Las chicas éstas de "Pussy Riot" no son el primer grupo femenino de punk del que el mundo tiene noticia. También es cierto que no son frecuentes y que, por esto mismo, llaman la atención y no pasan desapercibidas.
Vamos, hasta en España teníamos un grupo. Eran "Las Vulpess", y cuando las dejaron salir en televisión sólo tardaron un par de días más en cesar al director del programa, no por ellas, pero digamos que la letra de la canción que sacaron no era para el horario infantil. En realidad, no era para ningún horario decente. El responsable de que las sacaran en televisión se la cargó bien cargada, pero a las chicas no les pasó nada y, de hecho, un par de ellas incluso han sobrevivido al desfase y parece que llevan una vida razonablemente normal. Y ni siquiera han venido a tocar a Moscú.
Ahí abajo tenéis su actuación. No voy a hacer comentarios sobre la calidad de la música, ni menos sobre la calidad de la letra, ni sobre el aspecto de la cuadrilla (en parte por respeto a los muertos, aunque sea por sobredosis). Eso sí, el que pinche el enlace que se asegure antes de no tener problemas digestivos.
Pero lo que nunca hicieron aquellas chicas fue invadir una iglesia y ponerse a blasfemar encima del altar. Eso lo puedes hacer en mitad del campo, donde de hecho pasa con frecuencia. Tampoco iban de feministas, pero pidiendo trato diferenciado por ser chicas y madres.
Las chicas éstas encarceladas sí. Mucho ir de feministas, pero cuando las cosas se tuercen, la igualdad queda en segundo plano.
Lo que más gracia me ha hecho es la petición de que el Patriarca las perdone e interceda por ellas. Eso sí que es el colmo. Las chicas están orgullosas de su acción, que creen justa, necesaria y conveniente, pero no les parece bien que las metan en prisión por eso. Supongo que porque son ellas las que están en prisión. También supongo que el Patriarca las habrá perdonado en lo que le hayan ofendido a él, que es bastante; pero para las ofensas contra Dios, por lo menos, hay que arrepentirse de lo hecho y tener lo que los cristianos llamamos propósito de enmienda y que en estas chicas no aparece ni de lejos. Muy al contrario, lo suyo es un monumento a la soberbia.
Pues nada: si fueron libres para hacer lo que hicieron, para lo que no lo son es para elegir las consecuencias de sus acciones. Ajo y agua.
Y hay una cosa que todavía me hace más gracia. Estas mártires políticas del régimen de Putin, que por fin han conseguido saltar a la fama tras meses de hacer el ridículo sin ningún resultado, no despiertan interés por su mensaje político ni por las razones de su proceder.
En todos los mensajes que he recibido sobre este asunto, lo único que le interesa a la gente es si están buenas.
Todo lo que se cuenta aquí debería tomarse con sentido del humor. Si usted no se ve capaz de hacerlo, y aun así persiste en entrar y leer, sepa que no va por usted, que lo que se cuenta está fuera de contexto y que incluso es posible que no sea ni verdad.
sábado, 31 de marzo de 2012
jueves, 29 de marzo de 2012
Sacrilegios y otras gamberradas
Si uno pregunta por un diario conservador de toda la vida en España, la respuesta es prácticamente obvia para cualquiera: el ABC. El ABC es un diario liberal-conservador-"monárquico", que apoya al PP, al cardenal Rouco y echa pestes de las izquierdas, los sindicatos y otras gentes que componen la antiespaña. En ABC escriben incluso gentes que van más allá del liberalismo y defienden la religión, y pienso nada menos que en Juan Manuel de Prada, que dice las cosas muy claritas y en quien la religión tiene un defensor mejor que demasiados consagrados.
Pero, además de Juan Manual de Prada, en ABC escribe Rafael Mañueco, y ahí la cosa cambia.
Rafael Mañueco escribe desde Moscú, y no puede decirse que participe del ideario filorreligioso de ABC. O quizá sí. Porque el ABC defiende la religión, pero de manera muy secundaria a otras cosas (entre la religión y el PP, el ABC defiende al PP, claro), y Mañueco tiene una cosa entre ceja y ceja, que es atribuir todos los males de Rusia a Putin y su tenebrosa dictadura, y a defender a capa y espada a todos los que de una u otra manera le plantan cara, aunque varios de los que le planten cara sean una banda de anormales.
La última muestra del encono de Mañueco contra Putin, y de su simpatía por las bandas de anormales, la tenemos en su última publicación, que podría haber aparecido en Público, en El Jueves o en alguna otra publicación comecuras, pero no, ha aparecido nada menos que en el ABC.
Leamos aquí la aportación de Mañueco.
El titular, que es lo único que lee demasiada gente, es un ejemplo de manipulación tan bueno que es dudoso que lo haya escrito el propio redactor de la noticia: El grupo de música punk "Pussy Riot" pide a la Virgen que eche a Putin.
Y en la entradilla, que es a lo máximo que llega el lector medio del ABC, se añade: "Sus integrantes han sido encarceladas y podrían caerles hasta siete años de condena. La sociedad rusa está dividida: para unos son unas blasfemas y para otros, unas defensoras de la libertad."
Un lector católico del ABC, que quizá haya rezado él mismo a la Virgen para que eche a sus dirigentes, en este caso a Zapatero, lee esto y automáticamente desarrolla simpatía por estas jóvenes. Jo, unas jóvenes rezando, en los tiempos que corren, y Putin las encarcela por rezar. Miserable. Rojo.
Las cosas no son precisamente así. Las tres chicas encarceladas, en realidad, están en la trena por entrar en la Catedral de Cristo Salvador y ponerse a cantar a berrido limpio lo que llaman "plegaria punk", que efectivamente iba contra Putin (y no sólo contra Putin), pero podía haber ido contra la subida del precio del gas o sobre lo que nos podamos imaginar. No voy a reproducir ni a traducir la sedicente "plegaria", porque esta bitácora respeta lo sagrado. Obviamente, tampoco el ABC recoge el texto, porque se le desmontaría el argumento de la persecución política. La versión del propio grupo, que incluye la letra, está aquí.
Los cristianos, para lo que hicieron esas chicas, tenemos la palabra "sacrilegio". Incluso si no eres cristiano y pasas del asunto, por lo menos es inconveniente y una gamberrada, porque las blasfemias, si las sueltas en la calle, allá tú, pero si las sueltas en mi casa vas a durar poco en ella. Y si montas un concierto punk en mi casa por las buenas y sin pedir permiso llamo a la policía, que fue exactamente lo que hicieron los responsables de seguridad de la Catedral de Cristo Salvador. Las chicas fueron detenidas, como lo hubieran sido en cualquier país civilizado, España incluida. En los países menos civilizados hubieran sido directamente lapidadas y, si se hubieran atrevido a montar el numerito en una mezquita, sus cadáveres estarían colgados cabeza abajo en cualquier plaza pública y en estado de descomposición.
Ahora las tres chicas están tras las rejas, y tooooda la progresía mundial está echando unas lagrimitas. Lo primero que hicieron fue convencer a todo quisqui de que esto es una persecución política. En realidad, las chicas han estado haciendo el ganso en varios espacios públicos de Moscú, pero sin tener tanto éxito como las ucranianas ésas medio locas que van enseñando las tetas pidiendo que no las consideren mujeres objeto.
Como hacer el ganso con pasamontañas (éstas no enseñan nada, algo bueno tenían que tener) no parecía darles suficiente notoriedad, han decidido hacer algo más gordo y no hay nada mejor que meterse con los cristianos, y además en plena Cuaresma. Los cristianos estamos mal vistos y, por si fuera poco, las agresiones contra nosotros son gratuitas, con eso de que perdonamos setenta veces siete y ponemos la otra mejilla.
Pero tenemos un límite, y ese límite se sobrepasa cuando no se nos ofende a nosotros, sino a nuestra Madre y a nuestro Dios. Ahí sí que no. Así que estas niñas, dos de las cuales encima son madres de niños pequeños, cosa que no parece haberlas hecho madurar ni un poquito, están esperando tras las rejas que las juzguen. Como la juez ha visto riesgo de que sigan haciendo de las suyas, y eso no se puede negar, ha decidido dejarlas un tiempo más a la sombra, yo diría que para que esta vez no se les olvide tan pronto cómo las gastan en prisión.
Alguna almas progres se dirigieron al patriarca Cirilo para que perdonara a las chicas y para que mediara ante las autoridades para que las soltaran. El patriarca Cirilo, que ha guardado silencio unos días, ha sido bastante claro y considera lo sucedido un sacrilegio. Los miembros del grupo que siguen en libertad han respondido al Patriarca en un escrito lleno de soberbia y sin una pizca de arrepentimiento diciendo que desde luego lo que hicieron era una plegaria. Yo, que algo sé de eso, no recuerdo que en las plegarias se insulte absolutamente a nadie, ni que se desee el mal a nadie.
Pero, de momento, vamos a dejarlo, que se hace tarde. Igual que el asunto del restaurante, éste va a quedar aparcado hasta una próxima entrada. Porque esto va a traer cola, seguro. Pocas veces está la oportunidad de meterse a la vez con Putin y con la iglesia, y esa oportunidad no la van a dejar pasar por alto ni Mañueco, ni los periodistas mucho mejores que él.
Pero, además de Juan Manual de Prada, en ABC escribe Rafael Mañueco, y ahí la cosa cambia.
Rafael Mañueco escribe desde Moscú, y no puede decirse que participe del ideario filorreligioso de ABC. O quizá sí. Porque el ABC defiende la religión, pero de manera muy secundaria a otras cosas (entre la religión y el PP, el ABC defiende al PP, claro), y Mañueco tiene una cosa entre ceja y ceja, que es atribuir todos los males de Rusia a Putin y su tenebrosa dictadura, y a defender a capa y espada a todos los que de una u otra manera le plantan cara, aunque varios de los que le planten cara sean una banda de anormales.
La última muestra del encono de Mañueco contra Putin, y de su simpatía por las bandas de anormales, la tenemos en su última publicación, que podría haber aparecido en Público, en El Jueves o en alguna otra publicación comecuras, pero no, ha aparecido nada menos que en el ABC.
Leamos aquí la aportación de Mañueco.
El titular, que es lo único que lee demasiada gente, es un ejemplo de manipulación tan bueno que es dudoso que lo haya escrito el propio redactor de la noticia: El grupo de música punk "Pussy Riot" pide a la Virgen que eche a Putin.
Y en la entradilla, que es a lo máximo que llega el lector medio del ABC, se añade: "Sus integrantes han sido encarceladas y podrían caerles hasta siete años de condena. La sociedad rusa está dividida: para unos son unas blasfemas y para otros, unas defensoras de la libertad."
Un lector católico del ABC, que quizá haya rezado él mismo a la Virgen para que eche a sus dirigentes, en este caso a Zapatero, lee esto y automáticamente desarrolla simpatía por estas jóvenes. Jo, unas jóvenes rezando, en los tiempos que corren, y Putin las encarcela por rezar. Miserable. Rojo.
Las cosas no son precisamente así. Las tres chicas encarceladas, en realidad, están en la trena por entrar en la Catedral de Cristo Salvador y ponerse a cantar a berrido limpio lo que llaman "plegaria punk", que efectivamente iba contra Putin (y no sólo contra Putin), pero podía haber ido contra la subida del precio del gas o sobre lo que nos podamos imaginar. No voy a reproducir ni a traducir la sedicente "plegaria", porque esta bitácora respeta lo sagrado. Obviamente, tampoco el ABC recoge el texto, porque se le desmontaría el argumento de la persecución política. La versión del propio grupo, que incluye la letra, está aquí.
Los cristianos, para lo que hicieron esas chicas, tenemos la palabra "sacrilegio". Incluso si no eres cristiano y pasas del asunto, por lo menos es inconveniente y una gamberrada, porque las blasfemias, si las sueltas en la calle, allá tú, pero si las sueltas en mi casa vas a durar poco en ella. Y si montas un concierto punk en mi casa por las buenas y sin pedir permiso llamo a la policía, que fue exactamente lo que hicieron los responsables de seguridad de la Catedral de Cristo Salvador. Las chicas fueron detenidas, como lo hubieran sido en cualquier país civilizado, España incluida. En los países menos civilizados hubieran sido directamente lapidadas y, si se hubieran atrevido a montar el numerito en una mezquita, sus cadáveres estarían colgados cabeza abajo en cualquier plaza pública y en estado de descomposición.
Ahora las tres chicas están tras las rejas, y tooooda la progresía mundial está echando unas lagrimitas. Lo primero que hicieron fue convencer a todo quisqui de que esto es una persecución política. En realidad, las chicas han estado haciendo el ganso en varios espacios públicos de Moscú, pero sin tener tanto éxito como las ucranianas ésas medio locas que van enseñando las tetas pidiendo que no las consideren mujeres objeto.
Como hacer el ganso con pasamontañas (éstas no enseñan nada, algo bueno tenían que tener) no parecía darles suficiente notoriedad, han decidido hacer algo más gordo y no hay nada mejor que meterse con los cristianos, y además en plena Cuaresma. Los cristianos estamos mal vistos y, por si fuera poco, las agresiones contra nosotros son gratuitas, con eso de que perdonamos setenta veces siete y ponemos la otra mejilla.
Pero tenemos un límite, y ese límite se sobrepasa cuando no se nos ofende a nosotros, sino a nuestra Madre y a nuestro Dios. Ahí sí que no. Así que estas niñas, dos de las cuales encima son madres de niños pequeños, cosa que no parece haberlas hecho madurar ni un poquito, están esperando tras las rejas que las juzguen. Como la juez ha visto riesgo de que sigan haciendo de las suyas, y eso no se puede negar, ha decidido dejarlas un tiempo más a la sombra, yo diría que para que esta vez no se les olvide tan pronto cómo las gastan en prisión.
Alguna almas progres se dirigieron al patriarca Cirilo para que perdonara a las chicas y para que mediara ante las autoridades para que las soltaran. El patriarca Cirilo, que ha guardado silencio unos días, ha sido bastante claro y considera lo sucedido un sacrilegio. Los miembros del grupo que siguen en libertad han respondido al Patriarca en un escrito lleno de soberbia y sin una pizca de arrepentimiento diciendo que desde luego lo que hicieron era una plegaria. Yo, que algo sé de eso, no recuerdo que en las plegarias se insulte absolutamente a nadie, ni que se desee el mal a nadie.
Pero, de momento, vamos a dejarlo, que se hace tarde. Igual que el asunto del restaurante, éste va a quedar aparcado hasta una próxima entrada. Porque esto va a traer cola, seguro. Pocas veces está la oportunidad de meterse a la vez con Putin y con la iglesia, y esa oportunidad no la van a dejar pasar por alto ni Mañueco, ni los periodistas mucho mejores que él.
viernes, 23 de marzo de 2012
Restaurantes (I)
En toda la larga ristra de entradas que lleva esta bitácora, y que nadie sabe cuántas más puede alcanzar, hay un aspecto que llama poderosamente la atención y que, sin embargo, ha sido preterido lamentablemente. Se trata de los restaurantes.
Sí. Los restaurantes dicen mucho de los pueblos y de sus caracteres. Y los camareros, no digamos. Es cierto que en esta bitácora hemos entrado en restaurantes más de una vez, como ha quedado reseñado en las entradas que están bajo la etiqueta "crítica gastronómica", pero eso han sido incursiones esporádicas, como de curioseo insustancial, y sólo para ver restaurantes sedicentes españoles, pero en Rusia (bueno, o en Bielorrusia).
En todos estos restaurantes, sin embargo, el elemento español es bastante postizo, y el elemento local omnipresente. Para comprobarlo, una vez más, vamos a pasar al restaurante español por antonomasia en Moscú, que incluso, en tiempos pasados, llegó hasta a tener un chef bastante español al frente de su cocina. Esos tiempos pasaron, lamentablemente, y hasta hay quien dice que el restaurante no pasa por sus mejores momentos y está en un tris de cambiar de orientación. Como veremos dentro de dos párrafos, ni eso está claro.
Hace ya unos meses fui invitado por uno de esos rusos a los que les gusta tanto España que pasan allí todo el tiempo que pueden, hablan el idioma notablemente bien y se asombran de que muchos de sus compatriotas no tengan la misma opinión sobre España y passen ampliamente del asunto. Esos rusos hispanófilos existen, de verdad, tan cierto como hay españoles rusófilos. Pero éstos han quedado ya descritos pormenorizadamente en otro lugar, y no es cosa de repetir la operación.
Este hispanófilo, pues, me invitó a cenar y no se le ocurrió mejor lugar para hacerlo que "Las doce uvas", que pasa por ser el mejor restaurante español en Moscú (no hay muchos más con los que compararse, de todas formas).
Pero sobre el asunto de mi visita al restaurante vamos a hablar en la siguiente entrada. En ésta es mejor quedarse con la noticia de la entrada, que a continuación reproduzco en ruso:
Y ahora en castellano:
Sí, ya decía yo en la entrada anterior que la gente se está poniendo nerviosita, con eso de que la primavera tarda en llegar.
Sí. Los restaurantes dicen mucho de los pueblos y de sus caracteres. Y los camareros, no digamos. Es cierto que en esta bitácora hemos entrado en restaurantes más de una vez, como ha quedado reseñado en las entradas que están bajo la etiqueta "crítica gastronómica", pero eso han sido incursiones esporádicas, como de curioseo insustancial, y sólo para ver restaurantes sedicentes españoles, pero en Rusia (bueno, o en Bielorrusia).
En todos estos restaurantes, sin embargo, el elemento español es bastante postizo, y el elemento local omnipresente. Para comprobarlo, una vez más, vamos a pasar al restaurante español por antonomasia en Moscú, que incluso, en tiempos pasados, llegó hasta a tener un chef bastante español al frente de su cocina. Esos tiempos pasaron, lamentablemente, y hasta hay quien dice que el restaurante no pasa por sus mejores momentos y está en un tris de cambiar de orientación. Como veremos dentro de dos párrafos, ni eso está claro.
Hace ya unos meses fui invitado por uno de esos rusos a los que les gusta tanto España que pasan allí todo el tiempo que pueden, hablan el idioma notablemente bien y se asombran de que muchos de sus compatriotas no tengan la misma opinión sobre España y passen ampliamente del asunto. Esos rusos hispanófilos existen, de verdad, tan cierto como hay españoles rusófilos. Pero éstos han quedado ya descritos pormenorizadamente en otro lugar, y no es cosa de repetir la operación.
Este hispanófilo, pues, me invitó a cenar y no se le ocurrió mejor lugar para hacerlo que "Las doce uvas", que pasa por ser el mejor restaurante español en Moscú (no hay muchos más con los que compararse, de todas formas).
Pero sobre el asunto de mi visita al restaurante vamos a hablar en la siguiente entrada. En ésta es mejor quedarse con la noticia de la entrada, que a continuación reproduzco en ruso:
Ресторан временно закрыт!
ВНИМАНИЕ!!! 90-ые возвращаются!
Уважаемые гости, друзья!
18 марта 2012 года в 8 утра, на наш ресторан с применением грубой физической силы было совершено разбойное нападение сотрудниками ООО ЧОП "Кедр-2".
Находящиеся в помещении сотрудники были избиты, имущество захвачено и входы заблокированы.
Каких либо документов, подтверждающих законное нахождение сотрудников в помещении не предоставлено!
Что сейчас происходит в помещении нам неизвестно!
Нами поданы заявления в полицию и прокуратуру.
Полиция хранит молчание и бездействует!
Руководили операцией непосредственно бывшие сотрудники МВД России:
Кузнецов Юрий Виталевич
Рябиков Вадим Станиславович
ООО ЧОП "Кедр-2" , входит в АНСБ «Стройбезопасность» и является Объединением охранных структур объектов строительства по государственному заказу в городе Москве!
Y ahora en castellano:
El restaurante cierra temporalmente.
¡ATENCIÓN! ¡Vuelven los noventa!
Estimados clientes y amigos:
El 18 de marzo de 2012, a las ocho de la mañana, los empleados de la OOO "Kedr-2" atacaron salvajamente el restaurante con empleo de fuerza física bruta.
Los empleados que se encontraban en el restaurante fueron golpeados, la propiedad fue ocupada y las entradas bloqueadas.
No se han proporcionado documentos que certifiquen la legalidad de la actuación de los empleados.
No sabemos qué sucederá con el inmueble.
Hemos presentado denuncias ante la policía y la fiscalía.
La policía calla y no hace nada.
La operación fue dirigida directamente por las siguientes personas, antiguos funcionarios del Ministerio de Interior de Rusia:
Kuznetsov Yuri Vitalievich
Ryabikov Vadim Stanislavovich
La OOO "Kedr-2" es parte de la ANSB "Stroybezopasnost", y consiste en una unión de entidades encargadas de la vigilancia de los edificios públicos en construcción de la ciudad de Moscú.
Sí, ya decía yo en la entrada anterior que la gente se está poniendo nerviosita, con eso de que la primavera tarda en llegar.
miércoles, 21 de marzo de 2012
Apuntes del deshielo (II)
Marzo. Ese mes complicado, en que el tiempo atmosférico es especialmente deleznable y en que uno no sabe si los peligros le llegan por el cielo o por la tierra. Marzo. Ese mes en el que, mientras pude, tomé vacaciones para poner tierra de por medio con Moscú y largarme a lugares donde realmente fuera primavera. Marzo. Ese mes que te pone la cara de vinagre esperando un buen tiempo que ya tenía que estar aquí, que ya tienen en casi toda Europa, y que lo que nos deja son chaparrones de aguanieve y riadas de nieve derretida. Marzo. Ese mes en que llueve sin llover, y los charcos se crean a tus pies como por ensalmo. Ese mes en que un paso mal dado te puede llevar a dar con tus huesos en el suelo, y no hay forma de saber la profundidad que puede tener el charco que debes atravesar sí o sí.
Sin embargo, precisamente en este mes, en que todo es gris, húmedo e incómodo, se ven algunas imágenes chulas. Para olvidarnos de los problemas cotidianos, que no son pocos, toca poner alguna nota más agradable.
Por ejemplo, esta herramienta es típica de estas fechas. El que vive en España seguramente no la ha visto en su vida, pero el que vive en Moscú convive con ella con cierta frecuencia. Es un rompehielos manual. Se utiliza clavándolo contra el hielo que hay por el suelo, para quebrarlo y barrer los trozos desprendidos fuera de la zona de paso y evitar así resbalones.
No, no es una tarea muy agradable. Menos mal que para eso están los hijos, que encima se lo pasan bien desempeñándola.
¿Y las papeleras? ¿A qué es elegante esa papelera con sombrerito? Y es que sin sombrerito, a la que caiga una de esas nevadas que todavía siguen atormentándonos, se nos llena la papelera de nieve, y a saber para qué queremos una papelera llena de nieve, como si no hubiera basura más que abundante en toda la ciudad.
De todas maneras, hay que reconocer que el tiempo es malo y la gente, ya de por sí poco amable en una ciudad tan grande como ésta, se pone especialmente susceptible. Como el señor conductor de la foto, que tiene a mano un eficaz auxiliar contra quien se desmande.
Jo. Como para tener un berrinche de tráfico con este pollo. Menos mal que arrancó con fuerza cuando el semáforo se puso verde y ya no lo volvimos a ver.
Sin embargo, precisamente en este mes, en que todo es gris, húmedo e incómodo, se ven algunas imágenes chulas. Para olvidarnos de los problemas cotidianos, que no son pocos, toca poner alguna nota más agradable.
Por ejemplo, esta herramienta es típica de estas fechas. El que vive en España seguramente no la ha visto en su vida, pero el que vive en Moscú convive con ella con cierta frecuencia. Es un rompehielos manual. Se utiliza clavándolo contra el hielo que hay por el suelo, para quebrarlo y barrer los trozos desprendidos fuera de la zona de paso y evitar así resbalones.
No, no es una tarea muy agradable. Menos mal que para eso están los hijos, que encima se lo pasan bien desempeñándola.
¿Y las papeleras? ¿A qué es elegante esa papelera con sombrerito? Y es que sin sombrerito, a la que caiga una de esas nevadas que todavía siguen atormentándonos, se nos llena la papelera de nieve, y a saber para qué queremos una papelera llena de nieve, como si no hubiera basura más que abundante en toda la ciudad.
De todas maneras, hay que reconocer que el tiempo es malo y la gente, ya de por sí poco amable en una ciudad tan grande como ésta, se pone especialmente susceptible. Como el señor conductor de la foto, que tiene a mano un eficaz auxiliar contra quien se desmande.
Jo. Como para tener un berrinche de tráfico con este pollo. Menos mal que arrancó con fuerza cuando el semáforo se puso verde y ya no lo volvimos a ver.
lunes, 19 de marzo de 2012
Apuntes del deshielo (I)
Aunque por la foto, que tomé el viernes pasado, pueda no parecerlo, en Moscú estamos en primavera. Oficialmente, desde el día 1 de marzo. En la práctica, ayer fue el día en que quemamos algo, en el remedo de fallas que hacemos todos los años, hasta que un día nos sea dado volver a ver en directo las auténticas, y antes de quemar nada tuve que darle a la pala para despejar una porción de terreno suficiente para hacer la plantà.
Y sí, hay nieve, y tardaremos todavía bastantes días, más bien varias semanas, en quitárnosla de enmedio.
Pero bueno, lo que a algunos, nacidos y criados en el sur, nos resulta bastante repelente, para otros parece que es motivo de inspiración. Entre esos otros está, indudablemente, mi vecino, que ya se ve que hace sus pinitos como escultor y aspira a emular al diseñador de la esfinge de Gizeh. Si no hay piedra y arena, ni pirámides al fondo, no pasa nada: ¡será por nieve!
viernes, 16 de marzo de 2012
Alterne y comercio
Antes de que la noticia, por llamarla así, desaparezca del recuerdo de los lectores, voy a escribir de nuevo sobre el sexo usado como promoción comercial. Ya lo hice una vez por lo menos, pero el tema vuelve recurrentemente, y en los últimos días fue noticia por lo sucedido en la feria de telecomunicaciones que se celebró en Barcelona, y en donde participó una empresa rusa, CBOSS, de cuya existencia no tenía yo noticia hasta entonces.
La noticia llegó en castellano a través de la edición de El Mundo, de Barcelona. Es curioso lo de este periódico, que se pone en tono escandalizado cuando los demás se meten en asuntos sexistas, y ellos mismos (comenzando por su director, que debería callar en estos temas) tienen el periódico lleno de apartados directamente pornográficos. Va a ser que ellos se están liberando y son modernos y progresissssstas, pero que, si lo hacen los rusos, entonces está mal y están convirtiendo a la mujer en un objeto sexual. Será eso.
De todas formas, la fuente original viene de "The Telegraph", y la tenemos aquí. Tiene narices que El Mundo haya pasado del asunto hasta que leyó que The Telegraph había hecho mohínes y entonces sí, entonces a escribir tocan.
Los de The Telegraph, siendo ingleses, tienen que haberse puesto cachondos con la posibilidad de vilipendiar al mismo tiempo a esos rusos pervertidos y a esos españoles que les dejan serlo. El resultado es poner a redactar a una redactora posiblemente insoportable, que entrevista a una señora de un autodenominado grupo (es posible que algo escaso de miembras) "Women in Telecoms and Technology", probablemente la única mujer que debió pillar por ahí y que empiezan a renegar del comportamiento abiertamente sexista de la compañía rusa, hasta conseguir el éxito de expulsarla del evento. Eso, por cierto, habrá que verlo: de momento, de la feria de Barcelona no la expulsaron, y luego apuesto lo que haga falta a que en el próximo evento, si no están, será porque no quieran, no porque no les acepten. ¡Pues están los tiempos en el mundo ferial como para rechazar clientes!
A todo esto, aquí está el vídeo de la discordia que ha encendido las iras de la victoriana y británica reportera (dos veces portera, por tanto).
Hijas mías: ¿esto es indecente? ¿Esto?
Quería ver yo a alguna de estas adalides de la igualdazzzz paseándose por alguna feria rusa, casi diría que por cualquiera, y no sólo del sector de lencería, donde encontrarán más de un estand con sus azafatas de metro ochenta y pico vestídas con ropa interior de cuero, tacones de vértigo, y haciéndose fotos con los visitantes, mientras los encargados del estand hacen sus negocios con total naturalidad y sin mirarlas siquiera.
Yo es que no acabo de entender a estas feministas. Mucho predicar sobre la liberación sexual y patatín patatán, y cuando ésta llega y pasa lo que lógicamente tiene que pasar cuando el sexo se sale de madre, ya no les gusta. Pues, hala, al muro, a lamentarse a gusto.
La noticia llegó en castellano a través de la edición de El Mundo, de Barcelona. Es curioso lo de este periódico, que se pone en tono escandalizado cuando los demás se meten en asuntos sexistas, y ellos mismos (comenzando por su director, que debería callar en estos temas) tienen el periódico lleno de apartados directamente pornográficos. Va a ser que ellos se están liberando y son modernos y progresissssstas, pero que, si lo hacen los rusos, entonces está mal y están convirtiendo a la mujer en un objeto sexual. Será eso.
De todas formas, la fuente original viene de "The Telegraph", y la tenemos aquí. Tiene narices que El Mundo haya pasado del asunto hasta que leyó que The Telegraph había hecho mohínes y entonces sí, entonces a escribir tocan.
Los de The Telegraph, siendo ingleses, tienen que haberse puesto cachondos con la posibilidad de vilipendiar al mismo tiempo a esos rusos pervertidos y a esos españoles que les dejan serlo. El resultado es poner a redactar a una redactora posiblemente insoportable, que entrevista a una señora de un autodenominado grupo (es posible que algo escaso de miembras) "Women in Telecoms and Technology", probablemente la única mujer que debió pillar por ahí y que empiezan a renegar del comportamiento abiertamente sexista de la compañía rusa, hasta conseguir el éxito de expulsarla del evento. Eso, por cierto, habrá que verlo: de momento, de la feria de Barcelona no la expulsaron, y luego apuesto lo que haga falta a que en el próximo evento, si no están, será porque no quieran, no porque no les acepten. ¡Pues están los tiempos en el mundo ferial como para rechazar clientes!
A todo esto, aquí está el vídeo de la discordia que ha encendido las iras de la victoriana y británica reportera (dos veces portera, por tanto).
Hijas mías: ¿esto es indecente? ¿Esto?
Quería ver yo a alguna de estas adalides de la igualdazzzz paseándose por alguna feria rusa, casi diría que por cualquiera, y no sólo del sector de lencería, donde encontrarán más de un estand con sus azafatas de metro ochenta y pico vestídas con ropa interior de cuero, tacones de vértigo, y haciéndose fotos con los visitantes, mientras los encargados del estand hacen sus negocios con total naturalidad y sin mirarlas siquiera.
Yo es que no acabo de entender a estas feministas. Mucho predicar sobre la liberación sexual y patatín patatán, y cuando ésta llega y pasa lo que lógicamente tiene que pasar cuando el sexo se sale de madre, ya no les gusta. Pues, hala, al muro, a lamentarse a gusto.
miércoles, 14 de marzo de 2012
Cómo cruzar la calle (II)
Creo que ya ha quedado claro que Moscú es un lugar complicado para los peatones. Los automovilistas, las pocas veces que los atascos les dejan espacio para circular, pisan el acelerador desesperadamente y alcanzan velocidades que pá qué y, si alguien se pone en medio, peor para él. Además, Moscú es una ciudad construida a favor del automovilista y contra el peatón, con el resultado de que ni uno ni otro puede circular con un mínimo de calidad.
En estas circunstancias, los peatones que queremos cruzar la calle lo tenemos más negro que un armenio cabreado. Es cierto que hay trucos más o menos legítimos para conseguir pasar. En la primera entrega de esta serie ya describí uno; el segundo lo he descubierto esta misma mañana.
Hace frío. Sí, mientras en la primaveral Europa los pajaritos cantan y las nubes se levantan, en la primaveral Moscú el cielo está cubierto y nieva a capazos. Ha coincidido que hace unos días que puse orden en mis objetos personales, y he descubierto que tenía una braga militar negra que viene de perlas para cubrir el cuello y hasta buena parte del rostro. Desde hace unos días me la vengo poniendo junto con un gorro igualmente negro.
El resultado es que sólo se me ven los ojos. El resto de la cara hay que imaginarlo y la gente, por lo visto, teme lo peor. Yo no soy capaz de matar una mosca (otras cosas sí, pero una mosca no, y hay testigos, ¿verdad?), pero los demás no lo saben, y el aspecto exterior que gasto no ayuda a averiguarlo.
- Pareixes un terroriste (Pareces un terrorista) - me dijo Ro cuando me dispuse a llevarla al colegio.
A Ro no le gustan mucho las sorpresas ni las cosas raras, y todo el camino hacia el colegio iba con la cabeza agachada, por si se cruzaba con alguien y la veían conmigo. En cambio, Ame me miraba riéndose, como con ganas de imitarme a la mínima.
La gente con la que te cruzas sujeta el bolso con fuerza, pero la pinta es un éxito a la hora de cruzar la calle. Normalmente los cochazos pasan de los peatones miserablemente. Conmigo no.
- Ro, ¿veus eixe Lexus? (Ro, ¿ves ese Lexus?)
Ro levanta apenas la vista.
- Li vaig a mirar de front, i ja voràs com es para. (Lo voy a mirar de frente, y ya verás como se para).
Dicho y hecho. Desde la acera, pongo un pie sobre el paso de peatones y miro fijamente al Lexus. En condiciones normales, un Lexus acelera y el peatón se retira asustado, maldiciendo al conductor sólo si es muy beligerante, pero poco más. En esta ocasión, no: el Lexus sigue al principio, pero se va deteniendo y se para. Ro y Ame me miran, y comprueban que estoy mirando fijamente al Lexus.
- ¡Ha funcionat! - dice Ame contentísimo.
- ¡Clar! ¿Qué et pensaves?
Después de dejar a los niños en el colegio, seguí mi camino y la cosa funciona también sin niños. He hecho parar a dos Mercedes, un A4 y, y esto era para nota alta, un Hummer. Y doy fe de que un Hummer no se para ni ante un precipicio.
El sistema, sin embargo, tiene los días contado este año. Miro por la ventana, y el cielo se está poniendo azul, sale el sol y ha dejado de nevar. Un día de éstos hará demasiado calor para la braga militar.
Habrá que volver al otro sistema, que nunca falla.
En estas circunstancias, los peatones que queremos cruzar la calle lo tenemos más negro que un armenio cabreado. Es cierto que hay trucos más o menos legítimos para conseguir pasar. En la primera entrega de esta serie ya describí uno; el segundo lo he descubierto esta misma mañana.
Hace frío. Sí, mientras en la primaveral Europa los pajaritos cantan y las nubes se levantan, en la primaveral Moscú el cielo está cubierto y nieva a capazos. Ha coincidido que hace unos días que puse orden en mis objetos personales, y he descubierto que tenía una braga militar negra que viene de perlas para cubrir el cuello y hasta buena parte del rostro. Desde hace unos días me la vengo poniendo junto con un gorro igualmente negro.
El resultado es que sólo se me ven los ojos. El resto de la cara hay que imaginarlo y la gente, por lo visto, teme lo peor. Yo no soy capaz de matar una mosca (otras cosas sí, pero una mosca no, y hay testigos, ¿verdad?), pero los demás no lo saben, y el aspecto exterior que gasto no ayuda a averiguarlo.
- Pareixes un terroriste (Pareces un terrorista) - me dijo Ro cuando me dispuse a llevarla al colegio.
A Ro no le gustan mucho las sorpresas ni las cosas raras, y todo el camino hacia el colegio iba con la cabeza agachada, por si se cruzaba con alguien y la veían conmigo. En cambio, Ame me miraba riéndose, como con ganas de imitarme a la mínima.
La gente con la que te cruzas sujeta el bolso con fuerza, pero la pinta es un éxito a la hora de cruzar la calle. Normalmente los cochazos pasan de los peatones miserablemente. Conmigo no.
- Ro, ¿veus eixe Lexus? (Ro, ¿ves ese Lexus?)
Ro levanta apenas la vista.
- Li vaig a mirar de front, i ja voràs com es para. (Lo voy a mirar de frente, y ya verás como se para).
Dicho y hecho. Desde la acera, pongo un pie sobre el paso de peatones y miro fijamente al Lexus. En condiciones normales, un Lexus acelera y el peatón se retira asustado, maldiciendo al conductor sólo si es muy beligerante, pero poco más. En esta ocasión, no: el Lexus sigue al principio, pero se va deteniendo y se para. Ro y Ame me miran, y comprueban que estoy mirando fijamente al Lexus.
- ¡Ha funcionat! - dice Ame contentísimo.
- ¡Clar! ¿Qué et pensaves?
Después de dejar a los niños en el colegio, seguí mi camino y la cosa funciona también sin niños. He hecho parar a dos Mercedes, un A4 y, y esto era para nota alta, un Hummer. Y doy fe de que un Hummer no se para ni ante un precipicio.
El sistema, sin embargo, tiene los días contado este año. Miro por la ventana, y el cielo se está poniendo azul, sale el sol y ha dejado de nevar. Un día de éstos hará demasiado calor para la braga militar.
Habrá que volver al otro sistema, que nunca falla.
domingo, 11 de marzo de 2012
Domingo laborable
Hace no sé cuántas entradas, un comentarista anónimo preguntaba si en Rusia se trabajaba los domingos.
Pues a veces sí. Aparte de que en Rusia, o al menos en Moscú, en domingo puedes ir de compras, porque está todo abierto y, por tanto, hay mucha gente que trabaja; aparte de eso, digo, hay domingos laborables por haberse compensado con un puente. Hoy, sin ir más lejos, ha sido laborable, y llevo toda la semana mareado sin saber en qué día vivo. Porque ayer me parecía domingo, sin serlo; y hoy huele a lunes, pese a ser domingo; mientras que el jueves, que fue fiesta, me parecía sábado.
Veremos cómo llegó al viernes que viene y qué día me creo que es.
Pues a veces sí. Aparte de que en Rusia, o al menos en Moscú, en domingo puedes ir de compras, porque está todo abierto y, por tanto, hay mucha gente que trabaja; aparte de eso, digo, hay domingos laborables por haberse compensado con un puente. Hoy, sin ir más lejos, ha sido laborable, y llevo toda la semana mareado sin saber en qué día vivo. Porque ayer me parecía domingo, sin serlo; y hoy huele a lunes, pese a ser domingo; mientras que el jueves, que fue fiesta, me parecía sábado.
Veremos cómo llegó al viernes que viene y qué día me creo que es.
viernes, 9 de marzo de 2012
Ya pasó el 8 de marzo
Hay quien piensa que mi temor ante el 8 de marzo es exagerado. Ni un poquito. Así como en cualquier otro lugar esta, llamémosla así, festividad pasa totalmente desapercibida, en Rusia es la pera limonera. Las mujeres, trabajen o no, se creen con derecho a Dios sabe qué y se ponen muy latosas, mientras que los hombres, por un día, y sólo por uno, están de un obsequioso babeante que a los hombres que buscamos un equilibrio nos parece, por lo menos, chocante.
¿Que no? Ahí va un ejemplo real de circular espontánea enviada por un currito real de una oficina real el 7 de marzo (el 8 es superfestivo, no faltaría más).
¡¡¡Adorables chicas!!! Aprovechando la ocasión, quisiera expresar mi más sincerísima admiración por vuestro embrujo, vuestra irrepetibilidad y excepcionalidad, ¡por vosotras! Como dijo una sabia persona: "La ciudad es una unidad de gentes diferentes"; yo voy a parafrasearlo un poco y lo que digo es: "las chicas son una constelación de belleza, amor, pasión, dulzura, inteligencia, alegría" y si no fuera por esta conjunción, el mundo sería gris, monótono y sin interés... ¡¡¡Gracias por ser el placer de la vida y por la felicidad que nos dais cada minuto, cada día, cada año!!!
¡¡¡Felicidades!!!
Vadim Babosenko
He decidido ser lo más literal posible, pero, si a alguien le interesa el original, ahí va:
Милые девушки!!! Пользуясь случаем хочу выразить вам свое искреннее восхищение вашей очаровательностью, вашей неповторимостью и исключительностью, вами! Как сказал один умный человек: «город – единство непохожих людей», я немного перефразирую и скажу: «девушки – созвездие красоты, любви, страсти, нежности, ума, радости» и если бы не было этого созвездия, то мир был бы серым, обыденным и не интересным… Спасибо вам за прелесть жизни и счастье которое вы дарите нам ежеминутно, ежедневно, ежегодно!!!
С праздником!!!!
Entretanto, Rusia está siendo noticia en España por otras circunstancias diferentes a las elecciones. Pero eso lo dejo para otra entrada, porque, después de traducir el correo del Vadim, me he mareado y me ha entrado un mal rollo de estómago que me hace recordar que uno no debe traducir todo lo que se le pone por delante, porras. Creo que voy a... a...
¿Que no? Ahí va un ejemplo real de circular espontánea enviada por un currito real de una oficina real el 7 de marzo (el 8 es superfestivo, no faltaría más).
¡¡¡Adorables chicas!!! Aprovechando la ocasión, quisiera expresar mi más sincerísima admiración por vuestro embrujo, vuestra irrepetibilidad y excepcionalidad, ¡por vosotras! Como dijo una sabia persona: "La ciudad es una unidad de gentes diferentes"; yo voy a parafrasearlo un poco y lo que digo es: "las chicas son una constelación de belleza, amor, pasión, dulzura, inteligencia, alegría" y si no fuera por esta conjunción, el mundo sería gris, monótono y sin interés... ¡¡¡Gracias por ser el placer de la vida y por la felicidad que nos dais cada minuto, cada día, cada año!!!
¡¡¡Felicidades!!!
Vadim Babosenko
He decidido ser lo más literal posible, pero, si a alguien le interesa el original, ahí va:
Милые девушки!!! Пользуясь случаем хочу выразить вам свое искреннее восхищение вашей очаровательностью, вашей неповторимостью и исключительностью, вами! Как сказал один умный человек: «город – единство непохожих людей», я немного перефразирую и скажу: «девушки – созвездие красоты, любви, страсти, нежности, ума, радости» и если бы не было этого созвездия, то мир был бы серым, обыденным и не интересным… Спасибо вам за прелесть жизни и счастье которое вы дарите нам ежеминутно, ежедневно, ежегодно!!!
С праздником!!!!
Entretanto, Rusia está siendo noticia en España por otras circunstancias diferentes a las elecciones. Pero eso lo dejo para otra entrada, porque, después de traducir el correo del Vadim, me he mareado y me ha entrado un mal rollo de estómago que me hace recordar que uno no debe traducir todo lo que se le pone por delante, porras. Creo que voy a... a...
miércoles, 7 de marzo de 2012
Con la oposición
Pues sí, estuve en la manifestación de anteayer, no porque tenga una especial querencia por la oposición, sino porque, como en el caso de los comunistas, no tenía más remedio que pasar por allí, en este caso para llegar a mi casa. Sí, podía haber ido por otro camino, es verdad, pero lo cierto es que habitualmente paso por la plaza Pushkinskaya para llegar a casa, y el hombre es un animal de costumbres.
En la plaza se habían convocado dos manifestaciones casi simultáneas. Mirando hacia el Kremlin desde la Tverskaya, a la derecha estaban los comunistas. Ziugánov no ha reconocido los resultados electorales, a diferencia de Zhirinovsky y Mirónov, y sigue todo lo belicoso que le permiten sus menguadas fuerzas. Y que eran menguadas se veía en la manifestación, donde, esta vez sí, había más policías que manifestantes. Pero, como a los rojos los hemos visto bastante en los últimos tiempos, vamos a fijarnos en otros detalles ambientales.
El primer detalle que podemos ver es que los omones también son personas, y que también tienen sus necesidades y su corazoncito. Los muy tunos habían monopolizado la tira de váteres portátiles y ahí estaban, haciendo cola. Obviamente, nadie se acercaba a preguntar quién era el último y a ponerse en la cola, por muy apurado que estuviera.
La manifestación numéricamente más importante tenía lugar a la izquierda, siempre mirando al Kremlin. Si te querías manifestar con los comunistas, lo tenías bastante fácil; pero, si te querías unir a los de la oposición, tenías que pasar por un arco de detección de metales. Y uno comienza a comprender por qué las autoridades insisten en que sólo tengan lugar manifestaciones autorizadas: hace falta una infraestructura específica, en este caso el acordonamiento de la zona, la movilización de un par de centenares de pollos uniformados y con mala leche y el montaje de arcos de detección de metales a tutiplén. Y eso, claro, no se improvisa.
Yo me acerqué con toda la candidez posible en un tipo con la mayor parte de la cara cubierta por prendas negras (hacía un frío del quince), me descubrí la boca y los ojos y le pregunté cómo llegar a la Bolshaya Dmitrovka. Hay que reconocer que el hombre estuvo amable, para lo que es Moscú, y me dijo que tenía que pasar por el detector de metales, pero así, de guay, sin rugir ni nada.
Lo que es el control de metales, flojito de verdad. Yo pité, probablemente porque llevo más metal encima que un heavy con remaches, pero el policía se conformó con hacerme abrir la mochila. La abrí, hizo como que miraba, y me dejó pasar. Esta visto que la consigna no consistía en poner la cosa demasiado difícil.
Una vez dentro, la fauna era mucho más variopinta, y numerosa, que la que seguía a los comunistas. Si entonces la concurrencia consistía en un aluvión de jubilados, de ésos que en España asesoran a los albañiles en las obras, los de la oposición tenía gentes de todo pelaje, o de casi todo. Había jubilados, sí, pero también había jovenzuelos, gentes de mediana edad, gentes con el pelo corto, melenudos... vaya, la gente que te puedes encontrar normalmente por Moscú un día cualquiera, excepto chicas. Creo que ya lo he dicho alguna vez, pero las chicas en Moscú sólo van a las manifas si no son guapas; si son guapas, creo que tienen cosas mejores que hacer y que la agitación política no va con ellas.
No me quedé mucho rato, así que no puedo contar en primera persona cómo terminó la cosa. Sé que hablaron Udaltsov, Yavlinsky, Navalny, Ryzhkov y, sorpresa, Prójorov, que quedó tercero en las elecciones presidenciales y dice que va a formar un partido político. No era la primera vez que participaba en un mitin de la oposición, pero sí la primera que adoptaba un papel tan protagonista.
La parte gamberra la puso, como de costumbre, Limónov, que ya ha dado un paso más y se opone a la propia oposición. Se manifestó sin permiso con algunas decenas de seguidores en la plaza Lubianka y fue detenido, también como de costumbre. Leí en algún periódico español que la manifestación estaba autorizada, pero de eso nada. Es más, el día que le autoricen una manifestación, seguro que Limónov se manifiesta en otro sitio, con tal de llevar la contraria.
Esta vez no fue el único detenido. Las manifestaciones en Moscú, a diferencia de las españolas, no sólo tienen asistencia tasada (en este caso eran diez mil personas), sino que también tienen horario. Obviamente, en algún momento hay que desmontar la parafernalia, y no están las cosas como para pagar horas extras a los omones, que hay crisis. El acto de la oposición no debía terminar más tarde de las diez de la noche. Hasta a Cenicienta le dejaba más tiempo su hada madrina, así que, llegada la hora, un grupo decidió que no se había divertido bastante y quería continuar la fiesta, pero ahí los omones ya se querían ir a su casa y la emprendieron a empujones y, por si acaso, detuvieron un rato a los más sediciosos.
Y ésta es la historia. Ahora me voy a esconder hasta que pase el día de mañana, porque el día de mañana es una de las peores maldiciones que le puede suceder a un humano no babeante en Rusia.
En la plaza se habían convocado dos manifestaciones casi simultáneas. Mirando hacia el Kremlin desde la Tverskaya, a la derecha estaban los comunistas. Ziugánov no ha reconocido los resultados electorales, a diferencia de Zhirinovsky y Mirónov, y sigue todo lo belicoso que le permiten sus menguadas fuerzas. Y que eran menguadas se veía en la manifestación, donde, esta vez sí, había más policías que manifestantes. Pero, como a los rojos los hemos visto bastante en los últimos tiempos, vamos a fijarnos en otros detalles ambientales.
El primer detalle que podemos ver es que los omones también son personas, y que también tienen sus necesidades y su corazoncito. Los muy tunos habían monopolizado la tira de váteres portátiles y ahí estaban, haciendo cola. Obviamente, nadie se acercaba a preguntar quién era el último y a ponerse en la cola, por muy apurado que estuviera.
La manifestación numéricamente más importante tenía lugar a la izquierda, siempre mirando al Kremlin. Si te querías manifestar con los comunistas, lo tenías bastante fácil; pero, si te querías unir a los de la oposición, tenías que pasar por un arco de detección de metales. Y uno comienza a comprender por qué las autoridades insisten en que sólo tengan lugar manifestaciones autorizadas: hace falta una infraestructura específica, en este caso el acordonamiento de la zona, la movilización de un par de centenares de pollos uniformados y con mala leche y el montaje de arcos de detección de metales a tutiplén. Y eso, claro, no se improvisa.
Yo me acerqué con toda la candidez posible en un tipo con la mayor parte de la cara cubierta por prendas negras (hacía un frío del quince), me descubrí la boca y los ojos y le pregunté cómo llegar a la Bolshaya Dmitrovka. Hay que reconocer que el hombre estuvo amable, para lo que es Moscú, y me dijo que tenía que pasar por el detector de metales, pero así, de guay, sin rugir ni nada.
Lo que es el control de metales, flojito de verdad. Yo pité, probablemente porque llevo más metal encima que un heavy con remaches, pero el policía se conformó con hacerme abrir la mochila. La abrí, hizo como que miraba, y me dejó pasar. Esta visto que la consigna no consistía en poner la cosa demasiado difícil.
Una vez dentro, la fauna era mucho más variopinta, y numerosa, que la que seguía a los comunistas. Si entonces la concurrencia consistía en un aluvión de jubilados, de ésos que en España asesoran a los albañiles en las obras, los de la oposición tenía gentes de todo pelaje, o de casi todo. Había jubilados, sí, pero también había jovenzuelos, gentes de mediana edad, gentes con el pelo corto, melenudos... vaya, la gente que te puedes encontrar normalmente por Moscú un día cualquiera, excepto chicas. Creo que ya lo he dicho alguna vez, pero las chicas en Moscú sólo van a las manifas si no son guapas; si son guapas, creo que tienen cosas mejores que hacer y que la agitación política no va con ellas.
No me quedé mucho rato, así que no puedo contar en primera persona cómo terminó la cosa. Sé que hablaron Udaltsov, Yavlinsky, Navalny, Ryzhkov y, sorpresa, Prójorov, que quedó tercero en las elecciones presidenciales y dice que va a formar un partido político. No era la primera vez que participaba en un mitin de la oposición, pero sí la primera que adoptaba un papel tan protagonista.
La parte gamberra la puso, como de costumbre, Limónov, que ya ha dado un paso más y se opone a la propia oposición. Se manifestó sin permiso con algunas decenas de seguidores en la plaza Lubianka y fue detenido, también como de costumbre. Leí en algún periódico español que la manifestación estaba autorizada, pero de eso nada. Es más, el día que le autoricen una manifestación, seguro que Limónov se manifiesta en otro sitio, con tal de llevar la contraria.
Esta vez no fue el único detenido. Las manifestaciones en Moscú, a diferencia de las españolas, no sólo tienen asistencia tasada (en este caso eran diez mil personas), sino que también tienen horario. Obviamente, en algún momento hay que desmontar la parafernalia, y no están las cosas como para pagar horas extras a los omones, que hay crisis. El acto de la oposición no debía terminar más tarde de las diez de la noche. Hasta a Cenicienta le dejaba más tiempo su hada madrina, así que, llegada la hora, un grupo decidió que no se había divertido bastante y quería continuar la fiesta, pero ahí los omones ya se querían ir a su casa y la emprendieron a empujones y, por si acaso, detuvieron un rato a los más sediciosos.
Y ésta es la historia. Ahora me voy a esconder hasta que pase el día de mañana, porque el día de mañana es una de las peores maldiciones que le puede suceder a un humano no babeante en Rusia.
lunes, 5 de marzo de 2012
Por fin se terminó
Menos mal que ya ha terminado el proceso electoral y ya sabemos, como si no lo supiéramos con anterioridad, que Putin será presidente de la Federación Rusa, en principio hasta 2018. El nivel de confrontación política estaba llegando demasiado lejos.
En casa, pongamos por caso, las cañas se estaban volviendo lanzas. Con una hija partidaria acérrima de Putin, los demás, que no lo somos tanto, tratábamos de matizar un poco.
Abi, por ejemplo, matizaba donde aprieta el zapato a cualquier administrador ruso: los atascos.
- Pues nadie ha sido capaz de eliminar los atascos en Leningradskoye Shossé. Hala.
- Bueno, eso no es verdad. Alfina, ¿te acuerdas de cuando aún no estaba la carretera, que los atascos comenzaban saliendo del centro?
- Sí, sí...
Jo. Era terrible. Ahora han hecho un pedazo de autopista y los atascos, que existen, claro que existe, comienzan mucho después, ya cerca de la autopista exterior.
Entonces, Ame intervino:
- ¡Pues a mí no me gusta Putin, porque por culpa de él hay mucha corrupción!
Dios mío, Ame, a sus ocho años, se preocupa por la corrupción con voz firme y decidida. Ro se calla por un momento, pero a mí se me pone la mosca detrás de la oreja.
- Ame, oye, ¿y qué es la corrupción?
- Ah, no sé.
En casa, pongamos por caso, las cañas se estaban volviendo lanzas. Con una hija partidaria acérrima de Putin, los demás, que no lo somos tanto, tratábamos de matizar un poco.
Abi, por ejemplo, matizaba donde aprieta el zapato a cualquier administrador ruso: los atascos.
- Pues nadie ha sido capaz de eliminar los atascos en Leningradskoye Shossé. Hala.
- Bueno, eso no es verdad. Alfina, ¿te acuerdas de cuando aún no estaba la carretera, que los atascos comenzaban saliendo del centro?
- Sí, sí...
Jo. Era terrible. Ahora han hecho un pedazo de autopista y los atascos, que existen, claro que existe, comienzan mucho después, ya cerca de la autopista exterior.
Entonces, Ame intervino:
- ¡Pues a mí no me gusta Putin, porque por culpa de él hay mucha corrupción!
Dios mío, Ame, a sus ocho años, se preocupa por la corrupción con voz firme y decidida. Ro se calla por un momento, pero a mí se me pone la mosca detrás de la oreja.
- Ame, oye, ¿y qué es la corrupción?
- Ah, no sé.
viernes, 2 de marzo de 2012
En conclusión
En resumidas cuentas, que el domingo hay elecciones presidenciales en Rusia, y que la situación puede describirse más o menos así:
1.- Hay cinco candidatos: Mirónov, Prójorov, Putin, Zhirinovsky y Ziugánov.
2.- De los cinco candidatos, cuatro serían considerados en cualquier otro país como de extrema derecha: de Ziugánov creo que quedó todo claro; Mirónov viene de un partido cuyo germen es una escisión (aún más) nacionalista de los comunistas; Zhirinovsky ni siquiera va diciendo por ahí que es de izquierdas, como los rojos; y de Putin ya he escrito más de una vez que su régimen es tremendamente parecido al de Franco.
3.- El quinto candidato es un supermillonario dueño de pasta para aburrir, de un montonazo de empresas y de un equipo de baloncesto de la NBA. Hasta el propio partido que presidía (que tiene la palabra "derecha" hasta en el nombre y que ahora apoya a Putin) lo echó con cajas destempladas y ha tenido que presentarse como independiente y conseguir dos millones de firmas.
En estas circunstancias, y visto que no tengo derecho a voto en Rusia, pensaba que no me iban a afectar demasiado las elecciones, hasta que el otro día tuvimos en casa una conversación durante la cena.
- El lunes no tendremos clase - dijo Ro, después de decirnos que los mejores anuncios electorales eran los de Putin.
- No - añadió Abi, después de decirnos que en su clase había un comunista, uno solo -, el domingo son las elecciones en el colegio, y el lunes lo cerrarán para hacer una desinfección.
Jo.
Todos sospechábamos que las elecciones no serían muy limpias, pero que sean tan sucias como para tener que desinfectar los colegios electorales ya parece excesivo.
1.- Hay cinco candidatos: Mirónov, Prójorov, Putin, Zhirinovsky y Ziugánov.
2.- De los cinco candidatos, cuatro serían considerados en cualquier otro país como de extrema derecha: de Ziugánov creo que quedó todo claro; Mirónov viene de un partido cuyo germen es una escisión (aún más) nacionalista de los comunistas; Zhirinovsky ni siquiera va diciendo por ahí que es de izquierdas, como los rojos; y de Putin ya he escrito más de una vez que su régimen es tremendamente parecido al de Franco.
3.- El quinto candidato es un supermillonario dueño de pasta para aburrir, de un montonazo de empresas y de un equipo de baloncesto de la NBA. Hasta el propio partido que presidía (que tiene la palabra "derecha" hasta en el nombre y que ahora apoya a Putin) lo echó con cajas destempladas y ha tenido que presentarse como independiente y conseguir dos millones de firmas.
En estas circunstancias, y visto que no tengo derecho a voto en Rusia, pensaba que no me iban a afectar demasiado las elecciones, hasta que el otro día tuvimos en casa una conversación durante la cena.
- El lunes no tendremos clase - dijo Ro, después de decirnos que los mejores anuncios electorales eran los de Putin.
- No - añadió Abi, después de decirnos que en su clase había un comunista, uno solo -, el domingo son las elecciones en el colegio, y el lunes lo cerrarán para hacer una desinfección.
Jo.
Todos sospechábamos que las elecciones no serían muy limpias, pero que sean tan sucias como para tener que desinfectar los colegios electorales ya parece excesivo.