Los prolegómenos de la ceremonia a la que estábamos asistiendo, al parecer, fueron paulatinos, y yo no me di cuenta de lo que estaba sucediendo hasta que organicé en mi casa una especie de ciclo Santiago Segura. Creo que aquella tarde íbamos a ver una película de la serie de Torrente cuando recibí un mensaje de Gannivet Lecter en mi móvil.
"Alfor, q no puedo ir xq tengo q ir al Bolshoi"
Abrí mucho los ojos.
"Gannivet, ¿al Bolshoi? ¿Será para pegarle fuego? ¿Sabrá dónde está?", pensé. Y es que era impensable que Gannivet renunciara a ver "Torrente" por asistir a las cuatro horas de "Borís Godunov", de Mussorgsky, a no ser que tuviese serios, pero muy serios, problemas de insomnio.
Los demás asistentes al ciclo, durante el coloquio, me confirmaron que Gannivet últimamente frecuentaba el Bolshoi, y no para quemarlo, sino, efectivamente, para asistir a representaciones, algo impensable hasta pocos meses antes. Y no sólo eso, sino que se estaba dedicando a la lectura, y no sólo de los rótulos del supermercado, sino de literatura de cierta calidad. Parece que una mujer estaba siendo la causante de semejante vuelco.
- ¿No le habrán abducido?
- Sí, igual han enviado a la Tierra a un clon, y el verdadero Gannivet está en Plutón de farra.
Hace unos meses, Carbuncho me abordó.
- Oye, que te va a llamar Gannivet Lecter.
- ¿Si? Bueno.
- Quiere que le digas dónde está la iglesia católica de Moscú.
- ¿Quéeeeee? ¿Qué quiere, profanarla?
- No, es que se va a casar.
- ¿Por la iglesia?
- Parece ser.
- ¿Y ha de ser aquí?
- No, es en España.
- Cosas veredes, Sancho.
Efectivamente, Gannivet Lecter me llamó y yo le dije dónde estaba la iglesia católica de Moscú y con quién tenía que hablar. Los siguientes meses debieron ser un batiburrillo de papeleo y formularios, en los que sólo me vi envuelto muy de refilón para recomendar traducciones de términos tales como "impedimento dirimente", "disparidad de cultos", "vicio del consentimiento", "error in persona" y otros tales que tuve que ir desenterrando de mis ya lejanas clases de Derecho Canónico. Y es que, al menos en teoría, la Iglesia Católica toma sus precauciones en los matrimonios mixtos entre católicos y ortodoxos, en parte porque los ortodoxos admiten el divorcio en ciertos casos, y los católicos, como es bien sabido, no lo admitimos en ninguno. Pero no es cuestión de extenderse mucho en este punto, al menos no ahora. Baste saber que Gannivet debió superar la burocracia episcopal, y que probablemente no se lo pusieron todo lo difícil que hubieran podido, teniendo en cuenta que un par de meses antes de la boda aún recitaba el Padrenuestro con problemas y apuntador (aunue el apuntador no era mucho mejor que él). Pero claro, es que no puede ser que uno pase sólo veintipico años ausente de la liturgia, y entretanto le cambien el texto y que ya no sea "perdónanos nuestras deudas". Habráse visto estos curas...
También debió sudar tinta Gannivet Lecter para conseguir visados para sus invitados rusos (que estaban en las dos mesas contiguas), habida cuenta de que el consulado español suele ser bastante displicente, por decir algo suave, a la hora de flexibilizar sus procedimientos. Pero Gannivet Lecter no había topado en vano con la Iglesia, para que le fuera a parar el Estado, y también superó este obstáculo.
Y con esto llegamos al día clave, cosa que dejaré para la próxima.
Conflicto Rusia-Ucrania. Actualización mes de octubre
-
"Cuánta gente apoya la guerra, y cuántos están en contra? Si bien existen
investigaciones de opinión pública no son confiables porque mucha gente
teme re...
Hace 1 mes
5 comentarios:
Ya me he perdido Alf, la boda ¿era en España o en Moscú? y oye ¿qué leches es eso de "impedimento dirimente" y "vicio del consentimiento" ¿los consentimientos tienen vicios?¿se dan a la bebida o algo? Ya está, fuman, claro, eso era lo que vi el otro día por la calle un consentimiento fumando en pipa, ya decía yo que era algo raro.. Ainsssssss
Y estooo, si la boda era en Moscú ¿por qué los rusos necesitaban un visado? Me he perdido del todo.. Voy a ver si me encuentro un consentimiento vicioso y juntos montamos un impedimento dirimente con disparidad de cultos.. Y ya que estamos, le endosamos una deuda de alguna letra al cobro, que no está el horno para boyos... Por cierto ¿será legal que los dirimentos impertinentes se monten una empresa en régimen de Sociedad de Responsabilidad limitada con un Consentimiento vicioso, o habrá disparidad de cultos?...
Besosssss
PD: Si Alf, si, ando preparando los exámenes de septiembre y como ya sabes, me quedó derecho mercantil.. ¿te apetece presentarte por mí?
Mmm... sé lo que es, lo sé, pero eso del "vicio del consentimiento" siempre me ha encantado.
Esther, si pones en tu examen de mercantil lo de "perdonanos nuestras deudas" a lo mejor cuela... ;-)
Eso estaría bien, Alfina, cuando hable de las letras de cambio yo le digo eso, que si el librado le dice al tomador "perdónanos nuestras deudas" y este accede, sin vicio de consentimiento, puede obtener el perdón.. ¿la disparidad de cultos será vinculante en los contratos a terceros? Ainss ya queda poco, Alfina, ya queda poco...
besitosssssss
Esther, nada me haría más ilusión que presentarme por ti a tu examen de mercantil. Y léete bien la entrada y sabrás en qué país fue la boda.
Oye, lo de que "no está el horno para boyos" puede costarte una demanda por parte de la Asociación de Lesbianas de la Safor. Cuidado. Sólo te salvaría que el consentimiento y casi cualquier cosa que hagan está, casi diría que por definición, viciado.
Gin, y es el recurso más empleado por los abogados matrimonialistas canónicos. Todo sea por la nulidad.
Alfina, si el examen fuera en la Universidad de Navarra quizá hubiera alguna posibilidad.
Publicar un comentario