Viernes, nueve y media de la mañana (hace algunos años ya). Sede central de Zóns Ra, entidad intergaláctica radicada en Moscú y cuyo objeto social consiste en invadir la Tierra Media con productos extramedioterrestres.
- Alfor...
- ¿Sí, jefe?
- Tenemos un problema.
- ¿Yo también?
- Tiene usted que ir a la aduana de Bútovo.
- ¿Ésa que está lejos, lejos, lejos...?
- No sé...
- ¿Y allí qué hago?
- Nos han enviado un ordenador portátil desde el extranjero.
- Eso es bueno, ¿no?
- Sí.
- Pues esperemos.
- No. La aduana ha dicho que no lo saca. Mire este telegrama.
- A ver... aduana de Bútovo... ordenador... carga aduanera... despacho interrumpido... sí, jefe, parece que no lo sacan de allí.
- Pues podría ir usted a sacarlo.
- Pero si yo...
- Es que es usted el que sabe de estas cosas.
- "Estas cosas" siempre pasan en viernes, ¿verdad?
- ¿Ah, sí?
- Bueeeeeeno... voy p'allá. Deme el albarán, la factura proforma, el telegrama, un sello redondo, un montón de papeles con membrete y júreme que tengo carta blanca hasta para vender su alma al diablo.
- ¿Al diablo?
- Déjelo, déjelo.
* * *
Dos horas de atasco después. Aduana de Bútovo. Edificio administrativo.
- Hola.
Silencio.
- Hoooooola.
Levantamiento de cabeza, lento, por parte de un tipo vestido de verde con una gorra descomunal.
- Hola.
- Soy Alfor von Buchweizen, y vengo de Zóns Ra a recoger un ordenador portátil que nos han enviado desde nuestra sede intergaláctica.
- ¿Y a mí qué?
- Que me han dicho que está aquí.
- ¿Quién se lo ha dicho?
- Lo pone en este telegrama que nos han enviado ustedes.
- A ver, deme. Pfff, pfff, pfff, vaya a hablar con el subjefe del puesto, en el despacho 414.
- ¿Por dónde se va?
Silencio.
- Eeeeeeh... que por dónde se va.
- Salga por esa puerta y pregunte en información ¡Yo qué sé!
* * *
Despacho 414. Puesto aduanero de Bútovo. Viernes, doce menos cuarto de la mañana. Golpecitos en la puerta. Toc, toc.
Silencio.
Toc, toc.
Más silencio.
Abro la puerta un poco, lo justo para asomar la cabeza. Hay un tipo vestido de verde detrás de una mesa, leyendo el periódico.
- Hola.
Nada.
- ¡HOLA!
Ahora sí. La cabeza del tipo se levanta del periódico.
- ¿Qué quiere?
- Vengo de Zóns Ra a recoger una carga que nos ha llegado. Nos han enviado este telegrama.
- Ya.
- ¿Qué hago?
Encogimiento de hombros.
- ¿Esto qué es?
- Un ordenador.
- ¿Un ordenador?
- Portátil.
- Pues está bajo control aduanero.
- ¿Sí?
- Vaya a ver al agente de aduanas y haga una declaración.
- ¿Le sirve una carta oficial con el membrete de Zóns Ra?
- Si no la imprime en papel higiénico, no me sirve.
- Vaaaale, ya me voy.
* * *
Puerta del despacho del agente de aduanas de Bútovo. Viernes. Siempre viernes.
(continuará)
Conflicto Rusia-Ucrania. Actualización mes de octubre
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"Cuánta gente apoya la guerra, y cuántos están en contra? Si bien existen
investigaciones de opinión pública no son confiables porque mucha gente
teme re...
Hace 1 mes
2 comentarios:
Pobrecito mío, jajaja hombre, no te sentaría bien, pero la verdad es que tuvo que tener su gracia.pero:
"¿Eso qué es?"
"Un ordenador"
Lo que me he reído con eso cristo bendito de los desamparados.
Es como cuando alguien te pregunta:
¿Quién eres?
Nunca sé qué contestar, si decir mi nombre, si decir que soy amigo de tal persona, o si decir que depende para quien soy una cosa u otra.
Esperamos la segunda parte, lamento que te sucediera un viernes.
Behemotzt, no sabe lo que me río ahora cuando lo recuerdo. Ahora.
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