Como es preciso, después de las elecciones municipales, a pesar de que el seguimiento que se les ha dado desde esta bitácora no ha sido todo lo profundo que me hubiera gustado, me toca referir cuál ha sido el resultado de las mismas.
Ha ganado la lista del alcalde, o sea, la alianza entre MR y DéFi, lo cual no era ninguna sorpresa en este pueblo habitado mayoritariamente por gente de clase media-alta. El alcalde Boris Dilliés ha obtenido 6692 votos preferentes (el total de votos válidos es de algo más de 35.000), lo cual le coloca claramente en cabeza de esta categoría, triplicando al siguiente candidato y que también es de su lista. Un voto preferente es una particularidad del sistema electoral belga para hacer creer al pueblo que quien manda no son completamente los partidos políticos. Es un sistema de listas cerradas, pero no bloqueadas, al menos no del todo. Los votantes pueden poner una crucecita en uno o varios candidatos de una lista, queriendo decir que quieren alterar el orden de la lista del partido político que la ha presentado; si ponen la crucecita en la casilla del propio partido, quiere decir que aceptan el orden propuesto (y, si no ponen crucecitas, también). Lo que no pueden es poner crucecitas al lado de candidatos de distintas listas, lo que serían listas abiertas. El caso es que 6692 votantes han marcado la casilla de Boris Dilliés, que, de todas formas, era el cabeza de lista, así que, o yo he entendido mal el sistema, o no veo la diferencia, pero lo que está claro es que el alcalde debería estar contento.
O no tanto. Ha perdido votos, porque los resultados de su lista son algo inferiores a los que obtuvo la suma de MR y DéFi, por separado, hace seis años. Sin embargo, ha ganado apoyos, porque DéFi se quedó en la oposición hace seis años y ahora los tiene, no ya en la mayoría, sino incluso en su propia lista.
En segundo lugar han quedado los verdes de Ecolo-Groen, que estaban en la coalición mayoritaria saliente. Han perdido tres concejales y bastantes votos, después de la sorpresa que dieron hace seis años. El hecho es que han llegado rápidamente a un acuerdo con Dilliés para formar una coalición y seguir en el gobierno municipal, supongo que porque los sillones son cómodos y atraen lo suyo. La coalición tiene 29 concejales de un total de 43, así que no van a tener ningún problema en la asamblea municipal para hacer más o menos lo que prefieran.
¿Quién queda? Pues seis concejales de los sociatas, que ganan bastante peso; cuatro de los, -as Comprometidos, -as, que doblan sus resultados, y cuatro más del díscolo Marc Cools y su lista de "Uccle en Avant". Por cierto que los medios de comunicación se están cansando de la murga igualitarista de los, -as, Comprometidos, -as, y ya ponen "Les Engagés" sin marca de género gramatical, y eso que en francés es mucho más sencillo que en español, así que voy a seguir su ejemplo y voy a hacer lo propio en lo sucesivo.
En toda esta historia, y después de su para mí inesperado éxito en las elecciones regionales de antes del verano, los Comprometidos creo que se las prometían mucho más felices que el resultado que finalmente han obtenido, y eso que han doblado lo que tenían, pero no les ha ido demasiado bien, ni aquí ni en el resto de municipios de la región de Bruselas, donde se han mantenido, pero nada más. En Uccle, estaban en la coalición de gobierno y, sorpresa, la concejala que habían metido en el equipo de gobierno les ha dicho adiós y se ha metido en la lista del alcalde, así que han tenido que ser originales, una vez más. Su cabeza de lista en las elecciones de Uccle era nada menos que la presidenta de la Federación Valonia-Bruselas, Élisabeth Degryse, que dijo que, si era elegida concejala, iba a participar en el consejo municipal. Pues lo ha sido...
En resumidas cuentas, pocos cambios, nada demasiado nuevo y Uccle queda fuera de las dos listas que van avanzando en el resto de Bruselas. El PTB ni siquiera se presenta, y la lista de musulmanes local, el Colectivo Ciudadano, no ha llegado al 2% de los votos, y me parecen muchos para lo que es esto, mientras que en el resto de Bruselas hay lugares donde listas semejantes han tenido un éxito resonante. No sé si ya será tarde para evitar el califato, pero, desde luego, al que se está haciendo tarde es a mí, así que aquí lo dejo.