
Los dos chavales se miraron y revisaron mi página. No dijeron nada, pero seguro que en la revisión de los datos acabaremos por figurar como pareja de hecho o cosa rara, en lugar de como matrimonio sin divorcios previos de ninguna de las partes. Es lo que tiene eso de que en España cada cónyuge conserve su apellido.
El resto de la entrevista fue muy parecida a la mía, salvo que la lengua materna, en este caso, era el español, y que, una vez más, con eso de que sólo hubiera sitio para poner dos idiomas no se hacía justicia a los conocimientos de Alfina.
- Bueno, vamos a pasar a los hijos.
- Venga.
- El primero es éste: Abi.
- Justo.
- ¿Apellido?
- Von Buchweizen, claro.
Bueno, yo pensaba que estaba claro hasta que esta semana pasada, en España, el Gobierno se ha empeñado en dejarlo oscuro y en liar las cosas todo lo posible, sometiendo a debate en la familia cuál de los apellidos irá primero. Si ya con elegir los nombres de los hijos había lío, la que van a montar ahora amenaza con ser de escándalo.
Las preguntas referidas a los niños eran un poco distintas y hacían hincapié en aspectos de la escolaridad. Hasta que, fatalmente, llegó el momento de las preguntas sobre los idiomas:
- ¿Habla ruso?
- Ya lo creo.
- ¿Y cuál es su lengua nativa?
- Mmmm... no sé.
- ¿Que no lo sabe?
- Bueno, no me lo había planteado hasta ahora ¿Sabe qué? Vamos a preguntárselo.
Aquí ya los dos agentes censales estaban comenzando a flipar muy seriamente.
- ¡Abi!
- ¿Sí? - respondió desde la cocina.
- ¡Vine! (¡Ven!)
- Vaig (Voy)
- Abi, ¿quina és la teua llengua materna? ¿El castellà, el valenciá o el rus? (Abi, ¿cuál es tu lengua materna? ¿El castellano, el valenciano o el ruso?)
- El castellà. (El castellano)
- ¿Segur? (¿Seguro?)
- Has dit "la materna", i la mamà parla castellà. (Has dicho "la materna", y la mamá habla castellano)
- Vinga, val. (Venga, vale)
Desde luego, tenía su lógica.
- El español - les dije a los jovencillos.
Hubo un par de preguntas más, y pasamos a Ro. Casi todo era esperable, hasta que pasamos al asunto de las lenguas.
- ¿Habla ruso?
- Habla, habla...
- ¿Y cuál es su lengua materna?
- Ahora se lo pregunto ¡Ro!
- ¿Sí? - dijo desde la cocina.
- ¿Quina és la teua llengua nativa? (¿Cuál es tu lengua nativa?)
- El valenciá, clar (El valenciano, claro) - dijo soltando una risita.
Yo creo que lo habían estado hablando las dos en la cocina para liar la cosa.
- El valenciano - les dije a los dos agentes censales.
A estas alturas, yo creo que habían renunciado a sorprenderse.
- Bueno, nos falta uno.
- Ame.
- Ése.
Les fui dando los datos, básicamente, como ya escribí, personales y de escolarización. Y llegamos a los idiomas.
- ¿ Ame habla ruso?
- Incluso demasiado.
- ¿Y su lengua materna?
- A ver qué dice ¡Ame!
- ¿Sí?
- Prijodi! (¡Ven!)
Ame se acercó.
- Kakoy tvoi rodnoy yazyk? (¿Cuál es tu lengua nativa?)
- Ispansky! (¡El español!) - dijo riéndose.
- Vsio yasno (Está clarísimo) - les dije a los agentes censales, que apuntaron el español como lengua materna de Ame.
Se pusieron a recoger los papeles, cuando se acercó la niñera, que a medida que iban pasando los minutos y las preguntas se la veía con más curiosidad.
- Quizá también tendría que apuntarme yo - dijo a los agentes.
Los agentes se miraron sin saber muy bien qué hacer.
- ¿Usted vive aquí?
- Sí, sí, varios días a la semana.
- Bueno, pues vamos a censarla también.
- Y también pago los impuestos.
Parecía poco familiarizada con el propósito del censo.
- Bueno, eso no es asunto de estos señores - le dije -. Estos señores simplemente se dedican a contar.
- Eso es - dijo la chica.
Siguió la retahila de preguntas acostumbrada. Los agentes parecían aliviados. Por fin lograban hablar con alguien que tuviera patronímico. Hay que decir que uno ve cómo se llama la niñera, que es un nombre musulmán donde los haya, y no sabe muy bien si se las está teniendo con una viuda negra.
Además de patronímico, la niñera tenía etnia y todo.
- ¿Etnia?
- Tártara.
"Hombre, por fin alguien normal".
- ¿Sabe ruso? Sí, ya veo que sí... ¿Cuál es su lengua nativa?
- El tártaro.
- Ah... ¿alguna lengua más?
- Uzbeko y tayiko.
- Vaaale... bueno, creo que ya está. No saldrá nadie más, ¿verdad?
- No debería - dije yo.
Los agentes se fueron hacia la puerta, mientras la niñera me decía que no me preocupara, que ella pagaba sus impuestos.
- No, si no es por eso...
- Además, cuando pasaron por mi casa el otro día otros chicos como éstos, ya hablé con ellos igual que hoy.
- Muy bien. Gracias a usted, la población rusa disminuye menos.
Conflicto Rusia-Ucrania. Actualización mes de octubre
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"Cuánta gente apoya la guerra, y cuántos están en contra? Si bien existen
investigaciones de opinión pública no son confiables porque mucha gente
teme re...
Hace 1 mes
3 comentarios:
Etnia: sudaca, fue mi orgullosa respuesta. Lo complicado fue explicar la definición de la misma.
XD Una historía divertida. En mi caso la tipa salió corriendo justo a partir de deletrearle "Vicent"..
Bruno, que lo de tener etnia es de gente por romanizar. También tendría gracia que os hagáis llamar "latinos" y estéis sin romanizar.
LRVR, bienvenido. Pues vaya agente más miedica que te tocó. Sólo te faltaba un apellido vasco de ésos interminables.
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