En la anterior entrada, un vecino de Salvacañete intenta aclararse con el formulario de entrada a Rusia. Para evitar conflictos en el control de pasaportes, intento explicarle cómo rellenarlo.
- Bueno, pues usted no haga caso a todo ese tejemaneje de números que tiene por ahí y comience por esos cuadrados.
- ¿Éstos alargaos?
- Ésos, donde pone "Surname" y, entre paréntesis, "family name".
- ¿Y ahí qué pongo?
- Sus apellidos ¿Cuáles son sus apellidos?
- González Domínguez.
- Pues escríbalos. Una letra en cada cuadrado. Y en mayúsculas.
El señor González se pone a escribirlos.
- Oiga, que no caben todas las letras.
- ¿No?
Ya tenemos un problema: los ruskis no pensaron en la gente que tiene dos apellidos, es decir, toda la Hispanidad, que no es poco. Y menos mal que mi interlocutor era de Salvacañete, y allí el apellido Arizmendicorrenechea no se usa.
- Bueno, pues ponga sólo el primero. Normalmente no pasa nada.
- Pero ya he escrito las primeras letras del segundo.
- Pues déjelo como está.
- Vale, ¿y ahora qué hago?
- En el renglón de abajo, donde pone "given names", ponga su nombre de pila ¿Usted cómo se llama?
- ¿Yo? Romualdo.
- Pues a escribir.
Romualdo lo hizo.
- Oiga, que el cuadradico es muy pequeño. Que no cabe la punta del boli.
- Ande, ande, no se me queje.
Y es cierto. Para encajar las letras en los cuadrados hay que ser miniaturista. Seguro que la mayoría de las letras acaban con claustrofobia.
- Ahora pasemos a la parte de abajo, ahí donde pone "date of birth".
- ¡Eh! ¿Y esos cuadradicos que hay debajo de mi nombre?
- Ah, ya, donde pone "patronimic". Déjelo el blanco, que los españoles no usamos de eso. Venga, vamos a los cuadrados de abajo. Donde pone "day", escriba el día en que nació, donde pone "month", el número del mes, y donde pone "year", el año en que nació.
- Hecho, ¿y ahora?
- Ahora vamos a la parte de la derecha.
- ¿Aquí?
- Sí, donde pone "sex". Usted tiene que indicar si es "male" o "female".
- ¿Si mi sexo es malo? ¿Serán bordes?
- Mire, ¿sabe qué? Ponga una equis al lado de "male" y olvidemos el asunto.
- Si usted lo dice...
- Seguimos. En el renglón de abajo, donde pone "nationality", usted tiene que poner de dónde es.
- Vale, ya lo entiendo. Escribo "de Salvacañete".
- Mmmm... no. Ponga "España", pero en inglés.
- ¿En inglés?
- Ande, déjeme el papel. Ahí va: Spain.
- Jo, cuánto sabe.
- Nada, don Romualdo, tonterías. Pasemos abajo. Ahí, donde pone "passport or other ID", usted tiene que poner su número de pasaporte.
- Pero si sólo tengo uno...
- Yaaaaaa. Bueno, ábralo por la página donde esté su foto. Vale. Pues ese número de arriba a la derecha es su número de pasaporte. Cópielo.
- Cuántas cosas piden, ¿eh?
- Y lo que nos falta. Aquí, en estas dos rayas, debajo de las letras "visa number", tiene que poner el número de su visa.
- ¿Que le tengo que dar el número de mi tarjeta a los rusos? ¿Y, si no se lo doy, no me dejan pasar? No me gusta nada esto.
- Nooooo. A ver, déjeme su pasaporte otra vez. Mire, en esta página le han puesto una pegatina muy chula ¿A que no estaba cuando le dieron el pasaporte?
- Ah, no, no estaba.
- Bueno, eso se lo han puesto los del Consulado ruso.
- ¡Pero si en Salvacañete no hay de eso! Yo le di el pasaporte a un señor de una agencia, y cuando volvió llevaba la pegatina puesta.
- Pues menos mal, porque sin esa pegatina no entra ¿Ve esas letras y números? Bueno, pues es el número del visado. Cópielo ahí.
Don Romualdo, con la lengua entre los dientes y sudando un poquito, acertó a garabatear el número de visado en el lugar indicado.
- Vale, muy bien. Ahora pasemos a ese cuadrado lleno de letras.
- Ahí sí que no puedo escribir nada.
- Sólo hay que subrayar el motivo de su visita. Si es usted funcionario o alto cargo, tiene que subrayar debajo de donde pone "official"; si va de turismo, donde pone "tourism"; si es un empresario y va de trabajo, donde pone "business"; si a estudiar, donde pone "education"; si trabaja en Rusia, donde pone "employment"; si va a visitar a un amigo, subraye la palabra "private" y, si no acaba su viaje en Rusia, sino que continúa a otro país, tendrá que subrayar "transit". Y bien, ¿a qué va usted a Rusia?
Romualdo se acercó a mi oído y me dijo en voz más baja, no sin asegurarse que la mujer que estaba a su lado y que, como vimos, atendía por Roberta, dormía a pierna suelta.
- A casarme.
"Ufffffff..."
- Pero no se lo diga a mi hermana, que se cree que vamos de turismo unos días.
- ¿Pero usted sabe lo que va a hacer?
- Claro. Voy a casarme, y mi hermana viene a acompañarme, pero se cree que venimos de turismo. Es que, si no, no vendría. No le gusta mucho mi novia, ¿sabe? Pero a mí sí me gusta.
- Bueno, es lo mínimo...
- La conocí un día que me fui a Cuenca, y resulta que era de aquí y que estaba unos días en Cuenca.
- Ya, ya... y ¿en qué idioma hablan?
- Pues no sé, porque yo no hablo ruso y ella no habla español, pero nos entendemos. Nos mandamos cartas.
- Pues vale. Volviendo al pasaporte, creo que tendrá que subrayar "turismo", porque es lo que pone en su visado. Si pone lo de la boda igual hay jaleo.
- Lo que usté diga.
- A ver. Ahora donde están esas dos líneas debajo de "name of host person or company, locality" tiene usted que poner el nombre de quien le ha invitado, y en qué ciudad vive.
- Huy, no cabe.
Y ciertamente no cabe. El que hizo el diseño del formulario todavía debe de estar riéndose de toda la gente a la que a diario obliga a apretar la letra.
- Pues ha de caber. Venga, apriete o no entra.
Romualdo hizo de tripas corazón.
- Venga, ya queda menos. Abajo, al lado de donde pone "from", ponga el día de hoy, y donde pone "to", el último día del visado.
- A ver, ¿y cuáles son?
- Los pone en la pegatina ésa de antes, la del pasaporte.
- ¿Dónde?
- Venga, ¿usted qué día se vuelve a Salvacañete?
- Pues no lo sé. Primero me tengo que casar, y luego digo yo que me iré de viaje de novios.
- Claro, claro... pero usted tendría que poner una fecha...
- ¿Si?
- Bueno, o no... ¿Sabe qué? ¿Y si dejamos eso en blanco?
- ¿Sí?
- Y así se queda usted lo que le dé la gana. Como si se quiere quedar a vivir.
- ¿Y con mi hermana qué hacemos?
- A su hermana le pondremos fecha de retorno, claro que sí. Mañana mismo si quiere. Firme donde pone "signature", apriétese como pueda la firma dentro del cuadrado, y a correr.
Conflicto Rusia-Ucrania. Actualización mes de octubre
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"Cuánta gente apoya la guerra, y cuántos están en contra? Si bien existen
investigaciones de opinión pública no son confiables porque mucha gente
teme re...
Hace 1 mes
5 comentarios:
Maaaadre del amor hermoso, Alfito... Como está el patio. Bueno, al final el hombre logró rellenar el papelito. Lo de la boda ya lo veo más complicado.. Aish, ya ves, Alfito, el amor es un lenguaje universal, jajajaja..
Besitos
PD: Te he dejado un premio por mi blog, jejeje
Esterita, eso no es un regalito, eso es un marrón del quince. Y luego dirán que el amor es un lenguaje universal.
En fin, a ver qué se me ocurre....
A ver... entenderse con estos tios es de por si toda una aventura, una locura quijotesca y los molinos quedan chicos.
Este idioma salido del infierno, un cristiano que le miente a su propia hermana , una eslava que no entiende un cuerno de nuestra lengua madre, joder, pobre hombre la que le espera.
¿Qué tal andan de crimen por allí?
http://www.moscowtimes.ru/article/600/42/373895.htm
Marcos.
Bruno, el caso real lo puede encontrar aquí (gracias, Boots). Y sí, hay gente así, y no sólo en Salvacañete.
Marcos, bienvenido. De crimen andamos bien servidos, gracias. El enlace de Moscow Times que nos pone (y que mañana supongo que ya estará inactivo, porque los enlaces del Times sólo valen para el día en que se publican) es posiblemente exagerado. Me recuerda una sección similar (The Most Stupid Criminals), pero más bestia, que salía en The Exile, un semanario muy bruto. Por cierto, aquí hay un ejemplo del estilo de su editor más clásico.
Lo importante del crimen aquí es que, como el propio ruso, se rige por parámetros diferentes a los que comprendemos nosotros. Si quiere una aproximación, puede ir a esta entrada anterior. Tengo más experiencia (dolorosa) con la comunidad delictiva local, que ya pondré cuando se acaben las cosas que contar. Lo que pasa es que no se acaban.
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