San Pedro me miró y dijo:
- Sí, sí, aquí es. Supongo que vienes a entrar, ¿no? Venga, nombre y apellido, que tenemos toda la eternidad, pero no nos vamos a quedar en el Limbo todo el día.
- Alfor von Buchweizen.
- A ver... Alfor von Buchweizen. Aquí está la lista del mes... Buchórez, Buchovila, Budavilla... No estás en la lista, Alfor.
- ¡Anda! ¿Y ahora qué hago?
- Pues yo no te puedo dejar pasar al Cielo. Anda, ve al Purgatorio, a ver si te admiten allí.
...
- ¿Es aquí el Purgatorio?
- Sí, sí, aquí es.
- A ver, me llamo Alfor von Buchweizen y vengo de parte de San Pedro, del Cielo, que me ha dicho que no estaba en la lista de ingresos del mes y me ha mandado aquí, a ver si me pueden acoger.
- Pues vamos a ver ¿Von Buchweizen, ha dicho? Aquí está la lista... Pues no, ¿eh? No está tampoco aquí.
- ¡Toma! ¿Entonces?
- En fin, yo siento mucho ser quien le tenga que dar las malas noticias, pero, si no está en la lista del Cielo, ni tampoco en el Purgatorio, pues sólo queda una posibilidad...
- No fastidie...
- Sí, sí, lo siento. Tendrá que acercarse al Infierno, a ver si allí le hacen un hueco, porque aquí, en el Limbo, no se puede quedar y al Purgatorio no le puedo dejar entrar si no está en la lista.
...
- ¿Es aquí el Infierno?
Satanás levantó la cabeza.
- Sí, aquí es ¿Un alma descarriada, acaso?
- Pues eso parece... - dije de mala gana -. He estado en el Cielo y en el Purgatorio, pero no estoy en la lista de ingresos de este mes y no me han dejado pasar. Entonces me han dicho que me vaya al Infierno, a ver si estoy en la lista.
- Bueno, si no estás allí, quedan pocas dudas, pero bueno, para que no haya quejas, vamos a hacer las cosas como Dios manda y hacer las comprobaciones de rigor. A ver, nombre y apellido.
- Alfor von Buchweizen.
- Vale. A ver... von Buchhandel, von Buchmeister, von Buchpeinen, von Buddenbrock... Pues tampoco estás aquí.
- ¿Tampoco?
- No, no. No te puedo dejar entrar. A mí ya me gustaría, pero aquí hay unas normas.
- ¿Y qué hago?
- Bueno, yo me iría a hablar con San Pedro otra vez, a ver si te da una solución. Sí que es raro el caso, sí...
- Bueno, pues voy a ver qué pasa.
...
- Buenas tardes ¿San Pedro?
- Sí, oye, ¿qué haces aquí? ¿No habíamos quedado en que no estabas en la lista de este mes?
- Es que he ido al Purgatorio y tampoco estaba. Y luego me mandaron de allí al Infierno, y allí Satanás estuvo buscando en la lista y tampoco me encontró, así que me dijo que viniera a verte, por si me podías dar una solución ¡No me voy a quedar en el Limbo!
- Hombre, no. No sé, voy a mirar en las listas del mes que viene, no sea que se haya traspapelado algo.
San Pedro se puso a mirar listados y más listados durante un buen rato.
- Aquí no estás, aquí tampoco... A ver los del año que viene... Tampoco... A ver si, buscando por el nombre sale cuándo te toca...
Finalmente levantó la cabeza.
- ¡Hombre! ¡Por fin! Aquí está: Alfor von Buchweizen, entrada en diciembre de 2060. ¡Pero si estamos en 2024! ¿Qué haces aquí, macho? Que te esperamos dentro de la tira de lustros ¿Qué te ha pasado?
San Pedro se paró de golpe y dijo.
- No me digas más. Tú vienes de un hospital belga, ¿a que sí?